España es ese lugar en el que un cirujano puede ser condenado por cometer un fallo en una operación y, en cambio, un curandero que seduce a una persona con cáncer provocando que retrase o rechace la quimioterapia y se trate con remedios naturales sin evidencia científica camina de forma impune, incluso después de que la persona fallezca tras seguir sus consejos. Es la triste realidad de un país en el que prácticamente no existe ninguna sentencia que condene penalmente a estos 'charlatanes', presuntos expertos en naturopatía, medicina ortomolecular, iridiología o bioneuroemoción, que juegan con la desesperación de las personas y se enriquecen a su costa.
En los últimos tiempos, estos supuestos gurús han pasado al ataque y no dudan en intentar callar a aquellos que denuncian sus prácticas a golpe de demanda, aprovechando los más variopintos resquicios legales. Es el caso de Enric Corbera, especialista en una peligrosa pseudociencia conocida como bioneuroemoción, una corriente que sostiene que no es preciso tratar las enfermedades para curarlas, que el cáncer es producto de un conflicto emocional, que se cura tomando conciencia y aislándose de la familia. Y que "sólo se mueren los gilipollas".
"Corbera creó hace unos años el Enric Corbera Institute en Rubí (una localidad a 20 minutos de Barcelona), que antes era la charcutería de sus suegros, y ha acabado siendo una charcutería emocional por los destrozos que está causando a la gente". Quien habla es Emilio José Molina, vicepresidente de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), miembro de la Red para la Prevención del Sectarismo y Abuso de la Debilidad (RedUne), y una de las personas a las que ha demandado Corbera por denunciar sus peligrosas prácticas públicamente.
Molina, ingeniero informático y licenciado en comunicación audiovisual, lleva algunos años recopilando información sobre Corbera. Gracias a la intensa investigación que ha realizado junto a otros compañeros, ha conseguido publicar un dossier de más de 300 páginas con decenas de testimonios. En él se denuncian las prácticas de Enric y los defensores de la bioneuroemoción, se recopilan extractos de los disparates que ha dicho a lo largo de su carrera en aquellos lugares en los que ha logrado colarse para impartir alguna charla, y se visibilizan casos tan espeluznantes como el de Maribel Candelas, una paciente con cáncer de hígado que dejó la quimioterapia, abrazó la bioneuroemoción y acabó falleciendo en 2015.
Corbera, que tiene un gabinete jurídico a su disposición para hacer frente a cualquiera que alce la voz en su contra, se ha querellado en dos ocasiones contra Molina. La primera de ellas, por un presunto delito de calumnias e injurias después de que este informático afirmase en una entrevista en televisión que la bioneuroemoción es un "fraude sanitario" que "suele conllevar problemas de manipulación mental" y calificase a la organización de Corbera de "secta" y a él de "estafador".
Corbera incluyó en la querella algunas expresiones que el activista 'antimagufos' había vertido en Twitter o en vídeos de Youtube en las que se le calificaba de "charcutero emocional" y de "hijo de la gran puta". El pasado mes de abril el juez desestimó la querella al entender que el "ánimo de crítica y debate" de Molina ante "un asunto de interés general sanitario como éste" estaba amparado por la libertad de expresión.
La 'propiedad intelectual' y Corbera
La segunda demanda contra Molina y RedUne la formuló Corbera en julio de 2017 por -atención- supuestos delitos contra la propiedad intelectual por el uso indebido de sus vídeos. RedUne, en un intento de prevenir la ocultación de pruebas, se descargaba los vídeos en los que Corbera realizaba abyectas afirmaciones sobre la cura del cáncer u otras enfermedades. Después, los subían a su propio canal de YouTube, dejándolos en modo oculto para que sólo accedieran a ellos aquellas personas que conocieran el enlace por vía del dossier, tal y como explica Molina.
Esta segunda demanda ha vuelto a ser desestimada hace sólo unos días. Sin embargo, no lo hace porque el contenido de estos vídeos sea de interés general, o porque con ellos se realice una labor social para proteger a posibles incautos, sino porque los peritos no han conseguido demostrar que se trate de una obra original. Según destaca la sentencia, el propio Corbera "ya afirma en su página web que la llamada bioneuroemción no es algo nuevo, sino que bebe de muchas fuentes" y en los vídeos de sus charlas o conferencias "se mezclan referencias a obras y pensamientos de terceras personas, con especial hincapié a Un curso de milagros [el libro de Helen Schucman que defiende que la realidad es creada literalmente por nuestro pensamiento]".
