El calor ha jugado al escondite durante el mes de junio. Ha sido, de media, un mes frío en comparación con los valores habituales para la época. Sin embargo, la tregua de los primeros días del verano estacional va a terminar de golpe: la primera de las olas de calor que podemos esperar en los proximos meses estivales arranca a partir de miércoles y no comenzará a remitir hasta la semana que viene, según confirma la Agencia Nacional de Meteorología (Aemet).
Las olas de calor durante el verano en España han ido volviéndose más largas y severas desde 1976, fecha en la que arranca el registro histórico de Aemet. En 2018, el episodio de calor extremo de primeros de agosto duró ocho días y alcanzó los 38,3 ºC de máxima en ese periodo. Hay que retrotraerse a 2017 para encontrar una ola de calor tan temprana: se instaló a mediados de junio durante nueve días con picos de 37,1 ºC en lo que fue el preludio de un verano infernal. Hubo otras cuatro olas ese año; la más terrible de todas, a mediados de julio, llegó a los 41 ºC.
Hay otro año "interesante" en lo que a olas de calor se refiere: 2015. Solo hubo dos episodios de este tipo, es cierto, pero el primero también arrancó a finales de junio y se alargó durante unos apocalípticos 26 días, con máximas de 37,6 ºC. Y fue inmediatamente seguida de otra, de solo tres jornadas pero de hasta 38,7 ºC. La noticia "esperanzadora" en esta ocasión es que la masa de aire sahariano que afecta a España y a buena parte de Europa no tiene visos de alargar su estancia en exceso.
El calor, de hecho, no ha llegado antes al existir un embolsamiento de aire frío situado en el noroeste y responsable de dejar precipitaciones en Galicia y Asturias a principios de la semana. Pero si hasta ahora junio ha estado marcado por récords "hacia abajo", es decir, de temperaturas mínimas, la tendencia está a punto de cambiar. "No descartamos que durante la segunda mitad de la semana, algunos de esos récords de temperaturas máximas caigan", explica el meteorólogo Mario Picazo en su predicción semanal para eltiempo.es.
"Es una situación clásica, más de segunda quincena de julio o primera de agosto, con aire muy cálido subiendo del continente africano", valora Picazo. "Se va a prolongar durante gran parte de la semana, y eso va a ser problemático". Ya desde el martes, empezarán a notarse temperaturas diurnas "muy cálidas" en el interior peninsular que se irán volviendo "más suaves cuanto más al noroeste". Por el otro lado, el meteorólogo advierte que soplará viento del este. "El aporte de humedad va a hacer que el bochorno sea aún más intenso en zonas del interior".
A partir del miércoles, podemos esperar temperaturas nocturnas de más de 20 ºC en amplias zonas de la Península y Baleares, e "incluso podrían no bajar de los 25ºC en el interior de la mitad sur y centro peninsular, valle del Ebro y área mediterránea", alerta la Aemet. "Es lo que llamamos 'noches tropicales'", explica Picazo. "Después del calorón del día, por la noche tampoco va a refrescar demasiado".
Gran parte de España en alerta
La Aemet ha identificado las regiones particularmente afectadas por este episodio de calor. Se superarán los 35 ºC en amplias zonas del interior peninsular, pero es "bastante probable" el rebasar los 40 ºC en áreas del centro, interior de la mitad sur y cuadrante nordeste. De jueves a viernes, Burgos podrá llegar a los 40 ºC y Pamplona los 41 ºC; Madrid, del viernes al domingo, se mantendría en los 41 ºC; en Toledo, en los 42-43 ºC, y los 41-42 ºC en Ciudad Real. En Guadalajara, se alcanzarían los 40 ºC; y en zonas como Segovia, Teruel o Cuenca, los 38-39 ºC.
En las zonas litorales, debido a la influencia marítima, las temperaturas no alcanzarán valores tan altos, precisa Aemet. Sin embargo, los valles del Ebro, Tajo, Guadiana y Guadalquivir se verán particularmente afectados. Córdoba puede esperar alcanzar los 44 ºC durante el fin de semana mientras que Sevilla "solo" llegará a los 40 grados y Jaén, a los 41 ºC. Cáceres se mantendrá en los 41 ºC, mientras que Badajoz daría un importante salto de 39 grados el viernes a 44 el domingo.
La mayor probabilidad de que se superen los 42 ºC de forma generalizada corresponde al valle del Ebro, según la Agencia: Logroño alcanzaría un pico de 43 ºC el viernes, para ir descendiendo a los 41 grados durante el fin de semana. Zaragoza, en cambio, seguirá calentándose desde el mismo jueves, llegando a los 44 ºC el viernes y no empezando a descender hasta el domingo. Lleida vivirá la misma situación. Y Huesca se mantendrá estos días rondando los 41 grados.
¿Dónde buscar refugio? No en Baleares, donde podrán superarse los 35 ºC especialmente en el interior de Mallorca. Galicia, Asturias y Cantabria, junto a Canarias, Ceuta y Melilla, será las regiones "indultadas" por la ola de calor. "Entre el domingo y el lunes, parece que el calor podría remitir algo", reconforta Picazo. "Pero, en cualquier caso, tenemos episodio de calor para días. Paciencia, a hidratarse bien, ropa ligera y a evitar esas horas de intenso calor".
[Más información: Éste es el tiempo que nos espera para este verano]