Australia enfrenta incendios forestales cada año, pero puede que esta temporada sea la más devastadora que el país haya visto jamás. Al menos 25 personas han perdido la vida, entre ellas varios bomberos voluntarios, miles de casas han sido engullidas por las llamas, millones de hectáreas han quedado calcinadas y se estima que cerca de 500 millones de animales han perdido la vida, según Chris Dickman, investigador de la Universidad de Sídney. Y eso que el verano solo acaba de comenzar en el hemisferio sur.
Una de las peores partes de se la han llevado los koalas. Se calcula que el 30% han perecido en la costa de Nueva Gales del Sur a causa de las llamas, un golpe devastador para una especie que ya está en declive debido a la excesiva tala de árboles y el calentamiento climático, según denuncia la organización defensora del medio ambiente WWF.
Un vídeo difundido en Twitter ha puesto en evidencia la crudeza de la catástrofe con estos animales. La grabación recoge el momento en el que un bombero da de beber a un koala deshidratado que consiguió escapar de las llamas. Según la agencia Reuters, este episodio tuvo lugar el pasado 22 de diciembre en un incendio forestal en Cudlee Creek, un pueblo cercano a Adelaida, al sur de Australia.
Toni Doherty, vecina de Port Macquarie, una ciudad de la costa norte de Nueva Gales del Sur, se adentró el pasado noviembre en un incendio para salvar de las llamas a otro koala. La mujer utilizó su propia ropa para proteger al animal y se quedó en sujetador, un momento que se volvió viral en las redes sociales. Pero a pesar del esfuerzo de esta vecina, que también roció con agua al koala para aliviar las quemaduras, el animal fue sacrificado días después tras no haberse recuperado de las heridas causadas por el fuego.
A la pérdida de miles de koalas se suman los daños a otras especies icónicas del país como los canguros. Muchos de los bosques donde viven estos animales tardarán décadas en recuperarse, lo que empeorará la crisis de extinción de Australia, según apunta la organización ecologista. Mientras que los incendios no se extingan, el alcance total del daño no se conocerá con exactitud.
"WWF-Australia está horrorizado por la magnitud de la destrucción, pero no nos sorprende, la ciencia nos ha estado advirtiendo durante una década de que esto vendría", sentencian en un comunicado difundido este martes. "Australia es una tierra de incendios forestales, pero los mega incendios de esta temporada no son normales. El cambio climático no causa incendios forestales, pero los empeora mucho", añade el texto.