Parece mentira que en España haya tantos niños obesos, con muchísimas posibilidades de convertirse en adultos obesos y, con ello, candidatos a fallecer precozmente por enfermedad cardiovascular o cáncer, entre otras patologías. Al fin y al cabo, todo el mundo parece saber cómo evitar que los niños engorden. Entonces, ¿qué está fallando?
Quizás el viejo mantra de comer menos y hacer más deporte ni es realista ni es tan eficaz a la hora de prevenir lo que se ha convertido ya, de forma incuestionable, en una enfermedad crónica que plantea un importante reto de salud pública asociado a problemas físicos, psíquicos y sociales en muchos países de nuestro entorno.
También en España, pese a contar con uno de los mejores sistemas sanitarios del
mundo y una dieta mediterránea que ha contribuido a la mejora de la esperanza de vida. Se trata de un problema que adquiere dimensiones alarmantes por su tendencia al alza en las últimas décadas y la insuficiente consciencia de su gravedad. Y es que los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siéndolo en la edad adulta si no se modifican los hábitos a tiempo, y con ello tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas patologías como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el síndrome metabólico, que figuran entre las principales causas de muerte en el adulto.
Ante este escenario, los especialistas recomiendan un abordaje multidisciplinar de la obesidad infantil con un seguimiento individualizado de los casos, así como estrategias de prevención que impliquen no sólo a los profesionales sanitarios, sino también al ámbito familiar y escolar.
Tres ámbitos principales
Estas estrategias deben enfocarse en tres ámbitos principales: el sueño,
el ejercicio físico y la nutrición, a las que hay que añadir la regularidad horaria con la que las realizamos, cuya importancia se ha evidenciado en recientes estudios.
En este sentido, un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios de los cuatro
hospitales públicos gestionados por Quirónsalud en la Comunidad de Madrid (los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba) y de sus respectivas áreas de referencia de Atención Primaria han desarrollado la estrategia InfaSEN [Sueño, Ejercicio, Nutrición], para prevenir la obesidad del presente y el futuro como objetivo común de todos.
Surgida en el contexto de los tres ejes estratégicos comunes a estos hospitales - trabajar en la prevención y promoción de la salud, optimizar la experiencia del paciente y mejorar la asistencia sanitaria desde la eficiencia-, la estrategia fue presentada el pasado miércoles en la I Jornada para la prevención de la obesidad infantil, dirigida por Ana Leal Orozco, responsable corporativa del Proyecto InfaSEN y subdirectora médica de la Fundación Jiménez Díaz y Teresa Gavela Pérez, coordinadora del Proyecto InfaSEN y médico adjunto responsable de la consulta de Obesidad Infantil del Servicio de Pediatría del hospital.
Sus resultados son fruto de un año de trabajo de un grupo multidisciplinar que ha creado materiales divulgativos, diseñados por dibujantes que también son profesionales médicos, y divididos por tres grupos de edades (de 2 a 6 años; de 6 a 12; y de 12 en adelante) para hacer llegar a todos los implicados -profesionales, profesores y familias- a través de una página web específica, que estará operativa con el nuevo año, y el Portal del Paciente, herramienta de comunicación y autogestión de la salud de desarrollo propio de estos cuatro hospitales, explicó Leal.
Además, contempla exposiciones, charlas y jornadas divulgativas en otros hospitales, centros de salud y colegios, habiéndose celebrado ya talleres con alumnos, presentación a claustros de colegios de la zona de referencia de los hospitales y en centros de salud.
"Es necesario intervenir de forma global en el contexto vital de los niños y su entorno; un camino nada sencillo, pero muy importante porque estamos convencidos de que trabajando en equipo conseguiremos nuestro objetivo: una infancia y un futuro más sano para nuestros pequeños", recalcó Leal al inaugurar la jornada, dirigida a profesionales sanitarios y familias interesadas en conocer cómo promover y adoptar hábitos de vida saludables para prevenir la epidemia de sobrepeso y obesidad infantil en nuestro medio, y que fue un éxito de asistencia, desarrollo y participación.
