La pasta puede ser un alimento que no engorde si sabemos cómo tomarla y si lo hacemos como parte de una dieta saludable. Para ello, debemos de tener en cuenta ciertos aspectos como controlar la cocción, el tipo de pasta que utilizamos y, por supuesto, los ingredientes que le añadamos. Los expertos recomiendan que cocinemos la pasta al dente, dejarla un poco dura. Si queda demasiado blanda, los carbohidratos se absorben tan rápidamente que no nos dará tiempo a quemarlos. Al final, terminarán convertidos en grasa.
Además, es importante que la grasa que utilicemos a la hora de cocinar nuestra salsa sea aceite de oliva y que los ingredientes que le añadamos sean saludables, como la verdura o los pescados. Hay que prestar también atención a la salsa que añadimos. La mejor que podemos añadir es aquella que preparemos nosotros a base de ingredientes naturales y controlando el aporte de azúcar y de sal.
La pasta integral es una opción poco popular pero, sin ninguna duda, es más saludable. Su consumo se asocia a una disminución de la mortalidad y a un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y obesidad. Al contener más cantidad de fibra, también tiene un mayor efecto saciante. Por último, los expertos también advierten de que cuando consumamos pasta, no la acompañemos con pan y que optemos por salsas y quesos rallados con una buena calidad nutricional.
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