Cientos de españoles pagan un coste más alto que el resto de la población por su cesta de la compra. Así, ser celíaco en nuestro país supone para el bolsillo unos 1.050 euros más al año que al resto, según los cálculos de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten. Por su parte, la Asociación de Intolerantes a la Lactosa (Adilac) calcula que sus representados gastan un 30% más cada vez que van al supermercado.
Durante años estos colectivos han visto su cartera resentida, ya que los productos de marca para ellos son notablemente más caros. Pero ahora los supermercados, como Mercadona, se están poniendo las pilas con sus marcas blancas y están salvando los bolsillos de los sensibles a ciertos alimentos.
Mientras un litro de leche de Pascual sin lactosa cuesta 1,09 euros, el de Mercadona cuesta 0,34 euros menos. Asimismo, comprar queso de Burgos sin este elemento de Hacendado cuesta cuatro euros menos el kilo que la marca Burgo de Arias. Incluso hay productos que cuestan la mitad si se compran de la marca de Mercadona. Esta gran superficie de alimentación ofrece decenas de productos que permiten a los intolerantes a la lactosa ahorrar dinero ante los altos precios de las marcas.
Por su parte, los celíacos y sensibles al gluten tienen el mismo hándicap económico para comprar productos de marca; y Hacendado también salva el bolsillo de este colectivo. Por ejemplo, un bizcocho de chocolate de Hacendado cuesta menos de la mitad que el de la marca Gerblé; la cerveza sin gluten y sin alcohol de Mercadona cuesta 1,06 euros el litro, frente a los 1,97 euros del mismo producto de Mahou; y las galletas rellenas de crema sin gluten cuestan unos cinco euros menos el kilo si se compra de Hacendado en lugar de Coppenrath.
"En general todas las marcas blancas, quizás la más reseñable sea la de Mercadona, han ayudado a bajar el precio de los productos sin gluten", explica Roberto Espina, director de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten, a EL ESPAÑOL.
Para Espina uno de los motivos de que aumente la oferta de estos productos está vinculada a un aumento de la demanda, especialmente porque cada vez hay más diagnósticos. "Es un mercado que está creciendo, se estima, entre un 20% y un 25%", explica.
El director vaticina que los precios podrían seguir bajando si se realiza una producción masiva, aunque aclara que probablemente nunca se llegue al mismo precio de los productos convencionales. Los alimentos, como el pan sin gluten, se realizan con una mezcla de harinas, algo que encarece la producción más que el de toda la vida, que solo se realiza con una.
Desde Mercadona indican que apuestan por estos productos porque "cubren una necesidad" de sus clientes. Por el momento, continúan trabajando "en la mejora del surtido e identificación de productos sin lactosa, más de 800, con el objetivo de que nuestros clientes dispongan de la posibilidad de comprar en todas las categorías de productos".
Efecto moda
El presidente de los celíacos denuncia que existe un "efecto moda" con los productos sin gluten, que lleva a que se produzca un etiquetado masivo de productos con el distintivo sin gluten, que facilita la compra a este colectivo, pero que a veces se realiza sin sentido. "En cierto momento hubo un boom de este tipo de etiquetado, incluso se llegó a etiquetar botellas de agua con el distintivo sin gluten", relata.
Por ello, en el caso de recibir aviso de la existencia de etiquetado innecesario y confuso se ponen en contacto con el fabricante para solicitarle que lo retiren: "Hace tres o cuatro años se llegó a usar excesivamente este tipo de etiquetado y nos pusimos en contacto con unos 10 productores para que lo cambiasen".
Según el presidente, este boom del etiquetado sin gluten "es porque hay gente que piensa que por llevar distintivos de sin un producto es más sano, aunque para el que no es celiaco no tiene sentido, no le afecta".
Intolerantes a la lactosa
Por su parte, Oriol Sans, presidente de Adilac, explica que "hace unos años en España no existía ni una leche sin lactosa y ahora en el supermercado casi todas las marcas tienen productos sin lactosa". "Ha evolucionado, estamos bastante satisfechos con la oferta", destaca a la vez que indica que Mercadona "es una empresa bastante sensible con los intolerantes a la lactosa" y "un buen recurso" para comprar y ahorrar. En este sentido, coincide con el representante de los celíacos en que parte de la implementación de los productos tiene que ver con un aumento de la demanda.
En otro tipo de productos donde la lactosa está "más escondida", como los embutidos y la bollería "ha mejorado mucho la oferta". Asimismo, señala que la industria cárnica "ha empezado a dejar de utilizar la lactosa como azúcar" y a fabricar opciones alternativas, lo que ha favorecido la aparición de más productos.
Falta de educación en las cocinas de los restaurantes.
Los representantes de ambas organizaciones coinciden en el problema de "salir a comer fuera", que "supone un engorro", según el presidente de Adilac. En este sentido explican que hay que estar constantemente realizando preguntas para poder comer, y muchas veces se desconoce realmente qué lleva cada producto. Por ello, señalan a una falta de formación y a la rotación de sus empleados como factores principales.
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