Si España viene encadenando los veranos más cálidos desde que existen registros, con un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor, la estación estival de 2024 no va a cambiar el guion: la sequía no tiene visos de mejorar, todo lo contrario. La previsión de Mar Gómez, meteoróloga de eltiempo.es, para los próximos tres meses (mayo, junio y julio) y el trimestre de verano (junio, julio y agosto) augura una temporada "abrasadora" con muy pocas lluvias.
El portal meteorológico recuerda que, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, los veranos en España se han ido volviendo cada vez más cálidos desde los años ochenta. Además, se ha alargado cinco semanas con respecto a finales del siglo pasado, al ritmo de nueve días veraniegos extra por década. "Esto ha llevado a un mayor riesgo de incendios forestales, sequías y problemas de salud relacionados con el calor, como golpes de calor y deshidratación", añade Gómez.
"Las previsiones indican que tanto mayo, junio y julio traerán temperaturas muy por encima de lo normal en nuestro país", advierte la meteoróloga. En concreto, el final de primavera y comienzo de verano será "mucho más cálido de lo normal en todo el interior" y "más cálido de lo normal en el resto del país, salvo en Canarias". En el archipiélago las temperaturas podrían estar solo ligeramente por encima de la media.
Estos tres meses correspondientes al verano climatológico traerán "anomalías térmicas positivas, es decir, por encima de lo normal", a todas las regiones de España, pero con importantes matices. Así, si en toda la Península el ambiente será "mucho más cálido de lo normal", el ascenso anómalo será menor en Baleares y muy ligero, como se adelantaba, en Canarias.
En cuanto a las precipitaciones, se espera un trimestre con lluvias "ligeramente por debajo de lo normal" en el interior de Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Madrid, Extremadura, gran parte de Castilla-La Mancha y Andalucía. Con el fin de la primavera, los meses de verano no presentarían anomalías. Esto, apunta Gómez, no es una buena noticia dada la situación de sequía meteorológica.
"Teniendo en cuenta que en verano normalmente apenas se registran precipitaciones, las perspectivas no son buenas", lamenta. "Esto no quiere decir que no vaya a llover en algún momento, ya que aquí hablamos de medias para el conjunto del país a lo largo de tres meses".
Sin embargo, no hay expectativas de "lluvias importantes a la vista" a corto plazo, cuando estamos en "el periodo de más lluvia estadísticamente en España". Gómez insiste así en que "las perspectivas para verano no son buenas", con un ambiente más cálido y seco que es "caldo de cultivo para propagación de incendios". Aunque "obviamente" existe una importante responsabilidad humana a la hora de prevenirlos, las "condiciones atmosféricas podrían no ayudar".
Los precedentes
El pasado verano de 2022 fue el más cálido jamás registrado en España desde que hay registros (1961), con temperaturas 2,2ºC por encima de la media. El mes más anómalo fue julio, cuando la temperatura en España peninsular estuvo 2,7ºC por encima de lo normal. La temperatura media nacional fue de 26,6ºC, por lo que se convirtió en el mes más cálido jamás vivido desde que existen registros.
Ese mes también se registró una ola de calor extrema, entre los días 9 y 26, la más importante por intensidad, extensión y duración. Así, llegaron a superarse los 45ºC en puntos del sur del país, con un valor puntual de 46ºC en la provincia de Sevilla. Hubo otras dos olas de calor durante el verano, una de ellas en la primera quincena del mes de junio, algo que es muy poco habitual.