La Real Sociedad Matemática Española (RSME) y la Fundación BBVA han reconocido hoy el trabajo de seis jóvenes investigadores en matemáticas por sus avances en campos como la computación cuántica, la ciencia de materiales, la mecánica de fluidos o el procesamiento de imágenes.
Los seis han sido reconocidos en la VIII edición de los Premios Vicent Caselles, unos galardones que la RSME y la Fundación BBVA conceden cada año a científicos menores de 30 años -españoles o extranjeros- que hayan realizado su investigación en España.
Creados en 2015 y bautizados en homenaje a uno de los matemáticos españoles de mayor relevancia internacional de las últimas décadas, los Premios Vicent Caselles reconocen la creatividad, la originalidad y la excelencia en matemáticas en los primeros años de trayectoria investigadora.
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Los galardonados en esta VIII edición y premiados con 2.000 euros han sido:
Guillem Blanco Fernández, investigador postdoctoral en la Universidad KU Leuven (Lovaina, Bélgica). Su investigación se centra en el estudio de las llamadas singularidades algebraicas. En su tesis, Blanco resolvió una conjetura sobre un invariante concreto para el caso de singularidades de curvas planas. "Este tipo de problemas son muy relevantes porque establecen potenciales conexiones entre áreas distintas de las matemáticas, mejorando así su comprensión y aplicabilidad”.
Ángela Capel, Junior Professor en la Universidad de Tübingen (Alemania). Su trabajo se centra en los llamados sistemas cuánticos de muchos cuerpos abiertos. "Son colecciones de partículas en interacción con un ambiente, por ejemplo, un baño térmico a distinta temperatura que influye al sistem", explica la galardonada. Entre las aplicaciones que puede tener su trabajo, muchas de ellas están relacionadas con el desarrollo de ordenadores cuánticos.
Elena Castilla, profesora ayudante doctor en la Universidad Rey Juan Carlos. Su investigación se ha centrado en el análisis estadístico del funcionamiento de dispositivos de un solo uso que una vez utilizados quedan inservibles, por lo que deben ser desechados o, en el mejor de los casos, reparados para darles más uso. Algunos ejemplos son los paracaídas, los airbag del coche o los extintores contra incendios.
Damian M. Dabrowski, investigador postdoctoral en la Universidad de Jyväskylä (Finlandia) en el campo de la teoría geométrica de la medida y el análisis armónico. Su investigación, explica el propio investigador, “puede aplicarse en el modelado de muchos fenómenos físicos como la mecánica de fluidos, la gravitación, la electrostática y la conducción de calor”.
Daniel Eceizabarrena, Simons Postdoctoral Research Associate en la Universidad de Massachusetts Amherst (EEUU), hizo la tesis sobre una versión geométrica de la llamada función no-diferenciable de Riemann. Recientemente se ha descubierto que esta función aparece como la trayectoria de algunos torbellinos cerrados, como los aros de humo que muchos fumadores son capaces de producir. “La aportación de mi tesis ha sido analizar esta función desde esta novedosa faceta física y geométrica, estudiando su derivabilidad geométrica y su intermitencia”, explica el galardonado.
Juan Carlos Felipe-Navarro, investigador postdoctoral en la Universidad de Helsinki. Su investigación se ha centrado en el análisis de las llamadas ecuaciones no locales desde una perspectiva teórico-matemática. “Vivimos en un mundo cada vez más globalizado. Lo que sucede en un lugar tiene consecuencias en sitios muy alejados. Para comprender estos fenómenos de largo alcance, que acontecen en campos como las finanzas, el procesamiento de imágenes, la mecánica de fluidos o la ciencia de materiales, se utilizan ecuaciones no locales”, afirma el galardonado.
Además, la RSME ha concedido el premio José Luis Rubio de Francia a la investigadora Ujué Etayo, quien en 2020 recibió el Premio Vicent Caselles y en la actualidad es profesora ayudante doctora en la Universidad de Cantabria.
El Premio José Luis Rubio de Francia, para jóvenes matemáticos de hasta 32 años que hayan realizado su trabajo en España, está dotado con 3.000 euros y conlleva una beca Start-up grant de 35.000 euros por la que la Fundación BBVA apoyará la investigación de la premiada durante los próximos tres años.