Muchas veces comemos con prisas, en poco tiempo, apenas en 10 minutos muchas veces, o bien de pie, mientras vemos la tele, el móvil o leemos, y sin prestar atención a lo que estamos haciendo, a pesar del peligro que esto conlleva para nosotros. "En mi propia experiencia me he dado cuenta de que no se necesita el control de las kilocalorías para bajar o mantener el peso, sino lo que se necesita es una alimentación consciente. No es necesario prohibirse algo, sino permanecer con atención plena cuando se come con el fin de darse cuenta de cuánto se come y hacerlo de forma responsable.Más aún cuando se trata de un alimento prohibido", confiesa la dietista-nutricionista Paula García Bernacer en su libro Esclavos de la comida (Arcopress).
Este manual, que ha escrito a partir de su experiencia personal, ya que ha padecido un anorexia, pretende ser una guía al lector para comprender los trastornos alimenticios y la obsesión por el peso. Así, y según confiesa en una entrevista con Infosalus, comer con atención es una práctica muy importante porque incluso muchas veces "es capaz de resolver problemas en los trastornos de conducta alimentaria".
Es más, la también coach de salud remarca que cuando no comemos con atención nuestro sentido del gusto puede alterarse, ya que no nos damos cuenta de los sabores, y no tenemos sensación de plenitud con la comida.
"Entonces si no disfruto con ello, mi hambre sensorial (hay diferentes tipos) buscará más placeres fuera, y tirarás a por ello porque no tendrás plenitud cuando no comes con atención. Por eso también una de las consecuencias es que solemos picar más, buscar más 'bombas de placer' que se llaman, alimentos más palatables e intensos que afectan obviamente a nuestra salud", advierte.
También García Bernácer sostiene que comer con atención es importante "a la hora de silenciar esas voces contradictorias en la mente de la persona,que dicen que no es bueno que comas eso, generan ansiedad, y que van suavizándose cuando salimos de ese modo mental más inconsciente y estamos más atentos a la hora de comer".
Cómo comer siendo consciente
Esta especialista defiende así que comer de forma consciente consiste en que, en los momentos de ingesta, se permanezca muy conectado a lo sensorial, muy despierto, atento a lo físico, al sabor, al olor, a lo tangible.
"Nuestra atención ha de estar, más que nunca, puesta en el presente, y en nuestras sensaciones internas. Por experiencia, no hay un alimento causante de la ganancia de grasa, sino una mente prohibitiva, que nos hace vivir asfixiados con la comida, llevándonos a desear tan fuertemente lo prohibido que sentimos que el alimento nos domina", agrega.
Con ello, plantea también que para comer de forma consciente se deben realizar pequeños ejercicios en el día a día,y en momentos que no supongan la hora de la comida, como por ejemplo al lavarnos los dientes. "Durante esos minutos hay que tratar de poner toda la atención en ello mientras lo hacemos, porque generalmente hacemos las cosas pero no estamos en ello. Llevar a la práctica la atención plena en las cosas que hacemos", agrega.
Ya después seguir esta pauta durante unos días, como una semana, hay que intentar hacer los mismo con lo que tengo en el plato. "Veo el color, la forma, me pregunto a qué podría saber eso, y después paso a olerlo, tratando de averiguar a qué me recuerda, a qué huele. Después lo muevo por la boca, siento a qué sabe, si me apetece comerlo, lo mastico poco y veo las sensaciones que me provoca", añade.
Igualmente, la dietista-nutricionista ve esencial el preguntarse antes de las comidas cuánto hambre se tiene. "Esto sirve mucho porque simplemente miramos adentro para averiguar cuánto de hambrientos nos sentimos, y a mitad de comida puedo hacerme la misma pregunta, ¿necesito la misma comida?, ¿tengo hambre o tengo deseo por comer porque estoy nerviosa o porque me ha pasado algo y me distraigo con la comida? Esto nos ayuda a darnos cuenta de por qué estoy comiendo más o menos, y a tomar conciencia de nuestro estado de hambre, de nuestra mente, de nuestros pensamientos", resalta.
Esto nos ayuda a darnos cuenta de por qué estoy comiendo más o menos, y a tomar conciencia de nuestro estado de hambre, de nuestra mente, de nuestros pensamientos", resalta. A su juicio, siempre va a ayudar cualquier practica de mindfulness para que cuando te sientes con ansiedad o estrés, o más despistado con la hora de la comida, le prestes más atención a la hora de comer.