Hoy, el Parlamento Europeo ha votado a favor de extender la licencia de los productos basados en glifosato para su uso en Europa, pero no durante otros 15 años como se esperaba, sino solamente hasta 2023.
Este pesticida se ha convertido en un símbolo sobre el futuro de la agricultura en Europa por su asociación con los productos transgénicos y los debates sobre su toxicidad. Por un lado, Francia defendía la prohibición, por el otro, Alemania y la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria sostenían que no había motivos para hacerlo.
La resolución ha sido aprobada con 374 votos a favor, 225 en contra y 102 abstenciones. Además, se aprobará solamente para uso profesional, y "no debería ser aprobado para su uso en o cerca de parques públicos y jardines".
Ahora, el Parlamento ha urgido a la Comisión Europea a ratificar la decisión y publicar "inmediatamente toda la evidencia científica en que se base la clasificación positiva del glifosato y la re-autorización propuesta, dado el predominante interés del público en la revelación de esta información", dice la resolución.
Los críticos de este producto blanden el argumento de que podría causar cáncer, en particular desde que la Agencia Internacional en Investigación del Cáncer, dependiente de la OMS, lo clasificara en marzo de 2015 como "probablemente carcinógeno", aunque la evidencia científica que apoya esto "es limitada".