Aunque no es un producto muy consumido en España, el zumo de guindas, o Montmorency tart cherry juice como se conoce en Norteamérica, ha ido ganando popularidad como bebida para la recuperación muscular y la reducción de la pérdida de fuerza tanto para atletas aficionados como profesionales.
Ahora, por primera vez, un estudio publicado en la revista Journal of the American College of Nutrition relaciona el consumo de esta fruta emparentada con la cereza con una mejora en el rendimiento para el ejercicio físico.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron un meta-análisis en base a 10 estudios sobre la guinda y la recuperación muscular. Las muestras abarcaron de 8 a 27 participantes, y su edad estaba en una horquilla entre los 18,6 y los 34,6 años. Se trataba de personas con entrenamiento en deportes de resistencia, como ciclistas, runners y triatletas. En total, se recogieron datos de 127 hombres y 20 mujeres.
Tras cribar los resultados de los trabajos, el meta-análisis permitió concluir que la concentración de guindas tanto en zumo como en polvo se relacionaba con una mejora significativa del rendimiento en ejercicios de resistencia cuando se consumía antes de correr, nadar o hacer bicicleta, en un plazo previo no inferior a 1,5 horas y no superior a los siete días.
"Los beneficios para la recuperación de la guinda concentrada han sido investigados en profundidad, pero las evidencias de sus efectos para la mejora del rendimiento son escasas y los resultados, cuestionables", afirma Philip Chilibeck, profesor del Colegio de Kinesiología de la Universidad de Saskatchewan (Canadá) y coautor del trabajo.
"Los resultados de este meta-analisis han revelado que las guindas ayudan a mejorar el rendimiento, y además nos han proporcionado un mayor conocimiento sobre el mecanismo potencial que está detrás de este beneficio", valora el investigador.
Para ello, revisaron las investigaciones existentes sobre el consumo de esta fruta y los ejercicios de resistencia aeróbica para identificar la decena de trabajos relevantes. Debía tratarse de ensayos controlados y aleatorios realizados con adultos en buenas condiciones de salud, con un grupo que hubiese recibido un placebo en lugar de la suplementación alimentaria con guindas para permitir el análisis comparativo.
Nueve de los diez estudios se basaban en el consumo de suplementos de guindas a largo plazo (de dos a siete días antes de practicar ejercicio) mientras que el décimo estudió la complementación alimentaria en el mismo día. Los sujetos tomaron o bien de 200 a 500 mg diarios de extracto de guinda en polvo o píldora; de 60 a 90 mL diarios de zumo concentrado y disuelto en agua; o de 300 a 473 mL de zumo natural.
En total, todos los deportistas ingirieron una cantidad de antocianinas, antioxidantes vegetales natural, entre los 66 y los 2.760 miligramos diarios. A continuación se midieron varios criterios de rendimiento deportivo, como la distancia recorrida en pruebas de natación, la duración del aguante durante el ciclismo de alta intensidad, pruebas de velocidad en carretera o el tiempo para completar maratones.
La concentración de guindas reflejó una mejora general del rendimiento en los estudios; sin embargo, este efecto parecía ser más pronunciado en atletas profesionales, mientras que en los aficionados estos beneficios se diluían hasta ser en algunos casos inapreciables con respecto al placebo.
Por otra parte, no se apreciaron diferencias de efecto entre las dosis más altas y más bajas de consumo del suplemento, por lo que los futuros estudios, apuntan los autores, deben determinar las cantidades y estrategias dietéticas que se adecúen mejor para cada caso.