Sí, nuestros ojos y nuestra vista también 'comen'. Y cuando hablamos de dieta saludable no es solo para prevenir problemas cardiovasculares, respiratorios, reumáticos o algunos tipos de cáncer, sino también para proteger nuestra salud ocular. ¿Qué debemos comer para cuidarla? ¿Qué alimentos tenemos que introducir para ayudar a disminuir el riesgo de problemas oculares?
Con la ayuda de la doctora Beatriz Fernández-Vega, oftalmóloga de la Unidad de Retina y Vítreo del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV) de Oviedo y de los expertos de este centro, explicaremos cuáles son esos nutrientes más necesarios e importantes."Una alimentación adecuada protege la salud de nuestros ojos y ayuda al control de las patologías oculares", afirma la doctora a EL ESPAÑOL.
Es importante matizar que sólo con una determinada alimentación no se va a evitar ninguna enfermedad, pero puede ayudar ralentizar los efectos degenerativos. La alimentación supone así uno de los muchos factores implicados para cuidar la salud de nuestros ojos.
Y es que la edad, la genética, el tabaco o el estrés oxidativo son factores de los que dependen diversas patologías oculares tan frecuentes como las cataratas, el ojo seco, el glaucoma, la retinopatía diabética, las oclusiones vasculares retinianas y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), según exponen los especialistas de este centro oftalmológico.
Por tanto, y atendiendo, en este caso al factor alimentación, afirman que "una dieta adecuada y unos hábitos de vida saludables resultan imprescindibles para promover la salud ocular y retrasar el inicio o la progresión de algunas de estas enfermedades".
Alimentos que cuidan los ojos
Los estudios de la Fundación de Investigación Oftalmológica (FIO) han demostrado que los antioxidantes y determinados nutrientes pueden reducir el riesgo de tener patologías oculares asociadas a la edad.
Lo primero de todo, debemos tener claro que la mejor alimentación a seguir siempre va a ser la dieta mediterránea. Lo más importante es, por tanto, seguir esta dieta con la introducción de un buen aporte de "pescado azul rico en omega 3, verduras de hojas oscuras, frutos rojos y frutos del bosque, así como de otros oligoelementos como el zinc y el selenio”, afirma Fernández-Vega.
El zinc está presente en casi todos los alimentos pero destacan las ostras, la carne de ternera, el pavo y los cacahuetes. El selenio, por su parte, también lo encontramos en multitud de alimentos como el marisco, las nueces, los huevos, los productos lácteos o los cereales.
Ambos oligoelementos son importantes para la salud ocular. Por ejemplo, el zinc tiene efectos beneficiosos sobre el glaucoma y las cataratas. Y el selenio, al tener propiedades antioxidantes, es fundamental para la actividad celular, y por sí solo puede desempeñar un papel protector durante la proliferación de la retinopatía diabética. Ésta última enfermedad es una complicación de la diabetes y supone una de las principales causas de ceguera, según informa en su web la Sociedad Española de Oftalmología.
"También, el consumo de ácidos grasos poliinsaturados (pescados como el salmón y las sardinas) y ciertos alimentos de origen vegetal (aceite de soja, nueces y semillas de linaza) son una pauta nutricional que puede reducir de forma significativa el riesgo de tener o desarrollar en un futuro una retinopatía diabética además de ayudar a prevenir el ojo seco", afirma desde el IOFV.
El ojo seco es una enfermedad que se ha convertido, según datos de la Sociedad Española de Superficie Ocular y Córnea, en el primer motivo de las consultas oftalmológicas: el 21,6 % de la población mayor de 40 años la padece.
Vitaminas imprescindibles
La vitamina A es un clásico para nuestra vista. Según los expertos de este centro, los alimentos ricos que la contienen -verduras de color oscuro, amarillo, anaranjado o rojo; el hígado, los huevos y la leche- puede prevenir el desarrollo de cataratas y de ojo seco. La luteína y la zeaxantina son dos antioxidantes que pueden, a su vez, mejorar los síntomas de ojo seco. Estos dos antioxidantes se encuentran en frutas, verduras, espinacas, coles, calabaza, pistachos, brécol, maíz, naranja y yema de huevo.
La luteína y la zeaxantina, junto con otros nutrientes, pueden "ralentizar la progresión hacia fases avanzadas de la degeneración macular asociada a la edad", añaden. Ésta es una enfermedad multifactorial que altera de forma drástica la visión y constituye la principal causa de ceguera irreversible en personas mayores de 65 años. Es una patología en la cual, además de la dieta, influyen también la edad, el tabaco y la predisposición genética.
Los alimentos ricos en vitamina D como el salmón, las sardinas, la caballa, la leche, las setas y el zumo de naranja -añaden los especialistas- también se han asociado con un menor riesgo de desarrollar degeneración macular asociada a la edad; así como el consumo de ácidos grasos y omega-3 unido a los alimentos ricos en vitamina C y vitamina E.
Por otro lado, según explica Fernández-Vega, otras moléculas parecidas a las vitaminas como la coenzima Q10 actúan como un importante factor antioxidante y neuroprotector en diferentes patologías retinianas y de nervio óptico.Y no podemos olvidarnos del efecto de los flavonoides que podemos encontrar, por ejemplo, en los cítricos, los arándanos, las legumbres y la soja. Estos flavonoides pueden ayudar a proteger o a retardar la aparición de las cataratas y la degeneración macular.
Además de la alimentación, debemos también mencionar otros hábitos de vida saludables que, unidos a la dieta, serán de gran ayuda para cuidar nuestra salud. Ellos son la práctica de ejercicio físico regular y frecuente; mantener una adecuada hidratación; abandonar el tabaco (es un gran enemigo sobre todo para la retina); y desmaquillarnos correcta y completamente por la noche para evitar impurezas o bacterias en los ojos.
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