Parece que las altas temperaturas han llegado para quedarse. Con el calor, nuestra dieta empieza a adaptarse. Dos platos conquistan nuestra nevera: cremas y sopas frías. Pero ¿son realmente una buena opción para nuestra dieta diaria? Sí, lo son, incluso para aquellas personas que quieren perder peso. Eso sí, siempre y cuando — y como todo en nutrición— sus ingredientes sean de calidad y aporten beneficios para la salud.
También y sobre todo en la época veraniega, es fundamental seguir la regla nutricional de las 5 raciones diarias de frutas, verduras y hortalizas. Para conseguirlo, hay que tomar al día dos raciones de vegetales, normalmente en la comida y en la cena, y tres piezas de fruta. Y qué mejor, ahora con el calor, que una de de ellas sea en forma de crema fría (o sopa fría). Además nos ayudarán a hidratarnos porque contienen gran abundancia de agua.
"Estos platos, las cremas o las sopas frías, son recomendables para todos, también para las personas que quieren adelgazar porque son platos saciantes y además, una forma muy sencilla de incluir verdura y vegetales en nuestras comidas. De hecho, es una muy buena opción para aquellas personas a las que les cuesta más incluir a diario este tipo de alimentos”, afirma a EL ESPAÑOL Sara López Oliva dietista-nutricionista y colegiada del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (CODINMA).
No debemos olvidar que incluir verduras y hortalizas en nuestros platos hace que nos saciemos y nos llenemos del todo, ya que estos productos son una buena fuente de fibra.
Frutas y vegetales de temporada
No podemos olvidarnos de todos los beneficios que aportan las verduras y las hortalizas a nuestra salud, "sobre todo vitaminas y minerales", asegura esta experta en nutrición. Y para aprovecharlos más aún, lo mejor es que, tanto las verduras como las horatalizas, sean de temporada: tienen más cantidad de nutrientes, son más sostenibles, están en su momento óptimo de maduración y, por tanto, están más sabrosas.
Por ejemplo, podemos preparar nuestra crema fría (o sopa fría) a base de tomates, pepinos, lechuga, remolacha, berenjena, ajo, puerro, pimiento o zanahoria. O a base frutas de temporada, como las cada vez más conocidas sopas de cerezas, de fresas, de melón… Podemos practicar, probar y descubrir innumerables recetas, además del gazpacho, el plato veraniego por excelencia.
Una de las claves para preparar estas cremas y sopas es, además de hacerlas al gusto y de incluir productos de temporada, "cocinarlas con grasas saludables como el aceite de oliva virgen", sostiene la experta. Además, sugiere que si queremos dar más espesor a la crema podemos utilizar para ello un yogur natural o un queso fresco batido, que son productos saludables y adecuados.
Incluye también proteínas
Para que realmente nuestra comida sea completa, hay que incluir la proteína: carne magra, pescado, tanto blanco como azul (incluso podemos echar mano de latas de conserva), huevos, queso fresco, etc. Bien incluir la proteína de segundo plato, como normalmente hacemos, o bien podemos si queremos podemos incluirla en la misma sopa o crema fría.
Por ejemplo, echar un huevo cocido, unas gambas, una lata de atún o unos trocitos de pollo. Hay que recordar que para que nuestras comidas sean completas deben incluir verduras/hortalizas, proteínas e hidratos de carbono. "De poste, lo mejor siempre, fruta o yogur", recomienda la nutricionista.
Para dar sabor a las sopas y cremas e intentar cocinarlas con la menor sal posible, "son muy interesantes a nivel nutricional las especias como menta, cilantro, hierbabuena, albahaca, y las semillas como sésamo, chía o pipas de calabaza". Por último, otra buena opción es incluir frutos secos (crudos, tostados y sin sal), ya que aportan grandes beneficios y son recomendables para consumir a diario.
También cremas de legumbres
Tampoco en verano podemos olvidarnos de la legumbres. Las recomendaciones nutricionales indican que hay que tomar 3-4 raciones semanales, y en verano podemos aprovechar para tomarlas en forma de ensalada o de cremas frías, por ejemplo crema de guisantes o humus.
"Es importante a nivel nutricional incluir las legumbres, en forma de ensalada o crema, además podemos incluso comprarlas de bote para que nos resulte más cómodo y rápido de preparar", recomienda López.
Además, tal y como apuntaba recientemente la Fundación Española de Nutrición las legumbres no son las responsables del alto nivel calórico de los platos que preparamos con ellas, normalmente guisos. Lo que aporta las calorías realmente son los ingredientes que acompañamos como el chorizo, la morcilla o los refritos.
Según explica esta fundación, las legumbres sólo suponen un 2,2% del total de la energía consumida, su contenido en grasa es bajo, ya que "tan solo aportan 3 gramos de grasa por cada 100 gramos de producto, y están compuestos mayoritariamente por ácidos grasos insaturados".