El volcán de Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, sigue más activo que nunca, escupiendo lava dos semanas después de que arrancara la erupción. De hecho, este domingo, el derrumbe de una parte del cono principal provocó un aumento en el caudal de lava y la creación de una nueva colada. Sin embargo, uno de los aspectos más llamativos de este fin de semana en lo relativo al volcán ha sido la aparición de unas extrañas ondas en el cielo, justo sobre la nube de ceniza. ¿De qué fenómeno estamos hablando?
Se trata de ondas de gravedad, un fenómeno atmosférico mediante el que "se intenta restablecer la estabilidad perdida en aquellos fluidos que se encuentran bajo la acción de la gravedad", tal y como explican en Eltiempo.es. "Las ondas provocan una ondulación vertical, con valles (zonas bajas) y crestas (zonas altas). Además, a medida que se alejan, las ondas se atenúan y la estabilidad se recupera".
Así pues, el aire caliente que llega hasta una capa estable de la atmósfera a consecuencia de la expulsión de lava desde el interior de la tierra provoca que haya un desplazamiento de los flujos en esa capa. Sin embargo, al tratarse de una capa estable, ésta tiende a recuperar la forma perdida. "Es importante que esto se dé sobre una capa estable, ya que si no, no se producirán las ondas de gravedad", señalan.
"Como en el caso del agua, las ondas provocarán zonas donde la capa estará deprimida respecto a su nivel estable y otras donde estará elevada. Estas zonas más elevadas serán favorables a la presencia de nubosidad, mientras que las zonas deprimidas presentarán cielos despejados".
Pero, ¿por qué podemos observar estas ondas a simple vista? Tal y como explica el meteorólogo de la Aemet J. J. González a través de su cuenta de Twitter, "la parte ascendente de la onda (al ascender el aire) condensa el vapor de agua y forma nubes. Por eso podemos trazar el recorrido de la onda. Si no hubiese suficiente vapor para condensar, no la podríamos ver".