Los Premios Fronteras del Conocimiento que otorga la Fundación BBVA han vuelto a su casa, Bilbao, por todo lo grande. 24 de los 35 premiados por liderar en las áreas de la creación artística, la investigación biomédica, el medio ambiente y cambio climático, las tecnologías de la información, las ciencias básicas y sociales, y la economía, han recibido los galardones correspondientes a la edición XII -que tuvo que cancelarse por la pandemia- y la XIII. Una doble ceremonia que también reivindica la victoria de la ciencia y la cultura -en definitiva, del ingenio humano- sobre la fatalidad.
Esta celebración se plasmó en el concierto ofrecido la víspera en el Palacio Euskalduna por la Euskadiko Orkestra, que interpretó obras de los galardonados en Música y Ópera: la Sinfonía n.º 3 de Arvo Pärt y el concierto para violín Alhambra de Peter Eötvös. "Confío en que mi música sea capaz de retransmitir el mensaje del presente y trasladarlo al futuro", declaraba Eötvös. "Y como el mundo cambia pero los sentimientos humanos permanecen siendo los mismos, persiste íntegra la esperanza de que las personas del futuro también comprendan este mensaje". Encarnó ese ideal el virtuosismo del maestro Joaquín Achúcarro, de 88 años, al piano.
La ceremonia de entrega ha estado copresidida por Carlos Torres Vila, presidente de la Fundación BBVA, y Rosa Menéndez, presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), institución que colabora en la valoración de las candidaturas y selección de los ganadores. El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha dado la bienvenida celebrando la apuesta por la innovación sostenible y la "justicia social" de la capital vasca. Y el lehendakari Íñigo Urkullu ha recordado a todas las víctimas de la Covid-19, así como a los damnificados por el volcán de La Palma. "La pandemia nos muestra el camino de la colaboración", afirma. "Solo trabajando juntos podremos avanzar en los grandes retos".
La ciencia básica, declaraba Torres Vila, ha sentado los precedentes que han permitido a la investigación médica "estar a la altura" frente a la crisis de la Covid. "Más allá de la pandemia, vivimos en una era de cambios profundos, empujados por una de las mayores disrupciones tecnológicas de la historia y también por el reto enorme de la sostenibilidad" en aspectos como la descarbonización. "La humanidad no ha tenido nunca tanta responsabilidad como ahora. Las acciones apoyadas en el conocimiento que hoy tomemos pueden transformar para siempre nuestro planeta".
Menéndez también ha querido subrayar el papel de la ciencia ante los desafíos actuales. "Hoy es más imprescindible que nunca para afrontar los retos globales: pandemias, cambio climático, conservación del patrimonio natural, de nuestra biodiversidad o de nuestros océanos". La sostenibilidad o el desarrollo ético de nuevas tecnologías son los retos a abordar por la innovación científica, y "nacen de la curiosidad, de la creatividad y también de la entrega de personas como los premiados, a las que hoy agradecemos este esfuerzo". La presidenta del CSIC ha terminado apelando a un 'Pacto por la Ciencia' que contribuya a la colaboración.
El riesgo global de la crisis medioambiental
El cambio climático es una desafío de enorme complejidad, ha apuntado en su discurso el catedrático del MIT Kerry Emanuel, galardonado en esta categoría en la Edición XII. Su investigación sobre los huracanes, y de cómo el calentamiento global está aumentando su intensidad al calentar las aguas del planeta, nació "impulsada por la curiosidad", explica, que ha sido "el motor" de los grandes avances. "Sin la ciencia básica habríamos tardado una década, en lugar de un año, en desarrollar las vacunas contra el Covid que han salvado millones de vidas".
"El entorno intelectual en el que se practicaba la ciencia del clima cambió a finales de la década de 1980, cuando se hizo patente que el cambio climático antropogénico plantea un grave riesgo para la civilización", rememora. En ese sentido, la institución que pone en valor es el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (el IPCC) de la ONU, "formado por climatólogos" y que supone "el mayor esfuerzo jamás realizado para resumir y transmitir los descubrimientos de la ciencia".
