Así se han disparado las noches tropicales en España: hasta 2,45ºC más que hace 50 años
Un estudio ha analizado las noches por encima de los 20 ºC de 75 estaciones meteorológicas repartidas en 44 provincias entre 1970 y 2023.
12 septiembre, 2024 02:28Las noches en España cada vez son más calurosas. No, no es una percepción suya. Es cierto que las mínimas nocturnas han ido en aumento en nuestro país. Así lo ha confirmado un estudio que ha analizado las noches tropicales (aquellas que superan los 20 ºC) en 75 estaciones meteorológicas repartidas por 44 provincias españolas entre 1970 y 2023.
En todas ellas se ha registrado un aumento de la temperatura mínima, aunque no ha sido homogéneo. En España, las noches tropicales se registran con mayor frecuencia en Canarias y en algunas áreas del litoral mediterráneo. Pero como destaca la investigación, publicada en la revista International Journal of Climatology, se están extendiendo al interior peninsular.
De hecho, ha sido en esta zona donde se han producido los mayores aumentos de los últimos 50 años. La estación de Toledo ha sido en la que se ha registrado el aumento más alto, con una media de 0,044 ºC al año, seguida de la de Ciudad Real (0,043 ºC) y la de Getafe (0,043 ºC). En el otro extremo se sitúa Canarias, donde el incremento ha sido menor que en el resto del país, con una media de 0,021 ºC.
Esto se debe a que las temperaturas de partida eran más elevadas que en las otras zonas. Pero también se explica porque en las regiones costeras el calentamiento es más lento y, por tanto, el aumento de las temperaturas es menor. Por ello en aquellos lugares en los que no hay influencia marítima, como es el caso del centro peninsular, el grado de calentamiento es mayor.
Un aumento de 4 ºC
Pese a la dispersión geográfica que existe, los autores han agrupado los datos de la temperatura mínima de las 75 estaciones en siete regiones climáticas diferentes (conocidas como clusters en inglés): noroeste, norte-interior, interior, mediterráneo, sudeste, sudoeste y Canarias.
El sureste es la región peninsular que, junto con Canarias, presenta las temperaturas mínimas más elevadas, con 21,7 ºC. Por contra, los clusters con los valores térmicos más bajos corresponden al interior y al norte del país. Es cierto que hay algunas excepciones como, por ejemplo, Badajoz. Aunque esté situado en el suroeste, las temperaturas mínimas son similares a las del norte-interior.
En algunas de estas regiones el incremento es de hasta 0,4 ºC por década. "Esto supondría que, por ejemplo, en el interior de la Península hubiera un un incremento térmico de hasta 4 ºC si la tendencia continúa", señala a EL ESPAÑOL Pedro Dorta, investigador de Geografía de la Universidad de La Laguna y uno de los autores del estudio.
"Se certifica lo que venimos observando ya en los últimos años: se está produciendo una subida de las temperaturas que no sólo se refleja en las máximas, también en las mínimas nocturnas", comenta José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored, que no ha participado en el estudio.
Ambos coinciden en apuntar al cambio climático y a las emisiones de gases de efecto invernadero como principales causas de este incremento. "Como seguramente va a seguir en aumento, habrá que apostar por medidas de adaptación para soportar mejor las noches cálidas que se repetirán con mucha frecuencia".
Y es que, como indica Dorta, "las noches tropicales tienen incluso más impacto en la salud que la temperatura diurna". En las olas de calor, las noches tropicales pueden aumentar hasta un 16% el riesgo de muerte, pues se genera una mayor debilitamiento, especialmente en la población más vulnerable.
Diferencias en 15 kilómetros
El enclave con la frecuencia anual de noches tropicales más alta es Canarias, con una media de 92,2 al año. Le sigue el sureste peninsular, con 62,9, el Mediterráneo (36) y el suroeste (23,9). En el interior, las cifras se reducen. Por ejemplo, en el noroeste la media es de una noche tropical al año.
Aunque dentro de las regiones hay grandes diferencias entre puntos con una distancia relativamente pequeña. El primer caso que destacan en el estudio es el de la Comunidad de Madrid. Y es que mientras que en el interior de la ciudad se registran unas 30 noches de este tipo, en el aeropuerto de Barajas (es decir, a 15 kilómetros de distancia), sólo fueron nueve.
Sucede igual en Albacete, con una diferencia de unas ocho noches tropicales entre la ciudad y la estación ubicada en la base aérea. Aunque el ejemplo más notable es el que se da en Valencia: 73,8 noches tropicales en la estación de la ciudad frente a 48,4 en el aeropuerto que está situado en la misma provincia.
Esta diferencia se produce por el conocido como efecto de isla de calor. Tal y como explica Dorta, "las estaciones de los aeropuertos, que representarían el medio rural, mantienen menos el calor que las ciudades por su estructura urbana". "Por ello una medida clara de mitigación es apostar por espacios naturales que reducirían en cierta medida la cantidad de noches tropicales", añade Viñas.
No sólo en verano
El citado estudio también demuestra que las noches tropicales no sólo se concentran únicamente en el verano. En el sureste peninsular, por ejemplo, las primeras se suceden a finales de primavera. Esta tendencia a adelantar la primera noche tropical se observó en un total de 38 estaciones.
Hay puntos tan "dispares" como Jerez de la Frontera, Segovia, Ourense o Tenerife (Norte), en los que el adelanto se sitúa en torno a un día por año. En el otro extremo, se sitúa el noroeste peninsular, donde la temporada media de este tipo de noches comienza y termina en el mismo mes de agosto.
Como consecuencia, el periodo entre la primera y la última noche ha aumentado de forma considerable. En Canarias, por ejemplo, la media rondaba los seis meses (desde mediados de mayo hasta principios de noviembre). Pero en los últimos años, según el estudio, "no es extraño que se sucedan años con temporadas de más de ocho o incluso 10 meses".
Este trabajo toma como referencia la obra del meteorólogo Inocencio Font-Tullot, Climatología de España y Portugal, que se publicó en 1983. Y como señala Dorta, "el mapa actual es completamente diferente" al que se dibujaba en aquella publicación. Esta tendencia al alza no sólo se ha registrado en nuestro país. Hay algunos estudios que demuestran la misma evolución en países como Italia, Grecia o Croacia. Dorta lamenta que la población sólo sea consciente de estos cambios "cuando le afectan directamente".