Los comercios en California pueden entregar de nuevo bolsas de plástico de un solo uso gratuitas tras la aprobación el pasado abril de una orden ejecutiva por el gobernador Gavin Newsom por miedo a la expansión del coronavirus. La decisión no cuenta con el visto bueno de los ecologistas, que alegan que los estudios científicos han apuntado que el virus sobrevive más tiempo sobre el plástico que en otras superficies.
La suspensión de la prohibición de dispensar bolsas de plástico desechables, vigente desde 2016, ha sido defendida por la Asociación de minoristas de California y la Asociación de tiendas de comestibles de California, que han afirmado que las bolsas reutilizables ponen a los empleados de los supermercados en riesgo de infectarse de coronavirus.
"Esta es una política ambiental loable, pero no es apropiado que nuestros empleados manejen las bolsas de supermercado usadas de los clientes en este momento", defendieron las asociaciones en una carta dirigida al gobernador californiano.
La orden permite que las tiendas dispensen a los clientes bolsas de plástico desechables durante los próximos 60 días. "Es fundamental proteger la salud pública y la seguridad y minimizar el riesgo de exposición al Covid-19 de los trabajadores que participan en actividades esenciales, como los que manejan bolsas de supermercado reutilizables", apunta el texto.
Desde 2016, si los compradores no llevaban su propia bolsa, las tiendas tenían que cobrarles al menos 10 centavos de dólar por una bolsa de papel o reutilizable.
Mark Murray, director ejecutivo de Californians Against Waste (Californianos contra la basura), considera que hay una alternativa mejor: alentar a los clientes a que ellos mismo metan su compra en las bolsas (en Estados Unidos hay costumbre de que el personal del supermercado empaque la compra a los clientes).
Si los consumidores hacen esto, "las bolsas reutilizables son perfectamente seguras y no representan una amenaza para los empleados de la tienda y otros clientes", dijo Murray al diario The New York Times.
Añadió que creía que, si bien los minoristas tenían buenas intenciones, se infligían una "herida costosa e innecesaria" tanto a sí mismos como al medio ambiente al desalentar las bolsas reutilizables y aceptar entregar bolsas de plástico sin coste.
En 2007, una década antes de la prohibición de las bolsas, los supermercados de California distribuyeron alrededor de 68 millones de bolsas de un solo uso al día, la mayoría de plástico.
Campaña de la industria del plástico
California es solo uno de los muchos estados que están cambiando su postura respecto a las bolsas de plástico en medio de la preocupación de que las bolsas reutilizables puedan ayudar a propagar el virus. En marzo, la gobernadora Janet Mills de Maine pospuso la prohibición estatal de bolsas de plástico de un solo uso, que se suponía que entraría en vigencia este mes, hasta el próximo enero. Oregon y Nueva York también han retrasado las prohibiciones en todo el estado.
Algunos dicen que la industria del plástico, golpeada por una ola de prohibiciones en todo el país, ha explotando la pandemia de coronavirus para sembrar temores infundados sobre las bolsas reutilizables. "Simplemente no queremos que millones de estadounidenses lleven bolsas reutilizables llenas de gérmenes a establecimientos minoristas que pongan en riesgo al público y a los trabajadores", advertía la industria del plástico en una campaña.
No hay duda de que los riesgos para los empleados de los supermercados son reales; al menos 30 en todo el país han muerto a causa del coronavirus, según la Unión Internacional de Trabajadores Comerciales y de Alimentos de Estados Unidos. Pero grupos defensores del medio ambiente como Ocean Conservancy dicen que no hay evidencia de que regresar al plástico sea la forma de proteger la salud de nadie.
"En este momento, los datos indican que el coronavirus sobrevive más tiempo en los plásticos que en otros materiales", apuntó la organización en una publicación reciente en su blog. "Esto sugiere que probable las bolsas de papel supongan menos riesgo que las de plástico". La organización también señaló que no hay investigaciones que respalden la idea de que las bolsas reutilizables estén más contaminadas que otras superficies de los supermercados.
El dato de que el nuevo coronavirus puede sobrevivir hasta tres días en algunas superficies, como las plásticas, proviene de un estudio publicado el mes pasado en la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine. Pero los investigadores se centraron en el plástico y el cartón, no en la tela.
Los datos científicos sobre los riesgos de las bolsas reutilizables son escasos. Un estudio citado con frecuencia apunta que las bolsas de plástico reutilizables pueden contener bacterias y que los usuarios rara vez lavan las bolsas reutilizables. Sin embargo, el estudio fue financiado por el American Chemistry Council, que representa a los principales fabricantes de plásticos y químicos.
"Las decisiones que tomamos en esta crisis de salud deben basarse en la ciencia y el asesoramiento de profesionales médicos, no de grupos de presión de las industrias de los combustibles fósiles y los plásticos. Dondequiera que los productos reutilizables sean una opción, nos corresponde a todos lavarlos a fondo después de cada uso para protegernos unos a otros", apuntaba el pasado marzo Ivy Schlegel, investigadora de Greenpeace USA.