El conocimiento para afrontar la crisis climática ha sido el eje del discurso de Sandra Lavorel, galardonada en Ecología y Biología de la Conservación en la XIII Edición, junto con Sandra Díaz y Mark Westoby, sus socios en la "aventura colectiva" que supuso la creación de TRY, una base de datos sobre unas 200.000 especies de plantas (más de la mitad de todas las conocidas). "La ciencia conoce alrededor de 391.000 especies de plantas vasculares. En la Península Ibérica, de gran biodiversidad, hay casi 6.500 especies y subespecies. Sin embargo, sigue siendo imposible anticipar la respuesta de cada una al cambio climático", explica.
Desde las Ciencias Básicas, el profesor Michael Grätzel, galardonado en esta categoría en la Edición XIII, ha insistido en la sostenibilidad energética. "Tal vez el mayor desafío para nuestra sociedad global sea descubrir formas de sustituir los suministros de combustibles fósiles", plantea. "El sol irradia el equivalente a unas 6.000 veces el índice actual de consumo energético mundial. Sin embargo, sigue siendo un enorme reto capturar la energía solar".
La calidad de la vida humana depende en gran medida de la disponibilidad de fuentes de energía limpias, insiste Grätzel, que desgrana su estrategia inspirada en la fotosíntesis natural: "Las células solares producto de nuestra investigación fundamental utilizan un pigmento para captar la luz del sol, imitando la acción de la clorofila en la hoja verde".
De la ciencia pura a tratar el dolor
Ardem Patapoutian, ganador en la categoría de Biomedicina, ha recordado cómo llegó a Estados Unidos como refugiado huyendo de la guerra en el Líbano, su país natal, algo que le enseñó a "no dar nada por sentado". Este investigador, galardonado junto con David Julius en la Edición XIII, ha descubierto los receptores con que percibimos los estímulos de presión: "Nos ayudan a distinguir entre una suave brisa y el pinchazo de un cactus, y también nos indican cuándo nos ha subido la presión sanguínea o cuándo tenemos la vejiga llena".
Patapoutian resalta que su equipo empezó a investigar "por amor a la ciencia pura, pero estamos descubriendo repercusiones médicas inesperadas en áreas como el dolor, la hipertensión, la aterosclerosis y la osteoporosis". El investigador aboga por hacer "ciencia pr la ciencia" para alimentar esta "edad dorada" de la biomedicina. La biología de los sentidos, explica, es "una cuestión fundamental, la última frontera que queda por describir".
Revolución tecnológica: riesgo y oportunidad
John Hennessy, catedrático de Stanford y actual presidente de Alphabet, ha sido reconocido como impulsor junto a David Patterson de los microprocesadores hoy presentes en prácticamente todos los móviles, tabletas, portátiles y demás dispositivos informáticos. Frente al desafío de transformar el mundo con tecnologías de la información, ha subrayado la importancia de cultivar un pensamiento libre, rico en ideas "anti-intuitivas y controvertidas". Según aprecia con humor -empezó a leer un discurso que resultó ser el "equivocado", arrancando carcajadas al auditorio- el Premio Fronteras del Conocimiento "celebra no solo esas ideas, sino también la perseverancia, aunque te llamen loco".
Bernhard Schölkopf, galardonado junto a Isabelle Guyon y Vladimir Vapnik por sus contribuciones en Inteligencia Artificial, resaltó tanto las oportunidades como los riesgos de esta nueva revolución tecnológica: "Las máquinas que procesan información tocan la condición humana de forma más sutil que las que se limitan a procesar energía", advierte. "La inteligencia artificial puede diagnosticar enfermedades, manipular la información, influir en procesos electorales, incluso contribuir a la fabricación de armas que toman decisiones autónomas".
Por ello, el profesor Schölkopf aboga por introducir la dimensión ética en el desarrollo de máquinas inteligentes, y que sea Europa quien lidere esta transformación. "Si no queremos convertirnos en meros consumidores de tecnología inventada en otros lugares, sustentada en valores que podemos compartir o no, es crucial asegurarnos de que la inteligencia artificial de vanguardia se investiga en Europa, embebida de los principios de nuestras sociedades abiertas".
Salvar a la economía del colapso
Mark Gertler, de la Universidad de Nueva York, enfocó su alocución hacia las crisis económicas globales que hemos sufrido en las últimas décadas. Su investigación, mano a mano con los profesores Ben Bernanke, Nobuhiro Kiyotaki y John Moore, fue fundamental para atajar la última Gran Recesión. "A finales de la década de 1990, tengo que confesar que en aquel momento no tenía ni idea de que, una década después, la crisis financiera más compleja de la historia moderna golpearía a las naciones industrializadas del mundo entero".