Más difícil en adultos
Y es que, como apuntó Almudena Gutiérrez de Terán Gómez-Benita, pediatra del Centro de Salud Imperial, los estudios en marcha sobre tendencias en este ámbito estiman que para 2025, unos 268 millones de niños de entre 5 y 17 años tendrán sobrepeso en todo el mundo, y 91 de ellos serán, de hecho, obesos. "La mitad de los niños obesos de 2 a 6 años lo serán también en la adolescencia, y si la obesidad no se revierte en esta etapa, las opciones de conseguirlo en la edad adulta son realmente muy reducidas", dijo.
"Además, al menos en España -continuó Leandro Soriano, jefe del Servicio de Pediatría de la Fundación Jiménez Díaz-, no hay ningún tratamiento médico aprobado para menores de 18 años para la obesidad, aunque sí para sus comorbilidades, lo que centra la estrategia en la promoción de hábitos de vida saludables y en la mejora de la escasa conciencia de enfermedad que existe en torno a ella".
De esta forma, se trabaja también en la prevención de los trastornos asociados a la obesidad, no sólo físicos -"en las niñas obesas se adelanta la pubertad, y aumentan las alteraciones durante la misma", aseguró el pediatra-, sino también psicoafectivos (baja autoestima…) o sociales (acoso o exclusión escolar, etc).
El papel del sueño
El sueño, al que está demostrado que los niños y adolescentes dedican menos horas que hace unas décadas fruto de "la sociedad de 24 horas que vivimos, los problemas para la conciliación familiar o los aparatos electrónicos, que contaminan el descanso y favorecen el sedentarismo", así como la alteración de los ritmos circadianos, son el primer ámbito de prevención de la obesidad de la estrategia InfaSen, dado que existen ya numerosos estudios que avalan la relación de la obesidad con la alteración del patrón del sueño y con la cronodisrupción,, aseguró Gavela.
"A veces las alteraciones del sueño son causas de obesidad (y no al revés) y, por ello, es fundamental mantener una regularidad tanto en el número de horas que se duermen como en el horario en el que se lleva a cabo", concluye Gavela, destacando un último mensaje de la Estrategia InfaSen: "Siempre a la misma hora, todos los días; está en tus manos".
El papel del ejercicio físico
En cuanto al papel del ejercicio físico en la prevención de la obesidad, relación consolidada en la sociedad, aunque no tanto su puesta en práctica, Gloria Bermejo, especialista del Servicio de Rehabilitación del hospital madrileño, recordó los muchos beneficios que tiene también en la reducción de los problemas asociados, sobre todo los cardiovasculares.
"La actividad física regular y adecuada a cada grupo de edad, preferiblemente al aire libre y en grupo o familia para hacerla más apetecible, hace que el niño crezca con una estructura ósea y muscular más fuerte, previniendo dolores articulares, y mejorando otros parámetros asociados, como la interrelación personal, la ansiedad, la depresión, el estrés, la autoestima, el rendimiento escolar y la autogestión de su salud", aseveró.
Aprender a comer
Finalmente, aunque no por ello menos clave ni eficaz, la alimentación, y lo que es más importante, "aprender a comer y adquirir buenos hábitos de nutrición en la primera infancia, para consolidarlos y evitar su abandono con el crecimiento, ante nuevas pautas sociales", es el tercer ámbito de actuación sobre la obesidad de la estrategia InfaSen, que fue explicado por Elena Amador, DUE del Servicio de Pediatría del hospital.
De hecho, la experta no sólo recordó los tipos de alimentos (verduras, fruta, hidratos de carbono, azúcares simples, proteínas, grasas, lácteos…) y cantidades recomendadas por los organismos internacionales, incidiendo en que "alimentarse bien está en nuestras manos", sino que compartió con los asistentes el Decálogo de la Alimentación elaborado por el grupo multidisciplinar responsable de la Estrategia InfaSen, en el que se dan a conocer recomendaciones básicas y fundamentales para llevar una alimentación saludable.