Llega el verano, los pantalones cortos, las playas se llenan, las colas de las heladerías suben como la espuma y los congeladores de los supermercados están repletos de los típicos almendrados. Con el calor apetece echarse al gaznate algo fresquito que baje nuestra temperatura corporal y, de paso, nos haga disfrutar de su dulzura. Pero los helados plantean un gran problema: los ingredientes con los que están hechos son insanos.
Si hablamos de este alimento dulce tipo Magnum debemos evitarlo porque "tiene muchísimo azúcar, grasas de mala calidad y, lógicamente, conservantes y aditivos que son completamente evitables", explica a EL ESPAÑOL Blanca García-Orea, dietista-nutricionista del Centro Médico Clínicas Segura. "Ninguno se salva, ni los sin gluten ni los sin nada. Todos llevan azúcar para darle sabor", apostilla.
La especialista, que recomienda huir de los helados industriales, propone una alternativa a estos que es mucho más sana y recomendable. Se trata de helados caseros que solo llevan tres ingredientes: fruta, una tableta de chocolate negro de más del 80% de cacao y aceite de coco (opcional). Para darle forma tan sólo se necesitan cinco minutos y un molde para que tenga la forma de uno de los típicos dulces con palo.
La forma de preparación "es sencilla", según explica la nutricionista. El primer paso es coger la fruta que se prefiera, batirla, ponerla en moldes y meterla en el congelador un mínimo de cuatro horas.
Después, habría que fundir la tableta de chocolate negro en la vitrocerámica o en el microondas (con un minuto y medio bastaría). Cuando el chocolate esté fundido "se le puede añadir un poco de aceite de coco para darle una mejor textura, pero no es necesario como tal", explica la especialista, que acumula miles de seguidores en Instagram.
Una vez ha pasado el tiempo para que la fruta esté ya congelada, se sacan los helados del molde y se bañan en el chocolate fundido: "Al entrar en contacto el chocolate caliente con el helado frío automáticamente se solidifica por el cambio de temperatura".
Aunque estos helados se pueden hacer con cualquier fruta (al gusto del consumidor), la nutricionista recomienda el plátano "porque tiene una textura cremosa", el mango por ser muy dulce y los frutos rojos mezclados con plátano. Respecto a la manzana, señala que es mejor recurrir a otras frutas porque esta puede cristalizarse y no quedar tan bien.
Pero si se quiere tomar un helado sano y se carece de los moldes, la especialista explica que no son necesarios como tal: "Con batir la fruta, congelarla y después echarle el chocolate por encima basta". "También puedes batir fruta con hielos y tienes un batido fresquito y dulce", añade.
Más baratos y más saciantes
Además de ser más sanos, los helados que propone García-Orea son "sin duda" más baratos. Si, por ejemplo, lo haces de plátano, "compras uno, que cuesta menos de 50 céntimos; suma otros 50 céntimos por el chocolate, ya que no se utiliza una tableta entera", explica. "Uno de estos helados te sale por un euro, como mucho". En contraposición, uno de los industriales insanos se venden por unos dos euros en bares y kioskos.
La especialista señala que los helados caseros que propone "aportan mucha más saciedad porque llevan la fibra de la fruta, que te mantiene más tiempo lleno". "Encima, el chocolate negro aporta zinc y minerales", apostilla.
Por otro lado, la nutricionista explica que el industrial, "al tener tanto azúcar, no sacia". "Y como es azúcar rápido puede provocar que te dé un bajón de azúcar en una hora y necesites otro helado o una galleta", añade.
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