Noticias relacionadas
-Discos fabricados al año en todo el mundo: 36.000 millones.
-CDs que se vuelven obsoletos al año: 45.000 kilos.
El aumento de la capacidad de almacenaje de los dispositivos electrónicos, junto al desarrollo de grandes plataformas de descarga, tanto de música como de vídeo, están dando al traste con una industria hasta ahora muy extendida: la de los CDs y DVDs.
Pocas personas quieren tener en casa estantes repletos de discos cuya información apenas ocuparía un 5% de la memoria de su ordenador. Esto a la larga podrá ser una ventaja ambiental, ya que se evitarán los costes ecológicos derivados de la fabricación de los CDs. Sin embargo, hasta que eso ocurra será necesario lidiar con el problema que supone desecharlos, ya que no son fáciles de reciclar.
Muy peligrosos en el mar
Aunque para su fabricación se utilizan varios materiales, un 98% del volumen de los CDs está constituido de policarbonato. Éste es un tipo de plástico muy duro que se obtiene al combinar el petróleo con gas natural, ambos combustibles fósiles de gran valor.
Se conoce por ser uno de los plásticos más resistentes, cuya degradación una vez liberado en la tierra llevaría muchísimo años. Sin embargo, en 2010 un equipo de investigadores de la Universidad de Nihon (Japón) demostró que bajo las condiciones del agua del mar se descompone a gran velocidad.
A bote pronto esto podría parecer una buena noticia, pero nada más lejos de la realidad. Esta descomposición daría lugar a la liberación de sustancias muy tóxicas, como el ya conocido bisfenol A. Dicho compuesto actúa como disruptor endocrino, alterando el correcto funcionamiento de las hormonas de los seres vivos que habitan en el mar y contaminando la cadena alimenticia hasta llegar al ser humano.
La importancia del reciclaje
Además de los problemas obvios que supone para el medio ambiente que no se recicle el policarbonato, su pérdida supone también un gran perjuicio económico, ya que se trata de un plástico muy valioso, cuya reutilización sería muy necesaria para la industria.
Por un lado, existe la posibilidad de reutilizarlos dándoles otros usos, como por ejemplo de posavasos o cuadros. Sin embargo, las personas poco dadas a las manualidades pueden optar por algo más sencillo, como llevarlos a un punto limpio habilitado para ello.
Una vez allí, cada tipo de residuo se envía a las plantas de reciclaje capacitadas para tratar este tipo de plástico. En España no abundan las plantas especializadas en el tratamiento del policarbonato, aunque sí que hay algunas opciones. Por ejemplo, la vasca Cederika Recycling cuenta con un servicio de recogida específico para CDs.
Cualquier empresa o asociación que quiera instalar un punto limpio dedicado a estos objetos puede ponerse en contacto con ellos para instalar todo el equipamiento necesario. El único problema es que, al ser un servicio costoso, el interesado debe pagar por los costes de transporte hasta la planta de reciclaje. Por otro lado, otras empresas de reciclaje, como el madrileño Grupo Layna han añadido el policarbonato a los tipos de plástico que pueden tratar.
Alternativas
Está claro que actualmente la mejor alternativa a los CDs de plástico es almacenar los archivos en dispositivos electrónicos. En un disco duro de 1 terabyte caben 250.000 canciones en mp3, 500.000 fotografías o dos semanas completas de películas en DVD.
Teniendo en cuenta que ya se pueden adquirir discos externos con esta capacidad por menos de 50 euros, está claro que los discos convencionales terminarán quedando relegados al simple coleccionismo. Y un coleccionista jamás tiraría a la basura sus tesoros, así que por esa parte podemos estar tranquilos.