Las islas más recónditas, invadidas por el plástico y la basura: 238 toneladas acumuladas
Un estudio demuestra que la cantidad de residuos producidos por los hombres en las Islas Cocos es mucho mayor de la estimada.
16 mayo, 2019 16:20Noticias relacionadas
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Elegir como destino turístico las Islas Cocos -también llamadas Islas Keeling- debería de ser sinónimo de elegir paz, tranquilidad y playas paradisíacas, con aguas azules y cristalinas, donde lo más colorido que se puede ver es un pez exótico o un coral. Lo último que alguien se imaginaría al desplazarse a este recóndito enclave australiano -compuesto por 27 islas, de las que sólo dos están habitadas -por 600 personas- es que está repleto de basura y no de cualquier tipo: desechos de origen exclusivamente humano, con el plástico a la cabeza.
Un estudio publicado este jueves en la revista Scientific Reports ha analizado la presencia de residuos humanos en 25 playas de siete islas de este archipiélago, situado a 2.000 kilómetros de Australia -de quien dependen- en pleno Océano Índico y el resultado es muy llamativo.
Los microresiduos -fragmentos pequeños o grandes de piezas de mayor tamaño- suponen el 60% de los residuos encontrados. El gran protagonista: el plástico, que suponía el 95% de la basura registrada, seguida por la espuma, de la que estaban hechos el 3,06% de los residuos.
Entre los objetos identificables, los investigadores dirigidos por Jennifer Lavers, de la Universidad de Tanzania, encontraron sobre todo zapatos -chanclas, en concreto- y envases para comida, botellas de beber, pajitas y cepillos de dientes.
En total, los autores encontraron 414 millones de residuos con un peso de 238 toneladas. De ellos, 338 millones estarían enterrados entre a uno y 10 centímetros de la superficie de la playa, por lo que lo visible -y que recogen las estremecedoras fotografías que acompañan al estudio- es sólo una mínima parte de lo que realmente hay.
De hecho, el estudio sugiere que, hasta ahora, otros trabajos se habrían limitado precisamente a analizar la presencia de residuos causados por el hombre en la superficie de las playas de este tipo de lugares, por lo que se habría infravalorado el impacto del problema ecológico.
Por esta razón, los investigadores sugieren que es necesario el desarrollo de una estrategia multifactorial que se centre en prevenir la entrada de más plástico en el océano. De hecho, en la introducción de su estudio explican cómo en los últimos 60 años se ha incrementado exponencialmente la producción de plástico en todo el mundo, lo que hace lógica la situación que denuncian y demuestran sus datos.
Esto incluiría, comentan, la inversión en estrategias para limitar la producción de plástico y su consumo, así como la prohibición generalizada de los objetos de plástico desechables y una forma eficaz de manejar la gestión de las basuras en todo el mundo.