Hendersonida parvirostris, Babamunida bellula, Munida ommata, Munida eclepsis, Torbenella orbis y Agononida sabatesae son algunos de los nombres que han recibido las numerosas especies nuevas de galateidos, que acaban de describir investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) y el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB), ambos del CSIC.
Estos pequeños crustáceos, de apenas unos pocos centímetros de caparazón, forman parte del grupo de los galateoideos, unos crustáceos decápodos que van desde los pocos milímetros hasta varios centímetros y que están caracterizados por tener un rostro más o menos triangular que sobrepasa los ojos.
Con el aspecto de pequeñas langostas de caparazones diminutos y bellos colores anaranjados, estos crustáceos de largas antenas son conocidos como chinches de mar o sastres y se encuentran repartidos por todos los océanos.
Las especies mencionadas han sido descubiertas en el Océano Pacífico, en la plataforma continental de la zona de Papúa Nueva Guinea, pero son solo algunas de las muchas que ha descrito este grupo de investigación en el último año.
Catorce nuevas especies
Gracias a las recolecciones llevadas a cabo por expediciones francesas en el océano profundo, este mismo equipo pudo confirmar la presencia de 14 especies nuevas para la ciencia de los géneros Eumunida, Munida y Munidopsis en las aguas de Nueva Caledonia, las Islas Salomón y Papúa Nueva Guinea.
Asimismo, la revisión de un género de especies de pequeño tamaño y también del océano profundo, Leiogalathea, supuso la descripción de un total de 15 especies nuevas colectadas en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico.
"Se trata de especies que, a simple vista, se parecen mucho entre sí, pero son muy diferentes genéticamente", aclara la investigadora del MNCN y el CEAB Paula C. Rodríguez Flores. "El origen de este grupo de especies se remonta al antiguo Océano Tetis, que precedió al actual Mediterráneo y que conectaba el Atlántico con el Pacífico mucho antes de que existiera el Océano Índico", continúa.
El hecho de que este grupo sea tan numeroso (actualmente se conocen cerca de 1.000 especies de galateoideos), ampliamente distribuido y ecológicamente diverso, lo convierte en idóneo para analizar cómo se producen los procesos de diversificación de especies marinas.