El confinamiento forzado por la pandemia ha hecho que los españoles coman de una forma más saludable y que vuelvan a apostar por una alimentación basada en la dieta mediterránea, según los datos de una investigación de la Universidad de Granada que afronta ahora una ampliación internacional.



Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y publicado en la revista Nutrients ha asegurado que, contra pronóstico que apuntaban las estadísticas sobre productos procesados, el confinamiento del inicio de la pandemia ha mejorado las pautas de alimentación de los españoles.



Los resultados del proyecto "COVIDiet", del que ha informado la Universidad de Granada en un comunicado, responden a una encuesta en línea realizada el 20 de marzo, una semana después de la declaración del estado de alarma, y dirigida a la población adulta española.



Esta encuesta incluyó preguntas relacionadas con la adherencia a la dieta mediterránea y cambios en el comportamiento alimentario referente al consumo de productos procesados, fritos, aperitivos, alcohol o tipo de cocinado, además de cambios en la actividad física y en el peso corporal, entre otras. La encuesta la han contestado más de 7.500 personas de todo el país, el 70% mujeres, personas mayores de 35 años y con estudios superiores.



Los resultados del estudio han mostrado una mayor adherencia a la dieta mediterránea de manera global durante el confinamiento, con un cambio mayor en los encuestados de entre 18 y 35 años que reportaron un menor consumo de repostería, carnes rojas y bebidas edulcoradas y un aumento de vegetales, frutas y aceite de oliva.



Además, más de la mitad de los participantes (57,3%) declararon haber disminuido la ingesta de alcohol, aunque también su actividad física (59,6%), mientras que casi un 64% de los participantes declaró no estar comiendo más durante el confinamiento.



"COVIDiet" es un proyecto con proyección internacional, liderado por la investigadora Celia Rodríguez Pérez, del departamento de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Granada, en el que han participado investigadores de prestigio de 16 países, entre ellos Portugal, Italia, Irlanda, Grecia, Croacia, Montenegro o Turquía.



Tras evaluar el comportamiento alimentario con los datos españoles, el siguiente paso del proyecto consiste en comparar de qué manera influyó el confinamiento en la alimentación de la población de los diferentes países implicados en el estudio.



"Aunque la adherencia a la dieta mediterránea durante en confinamiento ha aumentado, lo españoles estamos todavía lejos de llevar una buena alimentación", han señalado los autores del estudio, que han pedido convertir en hábitos estos cambios.

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