Primero fueron Adrián, Beatriz, Carlos, Diana, Étienne y Flora, que se presentó a mediados de diciembre. Seis borrascas con nombre propio desde que arrancó la temporada actual en otoño de 2018, seguidas de cerca de mes y medio de tranquilidad y cielos generalmente despejados. Una estabilidad a la que puso punto y final el desplazamiento del anticiclón en la penúltima semana de enero y que brinda la entrada de Gabriel, la primera borrasca intensa de 2019.
El cometido de bautizar a las borrascas, inspirado en el tratamiento que da el Centro Nacional de Huracanes (CNH en sus siglas en español) de EEUU a los fenómenos de elevada peligrosidad, es cosa de tres. El denominado como Grupo Suroeste europeo está formado por los Servicios Meteorológicos Nacionales de España (Aemet), Portugal (IPMA) y Francia (Météo-France). Y le ha correspondido en esta ocasión a los galos el identificar a Gabriel, porque serán sus costas las que sufrirán la mayor parte de su embate.
Se trata de una borrasca atlántica "pequeña pero profunda" en palabras de Aemet (Agencia Estatal de Meteorología), que entrará en el continente europeo por el oeste de Francia provocando un fuerte temporal de viento y mar en el Cantábrico. En su aproximación desde el océano Atlántico hacia tierra firme en dirección al golfo de Vizcaya, señalan los meteorólogos, Gabriel sufrirá un proceso de ciclogénesis explosiva, también llamada "bomba meteorológica".
Recordemos en qué consiste este temible fenómeno meteorólogico. Su tipología es ciclónica y se da en las regiones templadas del planeta. La Península Ibérica está particularmente expuesta a ellas dada la interacción de vientos cálidos provenientes la zona ecuatorial del Atlántico con los vientos fríos del norte en la cercanía del Ártico, la región en la se forman las borrascas.
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Para que la ciclogenésis pase a considerarse "explosiva", se debe producir una bajada de las presiones muy intensa y rápida, un fenómeno de difícil predicción más allá de un plazo de 24 horas. El cálculo con respecto a Gabriel es que pase de los 1020 hPa (hectopascales, unidades de presión) del lunes en su centro a 990 hPa a su llegada al litoral francés. "Una profundización de 30 hPa en 24 horas, por lo que se cataloga como proceso de ciclogénesis explosiva"- explican desde Aemet.
Este fenómeno tiene otra manifestación, que es la de "tormenta de núcleo frío". Implica un rápido desplome de las temperaturas, fortísimos vientos de carácter huracanado y chaparrones de lluvia o tormentas de nieve en función de la cota. Por otro lado, se trata de temporales de efectos fuertes pero breves en el tiempo, al diluirse la intensidad de los efectos provocados por la bajada súbita de presiones. En el caso de Gabriel, se calcula que profundizará unos 4/6 hPa más al tocar tierra, para "debilitarse rápidamente a medida que avanza hacia el interior de Europa".
Gabriel en España
La borrasca se hará notar principalmente en la vertiente Cantábrica y, menos directamente, en Galicia y Pirineo, explican desde la Agencia. "El paso de Gabriel por el mar Cantábrico será rápido de oeste a este a partir de la mañana del martes". Se espera viento muy fuerte tanto en tierra como en el mar en el área cantábrica, "girando de oeste y suroeste a noroeste". Las rachas más intensas se producirán en el litoral, con velocidades que superen los 100 km/h.
Estas fuertes rachas también se producirán en puntos de montaña del norte peninsular. Sin embargo, el récord habrá que buscarlo en las "zonas expuestas, como cabos y puntos singulares". Ahí, el viento puede superar los 120 km/h. En el mar, se espera viento del oeste y noroeste fuerza 8 a 9, y mar combinada del noroeste de 5 a 8 metros en las zonas costeras del Cantábrico. Y el fuerte oleaje continuará como mínimo hasta bien entrado el miércoles.
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El temporal invernal ya se manifiesta desde el lunes con treinta provincias en alerta por viento, que también es una alerta por olas en provincias con costa: Teruel, Zaragoza, Cantabria, Albacete, Ávila, Burgos, León, Palencia, Segovia, Soria, Zamora, Barcelona, Tarragona, Melilla, Madrid, Castellón, Valencia, Alicante, Ibiza y Formentera, Mallorca, La Rioja, Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Asturias, Murcia, Huesca, Girona, Lleida y Navarra. En dos de ellas -Huesca y Lleida- se ha decretado el aviso por aludes.
El paso de Gabriel es en cualquier caso un preámbulo: a medida que avance la semana, del miércoles al viernes, las lluvias y los chubascos se extenderán a la totalidad de la Península y Baleares. La nieve estará presente en la totalidad de las formaciones montañosas, llegando a caer en cotas de 400/600 metros en Pirineos. Canarias se mantendrá al resguardo con una baja probabilidad de lluvias débiles. El temporal remitirá de cara al fin de semana, pero el tiempo será decididamente más intempestivo de lo vivido hasta ahora.