En la sentencia, el juez llega a comparar las respuestas que da Corbera en uno de los vídeos con la astrología. "La escasa duración del vídeo y el contenido hace que difícilmente pueda hallarse una nota original; si fuera así, podrían llamarse originales cualquier tramo de los múltiples programas de consultas de tarot que pululan por televisiones locales y piratas, cuyas respuestas guardan similitudes con las que da el señor Corbera", dice el juez.
"En realidad, no hemos ganado la demanda porque nuestra labor vele por la salud social y eso me dé permiso para usar esos vídeos. Hemos ganado porque el peritaje ha dejado claro que el contenido no es una obra original suya y no tienen protección intelectual sobre ella. Ocurre lo mismo en los delitos contra el honor. No los he ganado porque el juez diga que tengo razón con la labor que realizamos, sino porque estoy amparado por la libertad de expresión", se queja Molina, quien además señala que, con motivo de la demanda, YouTube ha cerrado el canal de RedUne donde se salvaguardaban estos contenidos potencialmente delictivos mientras el de Enric Corbera sigue difundiendo su desinformación en salud.
La estrategia del desgaste
Corbera es un tipo que se ha hecho de oro con la bioneuroemoción. Aparece como administrador único de dos sociedades, Interacción Bioneuroemoción S.L. y Enric Corbera Institute S.L. Con esta última, fundada a finales de 2014 para la "formación y cursos sobre bioneuroemoción, así como congresos, seminarios y conferencias monográficas sobre aspectos concretos de la bioneuroemoción" facturó 4,4 millones de euros en 2016, según las cuentas presentadas por el propio Corbera, y posee un patrimonio de 1,7 millones de euros. "Con semejantes cifras, aunque perdiera todos sus juicios, puede intentar jugar a la técnica del desgaste, alargando los procesos contra los que denunciamos sus prácticas e intentar que me tenga que costear abogados hasta que me quede sin un duro", explica el miembro de la RedUne, que asegura que sólo el litigio de los vídeos ha costado a RedUne y a él 12.000 euros. Y aún cabe el recurso.
Molina no ha sido el único que ha recibido amenazas de demandas y burofaxes por parte de Corbera. Ignacio Crespo, un joven estudiante del MIR de 24 años y divulgador científico también ha sido demandado por el 'gurú' de la bioneuroemoción con motivo de una charla que dio en un congreso de estudiantes sanitarios en la Universidad de Valencia y que se llamó 'Bioneuroemoción, un peligro creciente'.
"Subí el vídeo a mi canal de Youtube y tuvo una acogida moderada. Pero de repente me llegó una notificación que decía que Enric Corbera había presentado una queja y lo habían bloqueado por derechos de autor, porque había utilizado el nombre de bioneuroemoción en el título", explica Crespo desde el otro lado del teléfono. En el acto de conciliación, los abogados de Corbera solicitaron una serie de requerimientos para intentar llegar a un acuerdo: "Querían que no volviera a hablar nunca de este tema, que reconociera que había injuriado a Enric Corbera, que me comprometiera a no volverlo a difundir, que lo borrara de todo soporte digital… Básicamente, querían aplicarme una mordaza”.
Crespo no aceptó ninguno de los requerimientos. "No considero que haya injuriado, todo lo que he dicho es reseñable con artículos, documentos oficiales o artículos científicos, y creo que estoy respaldado. Así que nos veremos en los tribunales si ellos consideran que tienen que interponer la querella", confirma el médico. Programas de televisión como Equipo de investigación o Sin filtros y la revista Interviú, entre otros, también han recibido los burofaxes amenazantes de Corbera por reportajes en los que se denunciaban sus prácticas.
Tal y como apunta Molina, se da una tremenda paradoja en la nueva estrategia de Corbera. "Parte de su doctrina, y es muy tajante en esto, es que 'no hay que juzgar', que 'hay que perdonar'. Y claro, que él sea el primero que está enviando burofaxes a todo el mundo deja claro que tiene una doctrina de 'gurú': él tiene sus reglas y luego aplica a sus seguidores las otras".
EL ESPAÑOL también ha sido demandado por su labor a la hora de informar sobre el peligro de las falsas terapias alternativas y los embaucadores que las promueven. Hace unos días, un juez desestimaba la demanda que Alberto Martí Bosch, defensor de supuestos remedios alternativos para curar el cáncer, interpuso contra este periódico por un reportaje publicado en este medio.
