A pesar de las múltiples campañas de concienciación que pretenden enseñar a la población los problemas de verter basura en los océanos, cada vez son más los casos de animales acuáticos afectados por los vertidos.
Cetáceos asfixiados por tragar bolsas, peces atrapados en los aros de plásticos de las latas y un sinfín de especies intoxicadas a causa de compuestos peligrosos son algunos de los ejemplos más frecuentes.
Pero la cosa no queda ahí, pues a esta terrible lista ahora se puede añadir el curioso caso de una langosta que ha sido capturada con el logotipo de Pepsi impreso en su pata.
Un 'tatuaje' peligroso
Este curioso suceso se ha dado en New Brunswick, Canadá, después de que un grupo de pescadores capturara al crustáceo, que tenía en una de sus pinzas una marca azul y roja que no pasó inadvertida a una de las tripulantes del barco, Karissa Lindstrand.
La mujer aseguró seguir el poco sano hábito de consumir una media de doce latas de esta marca de refrescos al día, por lo que reconoció la imagen inmediatamente, pero sin poder dar una respuesta a su origen.
De hecho, hasta el momento nadie ha podido entender la razón del misterio, aunque existen varias hipótesis al respecto.
El logo no parece pegado sobre las pinzas, sino más bien tatuado, por lo que debió originarse en un momento temprano de la vida del animal. Por eso, algunos creen que podría haber crecido en una lata situada sobre el fondo del océano, mientras que otros consideran que fue una caja la que lo dejó impreso.
Por el contrario, la propia pescadora que descubrió a la langosta ha asegurado que la imagen estaba pixelada, por lo que no podía proceder de una lata y que su tamaño no se correspondería con el de una caja. Más bien considera que podría ser una foto la que quedó pegada al animal antes de que el papel se deteriorara.
Resulta imposible saber si alguna de estas teorías es correcta. Incluso algunos piensan que podría ser una maniobra publicitaria.
Lo que sí está claro es que en el fondo del mar hay plásticos suficientes como para afectar a las especies que allí viven, a muchos niveles diferentes.
De hecho, según las Naciones Unidas cada milla cuadrada de océano contiene aproximadamente 46.000 pedazos de plástico flotantes. El caso de la langosta es una nimiedad al lado de estas cifras y si no se hace nada por evitarlo las próximas noticias serán mucho más preocupantes que curiosas.
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