El planeta pierde cada año una superficie de bosques tropicales de 4,5 millones de hectáreas -similar al tamaño de Dinamarca- debido a la tala ilegal para producir carne de vacuno y cultivos comerciales como cacao, soja, aceite de palma, café o maíz.

Así lo pone de manifiesto un estudio de la ONG Forest Trends, que indica que el 69% de los bosques tropicales aniquilados desde 2013 en pos de cultivos comerciales se taló de forma ilícita, violando regulaciones nacionales.

En términos de emisiones, la tala ilegal destinada a la agricultura comercial representa al menos el 41% del total de los gases atribuibles a la deforestación tropical: 2,7 gigatoneladas de CO2 anuales, un total de 19 gigatoneladas durante los siete años en los que se ha llevado a cabo este estudio (2013 – 2019).

Los autores del estudio subrayan que es complicado valorar el alcance de la destrucción ilegal de bosques tropicales, ya que la mayoría de países donde se ubican no proporcionan datos sobre deforestación ilegal.

Países a la cabeza

No obstante, los seguimientos a nivel nacional que realiza Forest Trend desde 2013 apuntan a que los países con las mayores superficies taladas ilegalmente para cultivos comerciales son en Brasil e Indonesia, seguidos de Bolivia, Colombia, México y Malasia.

El caso de Brasil es el mas preocupante, dado que el 95% de la superficie deforestada en 2019 fue ilegal, seguido de Indonesia donde su propio Gobierno reconoce que el 80% de las talas para obtener aceite de palma no cumplen la legislación nacional.

El 31% de los productos agrícolas producidos en tierras deforestadas se exporta y sus principales países destinatarios son (en este orden): Estados Unidos, China, Reino Unido, y la Unión Europea.

“Necesitamos regulaciones nacionales en estos últimos países que impidan la llegada de productos fruto de talas ilegales. La mayoría de los consumidores de estos países estarían de acuerdo en que es absurdo e inmoral que lo que adquieren en el supermercado venga de tierras deforestadas ilegalmente, subraya Cassie Dummet coautora del estudio.

Cacao y aceite de palma

La producción de carne de vaca, aceite de palma, soja y cacao es lo que genera mayores tasas de deforestación ilegal.

A la cabeza están la producción de cacao y aceite de palma: el 93% de su cultivo se obtiene de bosques talados ilegalmente; seguido de la carne de vaca, el 81% de su producción en países tropicales se hace en superficie forestal destruida irregularmente.

El estudio advierte de que el café o el maíz, son otros cultivos comerciales que están generando crecientes tasas de deforestación en estos países.

Soluciones

Los autores sostienen que el compromiso de los países para reducir a la mitad sus tasas de deforestación en 2020 y eliminarlas en 2030, recogidas en la Declaración de Nueva York sobre los Bosques (NYDF), está lejos de cumplirse.

“Cada vez está más claro que los compromisos voluntarios no son suficientes en sí mismos para evitar la deforestación, y que la clave está en que los países receptores prohíban las importaciones de productos fruto de la deforestación ilegal”, señala a la agencia EFE, Arthur Blundell, otro de los autores del estudio.

“Es fundamental que los consumidores que reciben estos productos estén informados y exijan a sus Gobiernos que no se importen”, añade.

En esa línea la cumbre del clima de Grasgow (COP26) en noviembre, donde los países están llamados revisar al alza sus compromisos de reducción de emisiones, podría el escenario ideal para que los países incluyan la protección de los bosques tropicales, como una de las soluciones basadas en la naturaleza menos costosas y más efectivas para hacer frente al cambio climático.

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