El miedo al brote global del nuevo coronavirus es para algunos una oportunidad para sacar tajada. Hay quien ha aprovechado para publicar el primer libro sobre la enfermedad, y otros que han encontrado la ocasión perfecta para defender las criticadas bolsas de plástico que contaminan océanos y ríos de todo el mundo.
Para conocer más sobre esta artimaña hay que mirar hacia Estados Unidos. En los últimos días, la industria del plástico del país, a través de laboratorios de ideas de derechas, ha publicado artículos que señalan que las bolsas reutilizables son peores que las de plástico para evitar la propagación del coronavirus. Estos artículo se basan en información tergiversada, según denuncia Greenpeace USA.
De esta forma, la industria del plástico busca evitar la entrada en vigor de leyes estatales que prohíben las bolsas de plástico de un solo uso. "Desafortunadamente, el sector está utilizando de manera oportunista esta crisis de salud pública para explotar el temor de la gente a las medidas de higiene", apuntan desde la organización ecologista.
La campaña a favor del plástico se ha desencadenado tras la publicación de dos investigaciones. La primera, de la Universidad de California, publicada el pasado febrero en el The Journal of Hospital Infection, concluyó de que virus similares al coronavirus pueden permanecer en el plástico hasta nueve días.
La segunda, publicada el 17 de marzo en The New England Journal of Medicine, apunta que el coronavirus sobrevive hasta tres días en el plástico y el acero. En superficies de cartón hasta 24 horas y solo cuatro horas sobre el cobre. Sin embargo, ningún de estos estudios examinó cuánto tiempo permanece el virus sobre la tela.
Sin evidencia
Como respuesta, un día después de la publicación del primer estudio, la Asociación de la Industria del Plástico escribió una carta al Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., para pedir al Gobierno que "hiciera una declaración sobre los beneficios para la salud y la seguridad observados en los plásticos de un solo uso". La misiva no hizo mención al estudio de la Universidad de California.
A esta campaña a favor de las bolsas se plástico, poco días después se sumaron los artículos relacionados con dos laboratorios de ideas conservadores, el Manhattan Institute y el Competitive Enterprise Institute, según informa Greenpeace.
El 12 de marzo, el Manhattan Institute escribió un texto en el City Journal que decía: "Las bolsas 'sostenibles' que los ecologistas y los políticos han estado ansiosos de imponer al público ... pueden mantener el virus que provoca el Covid-19 y la gripe y propagar el virus en toda la tienda".
El artículo cita una investigación sin identificar que, según el autor, demostró que los virus y las bacterias pueden sobrevivir en bolsas de tela durante nueve días. Pero no hay ninguna evidencia en el texto querespalde esta afirmación; de hecho, se enlaza a otros artículo que apunta que los virus permanecen en el plástico hasta nueve días. Todo un sinsentido.
El texto también cita un estudio de 2018, publicado en el Journal of Environmental Health, en el que los investigadores encontraron rastros de un virus sustituto en las manos de los compradores y de los cajeros, así como en muchas superficies tocadas por los compradores, lo suficientemente alto como para "correr el riesgo de transmisión". Para evitarlo, los científicos recomendaron la higiene de manos en la tienda y el lavar las bolsas reutilizables. Este estudio no compara el riesgo de usar bolsas reutilizables frente a los nuevas bolsas de plástico.
Otra pieza del mismo autor, con un argumento similar, apareció en el New York Post bajo el titular: Usar bolsas de tela en lugar de bolsas de plástico podría ayudar a propagar el coronavirus.
Manipulación informativa
Mientras, el Washington Examiner publicó un artículo de Angela Logomasini, relacionada con el Competitive Enterprise Institute (CEI), el 18 de marzo, un día después de la publicación del estudio del New England Journal of Medicine, titulado: La prohibición de las bolsas de plástico no nos ayudan a luchar contra el coronavirus.
Es importante señalar que el CEI es una organización sin fines de lucro que contribuyó a persuadir a la administración Trump para que abandonara el Acuerdo de París, el tratado histórico contra el cambio climático, según informa The Guardian.
Logomasini cita el mismo estudio de 2018 que Tierney, así como un estudio de 2011 sobre bolsas reutilizables y de plástico que analizó bacterias, no virus, y que fue financiado en parte por el American Chemistry Council.
"Estas narrativas combinan falsamente estudios anteriores sobre bacterias en bolsas reutilizables, nuevos estudios y la preocupación sobre el coronavirus para "probar" que las bolsas de plástico son la forma más segura de prevenir la transmisión del virus", sentencia Ivy Schlegel, investigadora de la organización conservacionista. "Esto no solo es incorrecto, sino que es una desviación nociva de los estudios recientes que demuestran que el virus persistirá en el plástico por más tiempo que casi cualquier material examinado", añade.
Detrás de estos laboratorios de ideas, aunque no están obligadas a revelar quienes son sus donantes, hay compañías de combustibles fósiles. Entre los patrocinadores de una gala del CEI el año pasado se encontraban el Instituto Charles Koch y la asociación estadounidense de fabricantes de combustibles y petroquímicos, según The New York Times.
Frenar leyes antiplástico
La maniobra a favor del plástico ya ha dado algunos frutos. La semana pasada, varios estados y ciudades estadounidenses echaron para atrás la prohibición de usar bolsas de plástico, citando el coronavirus. El estado de Maine derogó su prohibición.
Pero el gobernador de New Hampshire fue un paso más allá. Emitió una orden que prohíbe las bolsas reutilizables, alegando que se corre el riesgo de propagar el coronavirus. El gobernador de Massachusetts prohibió las bolsas reutilizables y levantó las prohibiciones de bolsas de plástico. Y el estado de Nueva York, que implementó su prohibición de las bolsas de plástico el 1 de marzo, retrasará la aplicación hasta junio.
"La verdad es que todavía no tenemos todas las respuestas a esta emergencia del Covid-19, pero es peligroso e irresponsable que la industria lo use como una oportunidad para aumentar las ganancias del sector de los combustibles fósiles y del plástico", valora Schlegel. "Lo que sí sabemos es que no hay nada que sustituya una higiene estricta", añade.
"Las decisiones que tomamos en esta crisis de salud deben basarse en la ciencia y el asesoramiento de profesionales médicos, no de grupos de presión de las industrias de los combustibles fósiles y los plásticos. Dondequiera que los productos reutilizables sean una opción, nos corresponde a todos lavarlos a fondo después de cada uso para protegernos unos a otros", recomienda esta ecologista.