El año pasado publicamos en @elespanolcom este reportaje para tratar de concienciar sobre lo alarmante de las falsas terapias alternativas. https://t.co/YAObBl9VK1 Tras su publicación, Alberto Martí Bosch nos demandó. Hoy la jueza desestima su demanda. #StopPseudociencias
— Brais Cedeira (@BraisCedeira) 19 de julio de 2018
La sentencia emitida por el Juzgado de Primera Instancia número 51 de Madrid reconoce que el reportaje firmado por Brais Cedeira contenía información de "máxima actualidad" y que las afirmaciones vertidas en el mismo eran veraces. "En efecto, el doctor [Martí] propone como terapia alternativa las plantas medicinales, los baños de sal, beber mucho agua, dieta con poca carne basada en las ideas de las dietas del ph alcalina, suplementos vitamínicos y homeopatía, reducción del sodio, ozonoterapia. Y lo que resulta aún más preocupante y grave, se refiere a la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia como 'decapitación, hoguera y envenenamiento'", apunta la jueza en la sentencia.
Por qué es tan difícil acabar con los 'charlatanes'
El pasado 20 de julio, Joaquim Bosch-Barrera, oncólogo del Hospital Universitario Doctor Josep Trueta denunciaba la muerte de una mujer después de llegar a Urgencias con un seno "totalmente putrefacto" fruto de haber tratado un cáncer de mama con pseudoterapias. Pese que el Colegio de Médicos de Girona ha abierto anunció el inicio de acciones por un posible caso de intrusismo y ha pedido a la Consellería que intervenga en el asunto, la realidad es que, con el actual marco legislativo, resulta realmente difícil condenar a un curandero.
El caso más paradigmático es el de Mario Rodríguez, un joven de 21 años que falleció fruto de una leucemia después de abandonar el tratamiento médico y abrazar terapias alternativas del curandero José Ramón Llorente. El pasado mes de enero, el juez absolvía a Llorente de los delitos de homicidio e intrusismo al considerar que el joven era mayor de edad, actuó de forma libre y no se podía probar que este 'gurú' lo sedujera para que dejara la quimioterapia.
Tal y como explica el abogado Fernando Frías, socio fundador de Círculo Escéptico, el hecho de que sea tan difícil combatir legalmente las pseudociencias y terapias alternativas tiene que ver con distintos factores, entre ellos la "desidia de las administraciones", que ha estado tolerando sus prácticas y "haciendo la vista gorda" durante mucho tiempo.
A ello hay que añadir que no hay una respuesta penal adecuada. "Cuando un enfermo se muere, existe un historial clínico y una serie de evidencias que permiten evaluar el trabajo del médico", apunta el abogado. "Pero cuando vas al charlatán, normalmente no existe documentación que pueda probar sus recomendaciones, hay problemas de credulidad de los pacientes, que a veces también comparten los familiares cuando aseguran que el curandero hizo todo lo posible. Suele haber muchísimas dificultades probatorias. E incluso probándolo, muchas veces los jueces se acogen a que la víctima era mayor y actuó de forma libre", añade.
También resulta difícil callarlos y silenciar los canales que utilizan para promulgar sus doctrinas, ya sea mediante la publicación de libros, en las redes sociales o en conferencias de distinta índole. El artículo 20 de la Constitución ampara la libertad de expresión, pero, como señala el abogado, también ampara el "derecho a comunicar o recibir libremente información veraz". "Se ha estado confundiendo la libertad de expresión y te encuentras, por ejemplo, con casos en los que muchos ayuntamientos han estado cediendo espacios públicos a gente como Josep Pàmies [otro 'gurú' de la medicina natural]", comenta Frías, que reconoce que cuesta mucho que las administraciones den un paso adelante.
La pasada semana, Ciudadanos presentaba una propuesta de ley para reformar el Código Penal y castigar con penas de cárcel a todo aquel que promueva remedios curativos que no hayan sido avalados por la ciencia y que puedan llevar a que un paciente abandone un tratamiento médico en enfermedades tan graves como el cáncer. La llegada al Gobierno de ministros como Carmen Montón o Pedro Duque, que se han manifestado abiertamente en contra de las pseudoterapias, parece abrir un nuevo horizonte. "Se trata al fin y al cabo de proteger a las personas de engaños. En ese sentido estamos avanzando y ojalá sigamos así", finaliza Frías.