"Si quieres saber de geología, estudia terremotos; si quieres saber de economía, estudia la Gran Depresión", ilustra. Los cuatro crearon el corpus que respalda los instrumentos anticrisis aún en marcha en bancos centrales de todo el mundo: las políticas monetarias no convencionales. Gertler ha querido homenajear el trabajo de Bernanke al mando de la Reserva Federal de EEUU: "Gracias a una de las grandes coincidencias de la historia, la persona más cualificada para gestionar crisis financieras estaba al timón cuando se desplegaba la crisis". Su actuación "audaz y creativa", celebra, salvó a la economía del un "colapso catastrófico".
El propio Bernanke, catedrático en The Brookings Institution, ha intervenido a continuación en directo desde Washington. "La lección es que la recesión, la deflación y el colapso del crédito están interconectados", ha afirmado Bernanke. "Las desaceleraciones económicas que reducen el balance de prestatarios y prestamistas también provocan la subida de la prima de financiación externa agregada, lo que arroja arena en los engranajes del mecanismo crediticio".
Las investigaciones que llevaron a cabo los cuatro premiados, ha agregado Bernanke, contribuyen "a localizar y aclarar las conexiones antes desconocidas entre la salud financiera de prestamistas y prestatarios, el funcionamiento de los mercados del crédito y el comportamiento general de la economía; nos acerca mucho más al santo grial de comprender del todo la Gran Depresión". Este conocimiento es crítico: "Por desgracia, ya en vísperas de la crisis, pocos de los modelos económicos utilizados para prever y diseñar políticas incluían análisis complejos de los mercados del crédito ni de cómo podría ser que se desmoronaran".
"Atajos cognitivos": ventajas y riesgos
Susan Fiske, galardonada junto con Shelley Taylor en la XII Edición por sus contribuciones a la Cognición Social, se ha detenido en el estudio de los procesos cognitivos que sirven a los individuos para entenderse a sí mismos y a los demás, y que forman la base de su trabajo. El ser humano juzga constantemente, explica, un cometido que exige un esfuerzo mental para hacerse bien. "Los avaros cognitivos simplifican el mundo humano dividiéndolo en grupos internos que están de su parte, como fieles aliados, y grupos externos que no son de confianza".
"Por ejemplo, a los científicos se nos considera competentes, pero no entrañables, y a las personas mayores, entrañables pero incompetentes", ilustra Fiske. Pero este mecanismo tiene un reverso más siniestro en fenómenos como la xenofobia contra los refugiados. "Al igual que otros atajos cognitivos, estos estereotipos persisten porque son eficaces, útiles, aun cuando sean inexactos o injustos. El enfoque cognitivo de los prejuicios apunta a la normalidad de categorizar a la gente en grupos y juzgarla por estereotipos".
La "fuerza civilizadora" de la ciencia
Como broche final, el físico e historiador de la ciencia Gerald Holton -que cumplirá 100 años en cuestión de meses- ha intervenido a través de un discurso grabado en vídeo para agradecer el galardon en Humanidades por "mostrar a lo largo de varias décadas el papel fundamental de la ciencia en la cultura – y a la vez la influencia de la cultura en la ciencia". A lo largo de su obra, Holton ha subrayado la importancia del pensamiento científico a la hora de construir y desarrollar los themata o "temas", los mapas mentales que orientan a una sociedad.
"Mis investigaciones también han intentado analizar cómo la sociedad contempla el espacio de la ciencia en nuestra cultura, y comprender las aportaciones culturales de la ciencia como gran fuerza civilizadora, al fomentar la racionalidad y la objetividad, y los muchos retos a los que se ha enfrentado desde el inicio de la era moderna hasta el presente", ha expresado el ilustre catedrático de Física y de Historia de la Ciencia de la Universidad de Harvard.
“En nuestra época”, ha advertido al final de su discurso, “la prevaleciente separación y fragmentación de los diferentes componentes de nuestra cultura se da por supuesta demasiado a menudo”. Por ello, el catedrático de Harvard ha concluido su discurso señalando que la inclusión de las Humanidades en unos galardones como los Premios Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA es una manera de "tender puentes" entre las distintas ramas del saber que "merece especial elogio".
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