Los envases son imprescindibles en la industria alimentaria: permiten transportar bebida o comida de manera segura e higiénica y manteniendo la calidad con la que salen de fábrica. Su utilidad está fuera de toda duda pero, tras su uso, a veces genera un problema si no se gestiona de forma adecuada. Afortunadamente, durante estos últimos años cuando se ha vuelto la mirada hacia ellos y al cómo, con una gestión y un diseño adecuado, pueden fomentar la economía circular y, sobre todo, minimizar su huella medioambiental, para beneficio de todos.
La innovación en ambos campos es clave y constituye una de las líneas maestras de 'Avanzamos', la estrategia de sostenibilidad conjunta de The Coca-Cola Company y Coca-Cola European Partners para Europa Occidental. Se trata de una hoja de ruta con horizonte 2025 que, en palabras de Ana Gascón, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola Iberia, se traduce en el "compromiso de Coca-Cola en España de utilizar envases más respetuosos con el medio ambiente en el marco de la economía circular. Para ello, aplicamos el eco-diseño para hacerlos más sostenibles; reducir la gestión de residuos; y recuperar los envases una vez utilizados".
Líder en innovación en envases sostenibles
Fruto de ello, Coca-Cola en España trabaja cada día para reducir el impacto de los envases de sus bebidas en el medio ambiente a lo largo de toda la cadena de valor. De hecho, a día de hoy, el 100% de sus envases son reciclables o reutilizables.
Este trabajo comienza en una mesa de diseño, ya que una de las características que definirán el futuro de los envases es su forma y, sobre todo, su composición. "Nuestra meta", indica Carmen Gómez-Acebo, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola European Partners Iberia, "es liderar la innovación en envases sostenibles, incluyendo materiales renovables".
Este afán se traduce en la introducción de criterios ambientales en su diseño. Además, se ha trabajado conjuntamente con los proveedores para desarrollar envases cada vez más ligeros e incluso en algunos casos se ha aumentado la capacidad de los mismos. Por ejemplo, la botella 'contour' de vidrio rellenable, la más icónica de la marca, ha pasado de los 372 gramos de sus inicios a los 245 gramos que pesa en la actualidad, aunque actualmente tenga un 37 ml. más de capacidad que antaño. Esta tendencia se percibe también en otras presentaciones de la empresa, como la botella de Fanta 'slider' o la botella de vidrio de un litro de Coca-Cola.
En el caso de las botellas de plástico PET, como explica Carmen Gómez-Acebo, "desde el año 2010 nuestros envases fabricados con este material son un 32% más ligeros". Además, destaca, "Coca-Cola en España no utiliza mezclas de diferentes plásticos ni multicapas, ni tampoco emplea colores oscuros ni botellas opacas. Estas medidas contribuyen a facilitar el reciclaje, de modo que cualquier botella puede ser procesada fácilmente en una planta de tratamiento de PET en España".
Por otra parte, también se está aumentando el material reciclado de todos los envases. En 2017, por ejemplo, ya se consiguió que el 13% de la composición de los envases de PET fuera de material reciclado (rPET). Este dato se ha incrementado en 2018 a un 23% en las botellas de bebidas carbonatadas y un 15% en las botellas de agua. Asimismo, los envases de aluminio contienen un 50% de material reciclado y los de acero un 25% y el vidrio un 15%.
Fomento de la economía circular
Todos estos elementos suman también a la hora de fomentar la economía circular, otro de los objetivos que persigue 'Avanzamos'. Se trata de un concepto en el que, durante los últimos años, se han logrado avances muy significativos. En el período 2010-2017, la ratio de generación de residuos por litro de producto fabricado se redujo en un 23%; además, también se ha reducido en un 76% la cantidad de residuos; y por otro lado, en 2017 se ha destinado a valorización un 92% de los residuos generados en los procesos productivos.
La reintroducción de estos materiales se complementa con otras estrategias que redundan en la sostenibilidad del proceso y que tocan otras áreas del medio ambiente. Por ejemplo, Coca-Cola tiene proyectos enfocados en la protección y mejora del agua, la búsqueda de la eficiencia en el consumo energético y la extensión de su compromiso ambiental a la cadena de suministro.
Uno de los pilares de esta estrategia de sostenibilidad es la recuperación de envases. Coca-Cola pretende recoger el 100% del equivalente de todos los envases que pone en el mercado. Y en esa tarea, la firma colabora estrechamente "con los gestores de los sistemas integrados de gestión de envases en la Península, a fin de fomentar el reciclaje de los envases y aumentar las tasas de recuperación”, explica Ana Gascón.
Además, "desarrollamos iniciativas propias de reciclaje y en colaboración con entidades deportivas, como la reciente 'Tu mejor jugada'. Incluso hemos puesto en marcha un plan para hacer que los eventos que organizamos o patrocinamos sean sostenibles, favoreciendo el reciclaje de los residuos generados en los mismos" explica Carmen Gómez-Acebo.
Una estrategia a largo plazo
Un ejemplo de reutilización son las botellas de vidrio rellenable, donde un mismo envase se puede utilizar hasta 25 veces, de ahí que la importancia de recuperarlo una vez vacío. Este envase representa un 92% del total del vidrio puesto en el mercado en el ejercicio 2017. Y más allá de esa cantidad, el vidrio se aprovecha para otros usos. Como parte de 'Avanzamos', Coca-Cola se ha propuesto recoger y reciclar el 100% del equivalente a todas las latas y botellas que comercialice para 2025, apostar por la innovación en envases sostenibles y reciclables, y fomentar la cultura de la reutilización y el reciclaje.
En España, además, Coca-Cola ha puesto en marcha 'Mares Circulares', su proyecto más ambicioso hasta la fecha para colaborar en la limpieza de costas y fondos marinos. En el mismo, la firma cuenta con la ayuda del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Asociación Chelonia, Asociación Vertidos Cero y Fundación Ecomar. Estos organismos son la punta de lanza de hasta un centenar de organismos públicos y privados que, a su vez, movilizan a más de un millar de voluntarios en las actividades de recogida en playas, fondos marinos y entornos acuáticos; y en los eventos de sensibilización, tan importantes o más que el resto, porque el primer paso para cuidar el medio ambiente empieza en casa.