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1 de 4 ¿Verdura o legumbre?
Los guisantes son primos hermanos de las judías, los garbanzos y de las lentejas. Aunque por el color verde intenso de la vaina que los contiene se puede pensar que son verduras, estas pequeñas semillas comestibles son legumbres, según apunta la Fundación Española de Nutrición (FEN). Así, junto con las habas, los frijoles e incluso los cacahuetes, los guisantes forman parte de la familia botánica de las leguminosas.
En la cocina tiene una infinidad de posibilidades, como guarnición o como plato principal. Algunas de las recetas más conocidas: con jamón, a la crema, a la flamenca, a la casera o la tortilla de guisantes.
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2 de 4 Guisantes en lugar de aguacate para desayunar
El aguacate está presente en muchos desayunos pero, ¿por qué no alternarlo con otro producto saludable como los guisantes? Esta legumbre tiene más del doble de proteínas que los aguacates y son una importante fuente de fibra. Una buena opción para incorporarlos a la primera comida del día es en forma de crema para untar en un trozo de pan.
Desde la FAO, organización de la ONU para la alimentación y la agricultura, apuntan que es "un error frecuente" eliminar las legumbres en dietas de adelgazamiento por considerarlas calóricas. "Por el contrario son más beneficiosas que perjudiciales en la dieta, pues su contenido en fibra, proteínas y vitaminas las convierte en alimento oportuno en la operatividad digestiva. De hecho, los endocrinos y dietistas bien informados recomiendan su consumo entre dos y tres veces a la semana".
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3 de 4 Fuente de proteínas de origen vegetal
Los guisantes son una buena fuente de proteínas de origen vegetal, fibra, minerales (fósforo y potasio) y vitaminas (tiamina, niacina, folatos y vitamina C). Según la FEN, una ración media de guisantes tiene casi tanta proteína como un huevo entero (aunque es de menor calidad), menos de un gramo de grasa, y nada de colesterol.
En cuanto a los folatos (o ácido fólico) contribuyen al proceso de división celular y a la formación normal de las células sanguíneas. Además, contribuyen al crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo. De ahí la importancia de ingerir alimentos con altos niveles de ácido fólico en este periodo.
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4 de 4 La curiosidad
Hay que recordar que los guisantes sirvieron para desarrollar un avance científico de peso. A mediados del siglo XIX, el monje austriaco Gregor Mendel, a partir de la observación del desarrollo de esta legumbre, estableció los principios de la genética mendeliana, los cimiento de la genética moderna.
Las conocidas como leyes de Mendel son el conjunto de reglas básicas sobre la transmisión por herencia genética de las características de los padres a sus hijos.
