Pueden protagonizar situaciones incómodas, cómicas, anecdóticas o convertirse en un problema serio, pero en general las flatulencias, que están directamente relacionadas con nuestra alimentación, son indeseables. 

Lo cierto es que podemos ingerir gases simplemente por comer y beber rápido o por tomar bebidas carbonatadas, pero la mayoría se generan en nuestro propio organismo o, mejor dicho, las generan las bacterias intestinales que descomponen los alimentos. Por eso, lo que comemos determina si vamos a tener que expulsar más o menos gases. Además, nuestra propia dieta va configurando la presencia de unos microorganismos u otros.

Legumbres

Sí, la creencia popular es acertada. Alubias, habas, judías, garbanzos y otros miembros de la familia de las legumbres pueden causar muchos gases, aunque hay estudios que indican que esta percepción es exagerada y que varía mucho en cada persona. En cualquier caso, la razón es que las leguminosas contienen en abundancia un tipo de hidratos de carbono llamados oligosacáridos.

Verduras y hortalizas

Tampoco es una sorpresa: las verduras se encuentran entre los alimentos que provocan no sólo más flatulencias, sino también más hinchazones abdominales que pueden llegar a ser incluso dolorosas. De todas ellas hay que destacar el repollo, el brócoli y la coliflor. Son muy alimentos muy sanos y contienen mucha fibra, pero precisamente por eso cuando se juntan con las bacterias intestinales el resultado puede resultar explosivo. Otras verduras y hortalizas como la lechuga, la cebolla y los pimientos, que en muchos casos consumimos crudas, también están entre los alimentos que más problemas ocasionan. 

Algunas frutas

La fructosa, el azúcar propio de las frutas, es otro elemento que puede llenarnos de gases intestinales. Sin embargo, su cantidad varía mucho entre unas frutas y otras. Entre las que más contienen están las manzanas, las sandías y las cerezas. En cambio, las fresas tienen poca. Lácteos A las bacterias que producen gases también les encanta la lactosa. No obstante, los productos que la contienen pueden ser muy diferentes, desde la leche desnatada hasta un queso fuerte, pasando por todo tipo de yogures, así que los efectos pueden variar según la presentación y la digestión y asimilación que realiza cada persona. 

Pan y bollería

El almidón, que está formado por grandes cadenas de azúcares, también es susceptible de provocarnos flatulencias y se encuentra en muchos alimentos, incluyendo verduras que ya hemos nombrado, pero también abunda en cereales como el trigo. Por eso, no es de extrañar que a algunas personas les provoque gases la ingesta de panes, bollería y cualquier producto derivado de harinas. 

Pero, ¿cuáles producen olores más desagradables?

Al analizar químicamente la composición de los pedos, en su mayor parte están integrados por nitrógeno (más del 70%), dióxido de carbono, hidrógeno, metano y oxígeno. Sin embargo, ninguno de estos gases huele. 

Entonces, ¿por qué pueden ser tan desagradables al olfato? Un pequeñísimo porcentaje de los gases que expulsamos es azufre, que sí produce un fuerte olor, pero todo depende de lo que hayamos comido. Por eso, hay que tener en cuenta no sólo los alimentos que nos provocan más gases, sino los que producen flatulencias más desagradables desde el punto de vista del olor y ahí se llevan la palma alimentos como la cebolla, la coliflor y los huevos. 

No dejemos de comerlos por eso

Curiosamente, la mayoría de estos alimentos que nos pueden provocar problemas de gases son también los más recomendados para llevar una dieta sana. Por eso, si alguien está preocupado por ambas cosas, las flatulencias y sus hábitos alimenticios, se puede ver ante un serio dilema. ¿Qué hacer? 

En general, ayuda consumir más proteínas y menos carbohidratos, especialmente los llamados FODMAP, pero si no queremos o no debemos renunciar a una dieta rica en los productos que los contienen (todos los que hemos repasado), hay algunas alternativas que al menos atenuarán un poco la cantidad de gases que expulsamos. 

Por ejemplo, la forma de preparar los alimentos tiene bastante que ver con su digestión final. En el caso de los vegetales podemos reducir las flatulencias si en lugar de consumirlos crudos los cocinamos al vapor, lo cual hace la digestión más fácil. Por otra parte, otra recomendación habitual es evitar consumir por la noche las comidas que más problemas pueden ocasionar. 

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