Los incendios que arrasan algunas zonas del Mediterráneo, como Grecia, Turquía o Sicilia, podrían evitarse con los llamados paisajes mosaico cortafuegos, una solución que, como explicaron varios expertos a Efe, permitiría "adaptar los paisajes forestales a los incendios".
El objetivo del paisaje mosaico es hacer que "el territorio sea menos inflamable" y evitar el impacto de los incendios forestales convirtiéndolo en un "paisaje vivo", es decir "convertirlo en una masa forestal viva sacándole rendimiento ganadero", señala el director de Conservación de WWF, Enrique Segovia.
Con esto, se busca evitar la formación de masas ingentes y uniformes de una única especie de árbol que ocupe miles de hectáreas, ya que este tipo de superficies "arden fácilmente".
Segovia señala que en la cuenca mediterránea ya existen este tipo de paisajes mosaico, pero no tienen el efecto que deberían ya que "estamos en un momento de abandono del medio rural y de las prácticas agrarias tradicionales" que han dejado que el monte y los bosques hayan crecido de manera libre e irregular, lo que hace que la propagación del fuego una vez se ha iniciado el incendio sea mucho más rápida.
Incendios de sexta generación
A diferencia de los incendios forestales habituales, los que se están sucediendo en estos países son los llamados superincendios o incendios de sexta generación, es decir, fuegos que son "casi imposibles de apagar por su carácter explosivo" que hacen que las llamas no sigan una única dirección, sino varias a la vez.
Por ello, según el director de Conservación de WWF, aplicar los paisajes mosaico permitiría "frenar" la expansión de las llamas y ofrecer múltiples opciones de una actuación rápida por parte de las autoridades.
En España y Portugal ya se han puesto en marcha diferentes iniciativas para conseguir estos paisajes cortafuegos y que WWF presentó en su informe sobre incendios forestales 2021, centrado en estos paisajes.
Ejemplos de 'paisaje mosaico'
Uno de los ejemplos de paisaje mosaico que recoge el informe es el de la Sierra de Gata, en Extremadura, donde la Universidad de Extremadura y la Junta extremeña han promovido la acción privada de los ciudadanos para transformar gradualmente el paisaje.
Según señala el informe, hasta el momento se han registrado 171 nuevas iniciativas en la comarca, de las cuales 59 fueron de tipo ganadero, 44 agrícolas y 38 forestales que han permitido erradicar el abandono del territorio y transformar el paisaje en un cortafuego efectivo.
Otros ejemplos que recoge el documento son: el proyecto de recuperación de Las Peñuelas, dentro del Espacio Natural de Doñana (Andalucía); el programa Clima Positivo-Rebanhos + en Portugal, que fomenta el pastoreo como herramienta para gestionar los espacios naturales; o el de Alvares, una de las zonas portuguesas más vulnerables a los incendios y donde pequeños propietarios, universidades, autoridades locales y diversas Ong están diseñando propuestas de ordenación y gestión forestal.
Mejorar la gestión de los bosques
Además de los paisajes mosaico, el responsable de la campaña de Incendios de Greenpeace España, Miguel Ángel Soto, considera que es importante "cuidar de la interfaz urbano-forestal", es decir, la línea que separa el bosque de lo urbano.
Para Soto esta es la "gran asignatura pendiente en España", ya que actualmente se pueden ver muchas viviendas o espacios turísticos muy cerca o incluso dentro de los bosques, lo que hace que, cuando comienza un incendio, "apenas haya vías de evacuación" y hace que "el fuego pase rápidamente del bosque a las zonas urbanas".
Este contexto en el que lo urbano esta dentro de lo natural es una "bomba de relojería" para los incendios y el representante de Greenpeace recuerda a Efe que, puesto que "ya estamos inmersos en el cambio climático y no hay marcha atrás", debemos "centrar nuestros esfuerzos" en crear paisajes resilientes a estos fenómenos.
Sin embargo, aplicar cualquiera de estas soluciones no garantizaría una solución a corto plazo, según el experto en megaincendios del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, Marc Castellnou, quien advierte a Efe que evitar los incendios forestales es "una carrera de fondo".
Castellnou explica que actualmente gran parte de la masa forestal se ha convertido en "bosques estresados" que, al ver visto modificado el medio ambiente en el que nacieron debido al cambio climático, no saben "vivir cómodamente" ni tienen recursos para defenderse de las altas temperaturas.