La ausencia de "vacuna" frente a la crisis climática sobrevuela la conmemoración del Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) que se celebró este jueves y que, según especialistas ambientales consultados por la agencia Efe, requeriría "un cambio estructural urgente" en sectores como el eléctrico, el agroganadero, el industrial o el de transporte.
Los confinamientos, las restricciones de movilidad y la destrucción de la actividad económica generados por la covid-19 en 2020 causaron una reducción en estas emisiones diarias a nivel global de un 17 %, según un estudio publicado recientemente en la revista científica Nature Climate Change, aunque este descenso podría revertirse con la recuperación de la economía tradicional.
Por ello, diferentes gobiernos nacionales y organizaciones supranacionales aspiran a situar la denominada transición ecológica en el centro de sus planes de recuperación, como en el caso de la UE, que planea asignar el 30 % de sus fondos de rescate post-covid (750.000 millones de euros) a la acción climática.
Así, la responsable de la campaña de Cambio Climático en Greenpeace España, Tatiana Nuño, explica que el hecho de que el CO2 se haya liberado de "manera más lenta" desde el inicio de la crisis no ha impedido que este gas haya seguido acumulándose en concentraciones "que superan los datos históricos", ya que "la actividad que se ha mantenido sigue basada en combustibles fósiles".
Las emisiones se han reducido "debido a las restricciones y no a cambios estructurales" pues, en su opinión, "seguimos sin disponer de las políticas que necesitamos para descarbonizar los sectores más contaminantes y un sistema energético basado en lo renovable".
Como ejemplos, ha indicado que el sistema eléctrico "todavía consume mucho gas", la agricultura y la ganadería siguen "en el mismo modelo agroindustrial" de producción y la industria no es "bastante eficiente ni se nutre de energía renovable", además de los problemas del transporte donde "hay que fomentar no sólo los vehículos eléctricos, sino también el transporte público, el ferrocarril y la movilidad sostenible en las ciudades españolas".
Medio grado importa
Por ello, Nuño ha insistido en que estamos "muy lejos" de alinearnos con las recomendaciones científicas para no superar los 1,5 ºC de aumento de temperatura media en el planeta de acuerdo con los términos del Acuerdo de París y evitar los peores impactos de la crisis climática.
Sin embargo, los fondos de recuperación europeos suponen "una oportunidad única" para abordar la transición energética y la justicia socioambiental y por ello "deben ir condicionados a que las empresas receptoras cumplan con el Acuerdo de París", motivo por el cual ha criticado que continúe la bonificación del combustible diésel o el apoyo a las aerolíneas.
En el mismo sentido, el doctor en Ecología del Observatorio de la Sostenibilidad, Fernando Prieto, ha coincidido en la necesidad de transformar el actual modelo económico, aunque ha añadido que es preciso completar esta modificación llevando a cabo una "gran restauración forestal y ecosistémica" con proyectos como el llamado Cinturón Verde Mediterráneo.
Esta iniciativa europea pretende crear una red ecológica de más de 12.500 kilómetros de extensión para conservar los paisajes naturales y culturales de Europa de manera sostenible, respetando las necesidades económicas, sociales y culturales de las comunidades locales.
Prieto se ha mostrado muy crítico con el Gobierno de España, cuyos esfuerzos considera "insuficientes" ya que "países como Reino Unido o Alemania lo están haciendo mucho mejor" y ha puesto como ejemplo que el ejecutivo haya fijado una disminución de emisiones de un 23 % de aquí a 2030, cuando la UE aboga por reducirlas un 55 % para el final de este decenio.
Las consecuencias de no descarbonizar la economía "van a ser muy graves", ha alertado, ya que los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones "se darán con mayor frecuencia".