Es un runrún constante cuando se habla de Greta Thunberg, sobre todo entre sus detractores. Su hermana pequeña, Beata Mona Lisa de nombre y Ernman de apellido -al menos artístico, ya que usa el de su madre-, será la sucesora de Greta en el activismo climático. Eso es lo que dicen las buenas lenguas; las malas la señalan como la sucesora de su hermana mayor a la hora de hacer dinero para su familia.
Pero la realidad es que Beata no muestra especial interés en la lucha contra el cambio climático, al menos en sus redes sociales y sus perfiles públicos. Sí lo ha hecho, eso sí, como coautora del libro Nuestra casa está ardiendo: una familia y un planeta en crisis (Lumen, 2019), pero en él figura claramente destacada en la tipografía Greta y tanto ella como su madre y su padre están en segundo plano.
De lo que sí habla Beata es del acoso escolar, del bullying. La niña fue escogida como la cara de marketing de una serie de libros sobre el tema dirigidos a niños, traducida a 17 idiomas y escrita por Elias Våhlund. En español se titula Manual para superhéroes y está editada por HarperKids.
Víctima del 'bullying'
Al parecer, y como contó su madre en su autobiografía Escenas desde el corazón, ella misma lo ha sufrido en la escuela. Según una de las últimas entrevistas de Greta -que no es muy pródiga a conceder entrevistas individuales-, también lo sufre en la actualidad, pero no en el colegio, sino en todos los ámbitos y motivado por el activismo de su hermana mayor. En el periódico sueco Dagens Nyether, la joven contó que la gente que la amenaza y la odia extiende esos sentimientos a toda la familia, incluyendo a su hermana pequeña. "La diferencia entre mí y ella es que yo siempre estoy viajando, soy inaccesible", declaró.
Para Greta, la mejor de manera de ayudarla es apoyar a su hermana. "No es porque sea mi hermana, sino porque es una persona fuerte y maravillosa. Es mi mejor amiga", decía en la misma entrevista.
A pesar de la importancia en la vida de Greta y su familia de la lucha contra el cambio climático -todos dejaron la carne y cambiaron de estilo de vida desde que Greta vio el documental sobre el calentamiento global que le hizo estallar en lágrimas y empezó todo-, lo que realmente motiva a Beata, y en lo que sí está haciendo carrera, se parece poco al activismo en el que está centrada Greta, aunque comparte un rasgo importante con éste: ambas facetas las protagonizan unas niñas que no superan los 16 años -Beata tiene 14-.
La hermana pequeña es, sobre todo, cantante pero también se puede definir como proyecto de influencer, ya que cuenta con 14.400 seguidores en Instagram entre los que, por cierto, no se encuentra su hermana, con más de ocho millones de followers. En su red social, su vida se asemeja a la de cualquier adolescente: hay fotos de pizza y de ella haciendo el tonto con sus amigas.
Pero lo que más interesa a la joven es su faceta profesional. Beata sigue los pasos de su madre y de ahí probablemente haber escogido su apellido para su nombre artístico En abril salió al mercado su última canción, Bara du Vill [Lo harás solo]. Aunque la joven canta, está compuesta por el músico Tom Goren y es la banda sonora de Manual para superhéroes, que además de una serie de libros es también un juego de rol.
La letra es un compendio de frases de autoayuda, entre las que destacan éstas: "Si solo quieres (solo hazlo)", "Puedes si quieres" o "Nunca dejes de creer en ti mismo".
Aunque en el Instagram de Beata no se ve una sola fotografía de su famosísima hermana, Greta sí habla de ella en sus redes y promocionó en su Facebook la nueva canción de Beata Mona Lisa.
Desórdenes neurológicos
Lo que sí comparte Beata con Greta es uno de sus desórdenes, aunque en su caso son sólo "rasgos de" síndrome de Asperger. Hay quien puede decir que no está bien hacer pública esta faceta de la joven, pero la realidad es que lo sabemos por la misma autobiografía de su madre, que también contó que la niña padece desde los 12 años trastorno obsesivo compulsivo y trastorno de oposición desafiante, además de trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Malena Ernman escribe en el libro que, al contrario que su hermana, Beata es dada a sufrir brotes de ira, en los que "grita obscenidades" a su madre. En una ocasión, la llamó "jodida y horrible diabla" mientras le tiraba carátulas de DVD.
El trastorno obsesivo compulsivo de la niña le hace caminar con el pie izquierdo siempre en primer lugar, rechazar ciertas partes de las aceras y exigir que su madre camine del mismo modo. Además, solía pedir insistentemente a su madre que la esperara fuera mientras estaba en el colegio, sin moverse.
Todo esto no está presente ni en las redes sociales de la joven ni en las de Greta, que la nombra mucho y siempre en positivo. Para los que opinan que Beata será la nueva Greta, los datos públicos no parecen indicarlo así. Ella no se pronuncia sobre la lucha contra el cambio climático ni sobre la odisea de Greta, que se encuentra estos días en Madrid.
De nuevo hay que recurrir a su madre y su autobiografía para ver en qué podría destacar la menor de los Thunberg. Al parecer, Beata se decanta más por el feminismo. Según Malena, Ernman no entiende por qué socialmente "los chicos valen más que las chicas", por qué sus logros se llevan más aplausos o sus discursos son más escuchados. La madre responde: "Son las estructuras patriarcales de la sociedad".