Saber cocinar correctamente un pollo asado no siempre es fácil. No es tan simple como hornearlo o pasarlo por la plancha y esperar, dado que tanto la carne de pollo como la de pavo son conocidas por acabar secas con mayor facilidad que otras, como sería el caso de la ternera. Aunque el resultado final dependería de muchos factores.
Para lograr elaborar un pollo sabroso, y también tierno, se debe tener un toque especial en la cocina. De hecho, el conocido chef Jamie Oliver ha hablado del tema recientemente, con el objetivo de enseñar su técnica para lograr un pollo dorado, jugoso y sobre todo tierno: usar leche. Aunque no se suele usar comúnmente, la leche puede dar un toque "mágico" a la elaboración de un pollo asado, por peculiar que pueda parecer.
La base del uso de la leche se debería al calcio que posee, el cual pone en marcha una enzima natural presente en el pollo que produciría un reblandecimiento. Además, la leche también rompería la acidez y el calor, aunque estos últimos efectos también pueden conseguirse con bebidas vegetales, como es el caos de la leche de coco. Asimismo, la leche también crearía una salsa cremosa que mantendría el pollo asado en su jugo, junto al resto del caldo que suele liberar esta carne al cocinarla.
La receta del chef Jamie Oliver es especialmente fácil de realizar en casa, sazonando y friendo el pollo a la plancha hasta llegar a dorarlo correctamente, entero, sin separar ninguna de sus partes. Posteriormente, Oliver introduce el pollo en el horno junto a canela, hojas de salvia, ralladura de limón, dientes de ajo enteros y leche por encima, dejándolo hornear durante hora y media. Se puede seguir rociando leche de vez en cuando durante dicho tiempo.
Finalmente, el chef sugiere servir esta carne con espinacas o puré de patatas, pero siempre recordando añadir la leche como ingrediente adicional y poco usado habitualmente.