El equipo de investigadores hispano-iraní formado por Leila Satari, Alba Guillén, Àngela Vidal-Verdú y Manuel Porcar, de la Universidad de Valencia, se ha alzado con uno de los codiciados premios 'Nobel Fake' del año, los Ig Nobel, que reconocen a las investigaciones publicadas a lo largo del año más absurdas y sin embargo útiles. En su caso, el jurado reconoce su trabajo en el ámbito de la Ecología, publicado en Scientific Reports del grupo Nature, por "usar el análisis genético para analizar las diferentes especies de bacterias que se encuentran en los chicles pegados en las calles en varios países".
"Nuestros resultados tienen implicaciones para una amplia variedad de disciplinas, que incluyen las ciencias forenses, el control de las enfermedades contagiosas o el reciclaje de los residuos de chicles", ha argumentado el equipo durante la celebración virtual de la gala de este año mientras, en consonancia del espíritu paródico y delirante que inspira los Ig Nobel, no dejaban de mascar chicle. Incluso han preparado una pequeña parodia musical basada en All you need is love de los Beatles para aceptar el premio: en su caso, All the chewing gum.
Gracias a los Ig Nobel de este año hemos podido averiguar también que es más seguro transportar a un rinoceronte boca arriba, y que las barbas pueden ser una respuesta evolutiva para proteger la cara de los varones de los puñetazos. Estos premios, que tienen por objetivo 'hacerte reír y luego pensar', se celebran habitualmente en el Teatro Sanders de la Universidad de Harvard y cuentan con la participación de ganadores de los auténticos Nobel. Debido a la pandemia de coronavirus, han sido telemáticos por segundo año.
El generoso premio, además de un diploma de papel para montar en casa, es un billete falso por valor de 10 trillones de dólares de Zimbabue. Entre los demás estudios galardonados se encuentra uno que ha analizado la relación entre la sexualidad y la salud respiratoria, apreciando que el orgasmo ayuda a despejar la nariz, y otro que ha descubierto que el ronroneo de los gatos puede tener toda una serie de significados que los humanos ignoran.
En este último estudio, realizado en Suecia, se analizaron variaciones en todos los sonidos que emite un gato al comunicar con un humano, y la investigadora principal, Susanne Schotz, se animó a interpretarlos a petición de la audiencia. En cuanto el ensayo sobre las barbas, realizado en la Universidad de Utah (EEUU), los investigadores aclararon que no habían pegado a nadie, sino emulado la mandíbula con fibra de vidrio, la piel y vello facial con pellejo de oveja, y el golpe mediante pesas.
Robin Radcliffe, uno de los autores del estudio que descubrió que la manera más segura de transportar un rinoceronte es poniéndolo boca arriba, quiso saludar la "creatividad" de los veterinarios de fauna salvaje con los que trabaja. "Tenéis que ser geniales y creativos, e incluso un poco locos a veces, para mover a un rinoceronte de esta manera.
Marc Abrahams, maestro de ceremonias y editor de la revista Annals of Improbable Research que celebra la gala, se despidió en estos términos: "Si no has ganado un premio Ig Nobel este año, pero especialmente si lo has ganado, te deseamos mejor suerte el año que viente".