Las cinco claves de la erupción del volcán de La Palma: "Las próximas horas son críticas"
El enjambre sísmico que se desencadenó el pasado 11 de septiembre ha provocado la erupción y la salida del magma a la superficie.
20 septiembre, 2021 02:10Noticias relacionadas
Después de los miles de terremotos en solo siete días y de una deformación del terreno que ha alcanzado niveles superiores a los 15 centímetros, el volcán de Cumbre Vieja entró en erupción este domingo. El magma, en su intento por salir a la superficie, ha ido abriendo varias fisuras por las que ha conseguido escapar. La enorme columna de gases y las lenguas de lava avanzan lentas, pero imparables, y las autoridades han pedido que nadie se acerque a la zona.
Las próximas horas son claves para determinar cuál será la evolución de la erupción. Aunque de momento no se considera de gran peligro, las autoridades ya han activado la alerta roja en algunos municipios de la isla como Tazacorte, El Paso, Fuencaliente, Villa de Mazo y Los Llanos de Aridane. Este nivel de alerta contempla la evacuación inmediata y obligatoria de la población por la amenaza real de la erupción. "La dinámica eruptiva puede cambiar en minutos", asegura Stavros Meletlidis, uno de los vulcanólogos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) que están siguiendo la erupción sobre el terreno.
¿Por qué ha entrado en erupción?
El enjambre sísmico o la cadena de terremotos que comenzó el sábado 11 de septiembre en la zona oeste de la isla podían acabar o no en una erupción. Cabían todas las posibilidades. El único arma de los expertos en vulcanología era la vigilancia constante. La explicación está en que no hay un factor o un hecho que desencadene una erupción.
David Calvo, portavoz del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), señala que este episodio "es un funcionamiento normal de la isla". En la base del archipiélago canario existe un cuerpo magmático que asciende y que llega poco a poco a la superficie, por lo que se trata de su "funcionamiento lógico".
Los días previos a la erupción los expertos alertaban de la posibilidad de que hubiera una serie de terremotos encadenados de mayor intensidad que pudieran dar lugar a una erupción. Y es precisamente esto lo que ha ocurrido. Tras varios temblores de una magnitud superior a tres, y una deformación superior a 15 centímetros, la lava ha encontrado la energía y el camino para salir a la superficie.
En 1971 se produjo la última erupción en la isla de La Palma, de la que apenas se tienen datos por la falta de instrumentación que existía entonces. Más recientemente, la isla canaria de El Hierro sufrió la última erupción del arghipiélago hasta hoy. Sucedió en 2011 y fue submarina. El enjambre sísmico que precedió al episodio eruptivo duró entonces tres meses y no una semana como el actual en La Palma.
¿Qué es una erupción estromboliana?
La erupción que comenzó este domingo en La Palma es una erupción que se caracteriza por pequeñas explosiones de materiales en estado fundido o pastoso y que pueden suceder en apenas unos minutos o en horas. Generalmente, estas explosiones van acompañadas por derrames de coladas de lava.
Como explica Itahiza Domínguez, vulcanólogo del IGN, "no es una erupción violenta", sino más bien "tranquila". Los piroclastos de las coladas que emite el volcán son "bastante viscosos y no fluyen con tanta facilidad". Este es un dato importante, porque como cuenta el experto, en La Palma "hay pendientes muy grandes y pueden llegar a moverse a gran velocidad".
¿Qué es una erupción fisural?
Stavros Meletlidis, también vulcanólogo en el IGN, explica que además esta erupción es de tipo fisural. Es decir, en las primeras horas, el magma provocó en origen dos fisuras en la zona de Cabeza de Vaca, dos bocas por las que se escapaba la lava. En apenas unas horas, esas fisuras se multiplicaron y ya hay más de siete.
Los puntos de emisión, por tanto, son varios, y como explica el experto "se pueden abrir más en las próximas horas", porque "son impredecibles". Asegura que están en constante vigilancia porque "se puede abrir otra más en cualquier momento o erupcionar varias a la vez".
¿Qué materiales expulsa el volcán?
Al menos hay un total de ocho cráteres que están emitiendo lava, cenizas y rocas incandescentes. Calvo explica que "es probable que alguna boca deje de emitir lava o que se abra alguna nueva", por lo que "las primeras horas son críticas", sobre todo en lo que respecta a la reorganización del despliegue de equipos sobre el terreno.
La columna eruptiva, la enorme nube de gases formada tras la erupción, es clave. Esta columna está formada por cenizas, dióxido de carbono, dióxido de azufre y otras muchas sustancias químicas que pueden dar información para comprender el funcionamiento del volcán o conocer aspectos como cuánto magma contiene o cuál será su evolución en las próximas horas y días.
Calvo cuenta que analizar en particular cuánto dióxido de azufre expulsa el volcán "es fundamental", porque "indica el grado de actividad de la erupción, y sobre todo si hay una fuente de magma que sigue alimentando" la erupción.
¿Qué se puede esperar?
"Ahora lo que esperamos es una evolución normal", asegura Calvo. Esto quiere decir que la erupción puede prolongarse durante días o semanas, un dato que se sabrá cuando los expertos conozcan cuál es la tasa de descarga del volcán. "A partir de ahí hay que esperar, el volcán es el que lleva la voz cantante", señala el portavoz de Involcan.
El experto admite que "no es una erupción de gran peligro". No obstante, los operarios desplegados sobre el terreno ponen el foco en las principales amenazas: las columnas de lava y los gases volcánicos. Aunque es una lava que no se mueve muy rápido, la dinámica puede cambiar en cuestión de minutos, como aseguran desde el IGN.
De momento, la erupción ha provocado varios pequeños incendios forestales en la isla ante los que no se puede actuar. La peligrosidad que generan tanto la imprevisibilidad de las bocas eruptivas como la toxicidad de la nube de gases volcánicos mantiene a autoridades y población a una distancia prudencial. Como explica Meletlidis, "lo más importante es proteger a la población y a los operarios desplegados en la zona".