Arancha Leal dedica una gran parte de su tiempo a rastrear edificios y a subir a las torres más altas de Madrid, en busca de un particular tesoro: nidos de halcones peregrinos. Esta majestuosa ave está presente en la ciudad de forma natural, a diferencia de otras ciudades como Barcelona o Granada, donde fueron introducidos por el hombre.
Una webcam es testigo de la actividad al segundo de una pareja en lo alto de una de las torres del AZCA: un auténtico prodigio natural al alcance de todos:
Esta bióloga, que trabaja en el área de estudio y seguimiento de aves en SEO/BirdLife, lleva desde 2012 controlando la cría natural de estos preciosos animales, una tarea que le apasiona.
"Hay al menos siete parejas criando en Madrid, además de otra en Fuenlabrada y otra en Leganés", comenta la experta a EL ESPAÑOL, "seguramente hay más, porque a veces nos llama gente por nuestra labor de divulgación, sabemos que otros individuos pero no logramos encontrar las parejas de éstos o dónde anidan".
De momento, la ONG cuenta con dos webcams en Madrid para controlar dos idos, respectivamente: en AZCA y en el Museo de América. Esta última lleva funcionando cinco años ya (aunque ahora sufre "problemas técnicos" que están tratando de resolver).
"Estas herramientas son muy educativas, a veces para mostrar las diferencias entre macho y hembra, o para ver cómo crían en directo", comenta Leal a este diario.
Torres y comida
Estas aves llegaron desde el campo atraídas por dos factores: los edificios altos y la abundancia de comida. "Los edificios son como los cortados y otras atalayas naturales donde naturalmente nidifican, con una buena visibilidad alrededor, porque cazan en pleno vuelo y se alimentan de otras aves", afirma la bióloga.
En cuanto a la comida, en esta época del año tienen de sobra: es época de vencejos en Madrid. También devoran palomas. "Pero depende de la zona, cerca del Parque del Oeste comen más cotorras", afirma Leal. La cotorra no es autóctona sino invasiva, por lo que funcionan como una impagable herramienta de control natural de fauna. Los expertos de SEO/BirdLife controlan lo que comen al observar los restos en los nidos.
Estos halcones castizos son sedentarios, "como casi todos en España, que no migran a diferencia de sus hermanos del norte de Europa", comenta Leal. Y además son muy territoriales: defienden sus distritos con pico y garras.
Por muy espectacular, didáctico y bello, lo cierto es que este proyecto de vigilancia y control de los halcones urbanos no tiene presupuesto. Ahora, es Arancha Leal quien, voluntariamente y sobre todo en su tiempo libre, hace posible que sepamos que estos halcones peregrinos sobrevuelan los tejados de Madrid.