Ya se sabía que los perros poseían algunas capacidades cognitivas complejas, como la muestra de empatía o el aprendizaje social, pero no estaba del todo claro si tenían algún tipo de autoconciencia. Ahora, un nuevo estudio, realizado con 32 perros domésticosy publicado en Scientific Reports, sugiere que los canes son capaces de reconocer su propio cuerpo como un obstáculo, así como de comprender las consecuencias que ocasiona sobre sus propias acciones.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores de la Universidad Eötvös Loránd, en Hungría, pusieron a prueba a sus participantes cuadrúpedos mediante una serie de tareas en las que su cuerpo era un obstáculo, es decir que por su propio peso no podían realizar una determinada tarea. Las mascotas debían recoger y entregar en mano un pequeño juguete a sus dueños mientras estaban de pie sobre una alfombra a la que estaba fijado el juguete. La trampa estaba en que, para lograrlo, los perros tenían que abandonar la alfombra.
En este sencillo experimento, los científicos vieron que los perros abandonaban el tapete antes y con más frecuencia que en los ejercicios similares donde el juguete no estaba anclado a la alfombra, sino al suelo, donde los perros no notaban ninguna fuerza que les levantase los pies al tirar de la alfombra.
Del mismo modo, los autores percibieron que los animales abandonaban más la alfombra con el juguete en la boca cuando el muñeco estaba sujeto a esta que cuando lo hacía al suelo. En 77 de las 113 pruebas realizadas los perros se quitaron de la alfombra para intentar dar el juguete a sus dueños.
“Al comparar las condiciones de ambas pruebas, descubrimos que los perros se salían de la alfombra con mucha más frecuencia y antes cuando era realmente necesario. Es decir, cuando su cuerpo era el obstáculo”, señalan los científicos.
Perciben su cuerpo
Por descartar otras posibles explicaciones, como que los perros abandonaban la alfombra por incomodidad, los expertos les sometieron a otras pruebas en las que, sobre la alfombra, se les incomodaba tirando de ella con el objetivo de que la abandonasen. Solo cinco perros abandonaron la alfombra en esta circunstancia.
Estos datos sugieren que los perros son capaces de reconocer su cuerpo como un obstáculo que les impedía cumplir el objetivo de entregar el juguete a su dueño. También, que las mascotas diferenciaron en qué ocasiones era necesario abandonar la alfombra para conseguir su propósito y cuándo no era necesario.
“Los canes podrían representar sus propias acciones y sus consecuencias en su modelo mental y separarlo de otros estímulos externos. Reaccionaron de manera diferente cuando estos estímulos fueron causados por su propia acción”, indican.
Según reflejan los investigadores en el estudio, este hallazgo permite respaldar la idea de que los perros poseen conciencia corporal, que es “la capacidad de mantener en mente información sobre el propio cuerpo, como un objeto explícito, en relación con otros objetos en el mundo”, según los autores. Bajo su criterio, esta capacidad podría considerarse como uno de los pilares fundamentales de la autorrepresentación.