El mal uso o abuso de agentes desinfectantes, lejías y geles hidroalcohólicos está aumentando los problemas gastrointestinales y dermatológicos de las mascotas, según avisa el grupo de veterinarios y hospitales veterinarios europeo, AniCura.
Los veterinarios alertan de que la intoxicación se puede producir de distintas formas, desde cuando van de paseo y olisquean zonas en las que se han usado estos productos o bien porque se impregnan de estos en las patas que después e lamen.
Por ello, recomienda lavar tanto las patas como el hocico con agua y champú para mascotas o con toallitas desinfectantes ya preparadas, ambos productos con un pH adecuado para ellos.
La veterinaria de Anicura Velázquez Hospital Veterinario Teresa Megía ha indicado que en los últimos meses han notado un aumento de casos de mascotas, sobre todo perros, con problemas gastrointestinales y dermatológicos "debido al uso de productos desinfectantes".
Así, añade que en el hospital recibieron un caniche que llegó al hospital con la lengua "abrasada" por que sus dueños le habían desinfectado las patitas con un espray limpiador desinfectante de uso doméstico. "Tratamos al perro con corticoides y antibióticos, y tras dos días ingresado comenzó a mejorar y pudo regresar a su hogar", precisa Megía.
Irritación, diarrea y faringitis
Además, añade que el uso continuado de las soluciones hidroalcohólicas, lejía u otros desinfectantes, incluso diluidos en agua, pueden provocar desde irritación o abrasión en las almohadillas de las patas, problemas gastrointestinales que pueden derivar en diarreas hemorrágicas.
Asimismo, han observado un incremento en el número de casos de faringitis no relacionado con tos de perreras, que se debe a la inhalación de estos productos. "No solo debemos tener cuidado con los productos que usamos en nuestros hogares, sino también con los que se usan para desinfectar las calles", precisa.
Respecto al modo de intoxicación, explica que se produce bien cuando van de paseo y olisquean las zonas en las que se han usado dichos productos o si se impregnan con estos productos sus patas, que posteriormente se lamen e ingieren.
Otra de las zonas de los perros muy sensibles son las áreas interdigitales, por lo que la veterinaria añade que otra alternativa para evitar este tipo de productos en esas zonas, es el uso de botitas indicadas específicamente para mascotas cada vez que van de paseo, aunque esta opción puede resultar un poco incómoda si el animal no está habituado a usar este complemento.