La inesperada llegada del coronavirus ha trastocado muchas de nuestras rutinas de vida saludable. Una de las más evidentes es la falta de actividad física durante 3 meses de confinamiento y, ahora, en la "nueva normalidad" con las visitas al gimnasio controladas. Sin embargo, la situación de incertidumbre ha podido también alterar nuestro hábitos en nutrición. En general, necesitamos volver a reconectar con los hábitos que nos hacen sentir bien.
Por esta razón, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado una lista de consejos para que cuidemos de nuestro corazón. Las enfermedades del sistema circulatorio siguen constituyendo la primera causa de muerte en nuestro país. Estas enfermedades, sin embargo, se pueden prevenir en algunos casos a través de unos buenos hábitos de vida saludable.
Aunque los consejos que aporta la institución de consumo nos suenan a todos, implementarlos en nuestras costumbres diarias sigue siendo la asignatura pendiente de muchos de nosotros. Sin embargo, poco a poco iremos sintiéndonos mejor al incorporarlos. Lo importante es hacerlo de manera natural para que no los abandonemos tiempo después. A continuación, los 10 consejos de la OCU para mejorar la salud del corazón.
Adecuar las calorías
El primer paso para llevar una vida más saludable, según la OCU, es que perdamos peso. La obesidad es un estado contrario a la salud ya que se relaciona con enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Por esta razón, es importante adecuar el número de calorías diarias que consumimos a nuestras necesidades reales. "Se ha visto que una reducción de peso de un 10% tiene efectos positivos en la reducción de los niveles de colesterol sanguíneo".
Para reducir nuestro peso corporal, pero también para mejorar nuestra salud, la OCU también recomienda evitar las grasas saturadas. Los alimentos procesados son, por lo general, los que más proporción de este tipo de grasa contienen. Abusar de este tipo de grasa entraña peligros para la salud porque aumenta los niveles de colesterol malo, conocido científicamente como LDL (lipoproteína de baja densidad).
De la misma manera, la OCU aconseja huir de los productos procesados que se anuncian como bajos en grasa y consumir productos frescos. ¡Ojo! No todas las grasas son malas y debemos consumir aquellas con una mayor proporción de ácidos grasos insaturados. Las grasas poliinsaturadas —presentes en pescados y aceites de semillas— reducen el colesterol malo y las monoinsaturadas —muy abundantes en el aceite de oliva— aumentan el colesterol bueno, o lipoproteína de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés).
Al ser uno de los principales responsables de la obesidad, la OCU aconseja que evitemos el azúcar añadido. "La opción de sustituirlo por edulcorante no es lo mejor, sino educar nuestro paladar a un gusto menos dulce". Según un estudio de la Universidad del Sur de Australia del año pasado, todavía hay pocos datos sobre el efecto de estos edulcorantes artificiales que, aunque efectivamente no engordan, pueden alterar la microbiota del intestino y se han llegado a relacionar con problemas vasculares.
Elecciones beneficiosas
La sal es otro de los productos que deberíamos reducir en nuestra dieta. Según la OCU, es responsable del aumento de la tensión arterial. "La hipertensión exigirá un esfuerzo extra al corazón, que a la larga te pasará factura". Por eso, la OCU aconseja que utilicemos hierbas y especias para condimentar nuestros platos.
En cuanto a las proteínas, la institución recuerda que nuestra alimentación tiende a tener un alto contenido de este macronutriente. Por tanto, recomiendan que reduzcamos nuestro consumo de proteínas animales y que, cuando lo hagamos, prioricemos el pescado por tener grasas de mejor calidad.
El pescado azul, en este sentido, debe ser incorporado a nuestra dieta semanal. Además, la OCU recomienda que aumentemos nuestro consumo de huevos. Hace años se consideraban malos por tener colesterol, pero se ha comprobado que este no aumenta el colesterol en sangre. Eso sí, debemos reducir los huevos fritos por contener demasiadas grasas de los aceites de fritura.
Es posible que cuando queremos cuidarnos o adelgazar, preparemos todos nuestros platos a la plancha. La OCU aconseja que variemos el tipo de elaboraciones para huir de la monotonía a la hora de comer y que puede hacer que nos cansemos. Podemos combinar los alimentos a la plancha con otros asados, hervidos o braseados.
En cuanto al alcohol, la OCU lo tiene claro: ni siquiera un vasito de vino. Se trata de bebidas que engordan, pero en ningún caso nutren. "La sangre traslada hasta el hígado el etanol y, en menor medida, el metanol, donde se metabolizan hasta convertirse en sustancias de las que se obtienen calorías 'vacías' (7 kilocalorías por cada gramos de alcohol consumido)".
La OCU recomienda que también evitemos los alimentos llamados "funcionales", que son aquellos a los que la industria alimentaria ha añadido nutrientes. "Si no cambias las pautas de vida (dieta y actividad física) lo único que conseguirás es tirar tu dinero a la basura. Lo que sí funciona es llevar una alimentación funcional basada sobre todo en la dieta mediterránea".
Como colofón a estos consejos, la OCU recomienda que hagamos ejercicio físico. Sea la cantidad que sea beneficiará a quien lo practica, por eso, debe hacerse en función a las capacidades y las preferencias de cada persona.