La solución al problema medioambiental que generan los plásticos de un solo uso y los envases desechables no es el reciclaje. Esta fórmula, que carga gran parte de la responsabilidad sobre el consumidor, es solo un parche que no acaba con la crisis de generación de basura masiva. Al compromiso de la ciudadanía cada vez más concienciada con la crisis climática, que hace la compra con bolsa de tela y que busca champú sólido en negocios independientes, tienen que sumarse los grandes supermercados o el esfuerzo será en balde.
Aunque estas empresas cada vez son más conscientes de que tienen que erradicar el plástico de sus estanterías, un estudio publicado este diciembre por Greenpeace revela que las medidas aplicadas por ahora son escasas y lentas. El análisis de la organización ecologista evalúa los progresos para acabar con el plástico este 2019 de los ocho supermercados con más cuota de mercado en España: Carrefour, Mercadona, DIA, El Corte Inglés, ALDI, Alcampo, LIDL y Eroski.
Eroski es el que sale mejor parado con una nota de 7,0. Según el análisis, uno de sus fuertes es que tiene una estrategia con acciones y fechas muy detalladas para reducir el plástico en un 20% antes de 2025. También vende mallas reutilizables para la fruta y la verdura, permite que el cliente lleve su propio envase para comprar productos frescos y está desarrollando opciones reutilizables para otros productos.
Además, es el supermercado que más fruta y verdura tiene a granel, aunque todavía tiene muchos productos con envase desechable. Este año han aumentado sus referencias a granel en un 5% respecto a 2018. Otra de sus fortalezas es que es el único supermercado que hará pública la huella plástica de sus productos de marca propia en 2020.
Pero no son todo piropos. Eroski se ha fijado el objetivo de que todos sus envases estén ecodiseñados para 2025: 100% reciclables, sin sobreenvasado, minimizando su tamaño y sustituyendo el plástico por otros materiales, algo que desde Greenpeace consideran una "falsa solución".
Sustituir el plástico por otro material desechable, por ejemplo el papel, es una fórmula que sigue alimentando la cultura del usar y tirar, generando millones de toneladas de residuos cada año. Según insisten los ecologistas, el verdadero cambio es eliminar los envases desechables y ofrecer alternativas reutilizables, retornables y rellenables.
El último en la clasificación es Carrefour. Según el análisis, uno de los motivos es que no tienen un objetivo de reducción de plásticos concreto, no muestran sus planes de avance y se ha negado a hacer pública su huella plástica. La cadena permite que los clientes lleven su propio envase, su propia botella para zumo, y venden bolsas de malla reutilizables para comprar fruta y verdura a granel, pero esto no se comunica en la mayoría de establecimientos.
Por otra parte, un error frecuente es que en, secciones a granel como congelados o especias, haya que usar el envase desechable de la marca. Aunque ofrecen algunas alternativas reutilizables, se encuentran productos sobreenvasados con materiales biodegradables, "lo que es igual de ridículo que con plástico, y no se reducen residuos".
Sin soluciones reales
Greenpeace lleva dos años realizando este estudio. Para ejecutarlo, se reúne con los supermercados y les asesora sobre cómo cambiar sus prácticas para frenar la contaminación plástica. Sin embargo, ninguno apuesta por una eliminación real. "Les resulta más fácil reducir el grosor y/o el tamaño de sus envases para usar menos cantidad de plástico (aunque el envase siga existiendo) y prefieren sustituir los plásticos de un solo uso por envases biodegradables o compostables, aunque también son de un solo uso y pueden seguir llevando plásticos, con lo cual, las medidas no serían efectivas", concluye el informe.
Para evaluar el compromiso de los súper se analizan diez parámetros: plan para eliminar plásticos de un solo uso a 2025, fomenta los envases reutilizables, no fomenta falsas soluciones, venta de fruta y verdura a granel, venta a granel de otros productos, elimina las bolsas de un solo uso, elimina otros plásticos de un solo uso, transparencia sobre su huella plástica, trabaja con proveedores para eliminar los plásticos y fomenta envases 100% reciclables. Según la importancia de cada uno, se le otorga una relevancia para que, a la hora de evaluar los compromisos, contribuyan más o menos a la nota final. Por ejemplo, tener una estrategia clara para reducir sus envases contribuye más que asegurar la reciclabilidad de envases.
Por ahora, todos están lejos de parecerse al supermercado ideal para frenar la
contaminación por plásticos, y para reducir el cambio climático que generan sus envases al convertirse en residuos.