Fachada del CNIO, en Madrid.

Fachada del CNIO, en Madrid. CNIO.

Investigación

Los investigadores del CNIO piden en una carta que se releve mediante concurso a María Blasco, directora científica

P. Fava
Publicada

Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han pedido al Ejecutivo por carta que abra una convocatoria internacional para elegir a un nuevo responsable del centro que sustituya a la actual directora científica, María Blasco, en el cargo desde 2011.

La misiva, obtenida por la agencia EFE, va dirigida entre otros al secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa, y a la secretaria general de investigación, Eva Ortega-Paíno.

El texto comienza recordando que durante las dos últimas décadas el CNIO se ha distinguido como líder internacional y nacional en la investigación del cáncer. El logro ha sido posible gracias al compromiso continuo de sucesivos ministerios y las contribuciones de numerosos profesionales dedicados a la investigación de alta calidad.

"Desde hace más de dos años, varios líderes de grupo del CNIO han expresado sus preocupaciones sobre la caída de la competitividad científica del centro en el escenario internacional, como lo evidencian descensos medibles en rankings (SCIMago, Nature, entre otros)", continúa el texto. "Si bien entendemos las limitaciones financieras resultantes de las congelaciones presupuestarias, estas restricciones no son del todo las responsables de la situación actual".

En este sentido, añaden los investigadores, "percibimos una falta de visión institucional que ha llevado al deterioro de infraestructuras de suma importancia, la incapacidad para asegurar financiación competitiva en convocatorias nacionales e internacionales y una desconexión y desalineación entre el equipo de dirección científica y el personal del CNIO".

Los firmantes dicen que las recientes noticias en los medios de comunicación que afectan a "la reputación" del centro suman una mayor preocupación y recalcan la urgencia de abordar la situación actual de crisis. "Dadas las circunstancias expuestas, creemos esencial iniciar un proceso competitivo para renovar al equipo de dirección científica, y solicitamos respetuosamente que el patronato del CNIO tome medidas al respecto", concluye la carta.

Según la memoria del CNIO de 2023, en el centro hay 49 investigadores principales, de los que aproximadamente la mitad ha rubricado esta carta. Muchos de los que no lo han hecho están en contra de que se concentre toda la responsabilidad en Blasco, ya que creen que parte de las dificultades de la institución derivan de problemas en el departamento de administración.

Instaurada a finales del mandato de Mariano Barbacid, en el CNIO existe una bicefalia en la dirección -gerencia y dirección científica-, con idéntica posición en el organigrama, lo que supone un problema en el día a día del funcionamiento del centro, ya que ambas partes llevan años enemistadas. Los cambios, en todo caso, tendrían que afectar a ambos departamentos, añaden estas fuentes a EFE.

La carta sale a la luz el mismo día de reunión del patronato del CNIO, convocada de forma ordinaria para repasar los resultados y planes del centro, así como la situación de déficit de 4 millones de euros que acumula la institución. Eva Ortega-Paíno ostenta la presidencia y cuenta con representantes de otros ministerios y de varias comunidades autónomas.

La continuidad de Blasco depende del patronato. Su contrato se renueva cada cinco años por este organismo tras una evaluación previa. "Son ellos los que tienen que decidir si tengo que continuar o no", pero las dos últimas valoraciones "han sido muy buenas", explicó Blasco el pasado viernes después de que se conocieran críticas por parte del algunos directores del centro a su gestión y a la falta de equipamiento.

Blasco dijo que "siempre hay que invertir" pero con los fondos del CNIO -un millón de euros anuales- "es imposible comprarlo todo". La asignación que procede de los Presupuestos Generales del Estado está congelada desde hace veinte años, lamentaba, y achacaba los cuatro millones de euros de déficit del centro a la inversión en estabilización del personal eventual.