Los frutos de la palmera Euterpe oleracea, de origen amazónico, son los conocidos como bayas de acaí, azaí, açaí o incluso asaí, y son un ingrediente que encontraremos con asiduidad en recetas que prometen un alto aporte energético evitando 'grasas malas', y con beneficios vitamínicos, antioxidantes y antiinflamatorios para la salud. La verdad sobre los 'superalimentos' que puedes encontrar en el supermercado suele ser que sus beneficios tienden a estar sobrevalorados, y que hay alternativas de proximidad tan adecuadas como económicas.
Las bayas de acaí están efectivamente vinculadas a la sostenibilidad de la dieta tradicional para las poblaciones de los humedales de Brasil, Perú, Venezuela o Colombia. Aunque por su aspecto recuerdan a un arándano o a una cereza, contienen una semilla o 'hueso' de considerable tamaño en comparación, por lo que es habitual tomarlas prensadas como zumo, o como polvo para preparar un batido o smoothie. Así, aportan hasta 250 calorías por 100 g, con una importante cantidad de fibra alimentaria indispensable para mantener una correcta salud intestinal que redunda en un mejor estado general.
Por otro lado, las grasas que contienen tienen perfiles cardiosaludables, al tratarse en un 56% de ácido oleico, la grasa monoinsaturada que comparte con el aguacate y la aceituna; y por las más matizables grasas saturadas de los ácidos palmíticos y linoleico. En cuanto a los minerales, destacan los casi 600 mg de potasio que encontraríamos en ese preparado. Por último, en cuanto a los antioxidantes y antiinflamatorios como los polifenoles y las antocianinas, su considerable aporte no mejoraría realmente el que suponen los frutos rojos locales como las fresas o las frambuesas.
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), el consumo de antioxidantes evita o retrasa la aparición de enfermedades cardiovasculares e isquémicas, además de evitar el daño del ADN celular que puede preceder a la conversión de una célula en cancerígena. Todos estos beneficios, según un trabajo de la Universidad de Sao Paulo publicado en 2016, se pueden obtener del consumo de las bayas de acaí, así como una mejora del perfil metabólico y la protección contra la diabetes y la obesidad que conlleva una microbiota intestinal sana. En 2019, un estudio con ratones observó efectos antipresivos del zumo de frutos de acaí.
Por otra parte, es importante subrayar que se han producido estafas en las que se han comercializado productos a base de bayas de azaí que prometían revertir enfermedades crónicas, como adelgazante o para aumentar la virilidad masculina, efectos que no se han comprobado científicamente y que se consideran fraudulentos. Y los populares 'açai bowls' que se preparan con esta fruta pueden llegar a tener unos 19 gramos de azúcar por 100 g de producto, por lo que el resultado puede ser menos 'healthy' de lo esperado.
Valor nutricional de las bayas de azaí
El valor nutricional por 100 g de azaí brasileño puro el siguiente:
- Calorías: 246 kcal
- Grasas totales: 0,57 g
- Colesterol: 0 mg
- Sodio: 27 mg
- Potasio: 597 mg
- Hidratos de carbono: 64,38 g
- Proteínas: 2,66 g
Variedades de bayas de azaí
Hay dos épocas de cosecha para las bayas de acaí: la primera, de enero a junio, y la segunda, más importante, de agosto a diciembre. Cada árbol produce entre cuatro y ocho racimos al año, con un rendimiento de alrededor de 24 kilos de fruta. Algunas comunidades tradicionales del Amazonas dependen en un 42% de su dieta de las palmeras de acaí que cultivan.
Y aunque hay pocas variedades específicas, cabe mencionar el acaí 'branco' (blanco) que crece en el estuario amazónico y se mantiene verde al madurar, en lugar de tomar el color púrpura habitual. Posee menos antioxidantes, relacionados con la pigmentación del fruto, pero se considera "de mejor sabor y más fácil de digerir".
Cómo preparar las bayas de azaí
El sabor de las bayas de acaí es parecido al del chocolate afrutado, por lo que se consume bien en los famosos 'açaí bowls', en forma de fruta o triturado, junto con otras frutas, yogur natural y cereales. También se puede consumir en platos salados mezclado con verduras de hoja verde.
Otra forma de preparar el acaí es en forma de aceite, que puede usarse para cocinar o para aliñar una ensalada, pero que se utiliza de forma más frecuente en cosmética ya que retiene las propiedades antioxidantes de la fruta, aunque hay dudas de hasta qué punto benefician a la piel y al cabello.
Acaí en polvo. Ideal para añadir en batidos de frutas, yogures o mueslis. Combina muy bien con el cacao crudo y el maíz morado. Además, se puede utilizar para elaborar helados, barritas energéticas o crackers crudi-veganas.
Historia del azaí
La leyenda más extendida, en Internet por lo menos, es que la palmera de acaí debe su nombre a una princesa amazónica, Iaza o Laza. Para hacer frente a la carestía provocada por la sobrepoblación, su padre, cacique de la tribu, ordenó el sacrificio de todos los recién nacidos, incluido su propio nieto. Desconsolada por la pérdida de su pequeño, la joven escuchó una noche un llanto que salía de la selva.
Al amanecer, la encontraron muerta y abrazada a la palmera cuyos frutos salvarían al pueblo, por lo que la honraron bautizando con su nombre invertido al árbol. Lo cierto es que las bayas de acaí han tenido siempre algo de luctoso: en lengua tupi, 'yasai' significa "la fruta que llora", en referencia al zumo que se extrae al exprimirlos.