La berenjena representa en la actualidad uno de los alimentos más saludables de la dieta mediterránea. De la musaca griega a la caponata siciliana, todos los países del sur de Europa la han incorporado a su mesa. Esta verdura requiere un clima cálido con mucha luminosidad: de 10 a 12 horas de luz. Es muy sensible al frío aunque tolera bien la humedad. A continuación repasamos una serie de curiosidades y beneficios de este fruto de orígen asiático:
1. Al-Ándalus importó la berenjena a Europa
La riqueza cultural que supuso el califato de Córdoba para la historia de la Península Ibérica y Europa se extiende al ámbito gastronómico. La berenjena era uno de los platos predilectos por la cultura islámica. De hecho, esta verdura alcanzó tanto éxito en al-Ándalus que a las comidas copiosas con muchos invitados se les llamaba "berenjenales", expresión que se preserva hoy en día.
La bedinyena (باذنجان) o badinyan proviene orginalmente de la India y se convirtió en una de las bases principales de la comida andalusí. Los libros gastronómicos de la época citan a más de 20 platos cuyo alimento principal es la berenjena. El primer documento en castellano que registra su existencia se encuentra en el Cancionero de Baena, compuesto en el siglo X.
2. No tires su piel
La capa superficial de las berenjenas contienen un fitonutriente llamado nasunina, un potente antioxidante que ayuda reparar el daño celular. De hecho, muchos fármacos empleados para la reducción de los niveles de colesterol en sangre contienen cáscara de berenjena cruda. La nasunina fue descubierta en los años 2000 en los laboratorios de la Universidad de Berkeley, en California. Sus efectos beneficiosos en las células cerebrales también ha sido demostrado.
3. Ideales para reducir el peso
La gran cantidad de agua y fibra que contienen las berenjenas permiten al comensal servirse raciones más generosas sin preocuparse por engordar en exceso. Esto es debido a que actúan como agentes volumétricos en el sistema digestivo.
Sin embargo, dicha propiedad no debería ser un impedimento ya que una alta cantidad de fibra proporciona cierta sensación de saciedad al cuerpo. Además es baja en grasa (0,2 gramos por 100 de porción) y calorias (27 gramos por 100).
4. Altas en vitaminas y minerales
Una berenjena cocinada contiene gran cantidad de vitamina B, necesaria para metabolizar y quemar los alimentos ingeridos en energía. Así mismo aportan gran cantidad de bioflavonoides, conocidas por controlar la presión arterial y reducir el estrés. También ayuda a sintetizar serotonina, el neurotrasmisor que regula nuestro ciclo de sueño.
5. No se debe comer cruda o poco madura
La berenjena contiene un alcaloide tóxico, la solanina. Aparece en las secciones verdes o poco maduras de esta plata durante su crecimiento. La solanina suele desaparecer con el calor, así que no existe el mínimo riesgo de ingesta si la berenjena está madura y perfectamente cocinada.
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