La lava del volcán de la isla de La Palma que cae al mar ya ha ganado terreno al agua y formado una lengua de más de 10 hectáreas de superficie. Esta "isla baja", tal y como la denominan los científicos, mide ya más de medio kilómetro de ancho y seguirá creciendo mientras la aportación de lava continúe, algo que de momento no se pone en duda ya que la actividad de ese salidero es "continuada".
"La estimación es que ya pasa de las 10 hectáreas", ha señalado el portavoz de Involcan, David Calvo, quien precisó que la institución va a realizar en las próximas horas una medición más exacta con drones.
La colada de lava del volcán de Cumbre Vieja, en erupción desde hace 11 días, llegó finalmente al mar en la noche del martes al miércoles tras recorrer unos seis kilómetros devastando todo a su paso.
Desde ese momento, con el volcán expulsando material sin parar, la cascada de lava no ha dejado de ingresar al océano Atlántico por lo que el delta que se está formando crece constantemente.
Pese a que la erupción ha llegado al mar, el volcán sigue mostrando su cara más activa. "La erupción fisural continúa mostrando su mecanismo estromboliano con una prevalencia de carácter efusivo desde hace unos días en el centro de emisión", ha explicado María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias (IGN.
"La colada que alcanzó el mar mantiene un caudal continuo en forma de cascada formando un delta de lava en la base de contacto del acantilado con un amplio frente que ha alcanzado visible en superficie la cota de 24 metros en profundidad marina", ha añadido.
Asimismo, en el área de contacto de contacto se están produciendo nubes de vapor de agua y otros gases que posiblemente tóxicos que han sido bautizados como "penacho marino" y que se concentra en una pequeña área. "Aunque la colada activa haya llegado al mar el proceso eruptivo continúa su actividad y el resto de las coladas están prácticamente inactivas", ha dicho Blanco.