Durante años el desayuno se ha vendido en España como algo esencial, incluso como la comida más importante del día. No desayunar era visto prácticamente como un sacrilegio o una ofensa para muchos. Pero, de la misma forma que el consejo de comer cinco veces al día no funciona igual de bien para todo el mundo, el hecho de desayunar o no tampoco es igual de importante para todos.

De hecho, cada vez son más las investigaciones que sugieren que desayunar a primera hora de la mañana se trata más de una preferencia personal que de una ventaja a nivel nutricional. Pero, ¿Cuándo sí sería aconsejable desayunar y cuándo no tanto, según la ciencia?

La realidad es que, según los conocimientos actuales, en la mayoría de los casos desayunar es algo beneficioso para el organismo. Sin embargo, saltarse una comida o desayunar más tarde no parece tener un impacto perjudicial sobre la salud. No olvidemos que la palabra desayunar implica finalizar el ayuno, y eso puede ser a primera hora de la mañana o bien a medio día. Así pues, generalmente y en la mayoría de las personas, desayunar suele dar lugar a respuestas positivas en el organismo.

Aún así, algunos individuos se benefician más del desayuno que otros. Y, en la otra cara de la moneda, hay individuos que pueden omitir el desayuno sin que sea contraproducente.

Deportistas

Un ejemplo serían las personas deportistas y cualquier deportista que busque mejorar su rendimiento. También aquellas personas pendientes de un examen o pendientes de un día cognitivamente complicado. Además, como no podría ser de otra forma, también sería aconsejable desayunar cuando uno se despierta con hambre.

En este aspecto, un reciente estudio publicado en The American Journal of Physiology: Endocrinology and Metabolism analizó las diferencias entre desayunar o continuar ayunando una hora antes de realizar ciclismo. El estudio se centró en 12 hombres sanos: algunos comían una comida basada en papilla con leche, y los otros nada. Según sus hallazgos, aquellos que desayunaron quemaban, digerían y metabolizaban los carbohidratos mejor que los que prolongaron su ayuno nocturno.

Según Javier González, investigador de fisiología humana de la Universidad de Bath (Inglaterra) y coautor del estudio, quemar carbohidratos como forma de combustible sería más beneficioso que quemar grasa en deportes de resistencia. Los carbohidratos, indica, serían un combustible más rápido y puede usarse para generar energía casi dos veces más rápido que la grasa. De la misma forma, el uso de carbohidratos es más eficiente en el uso de oxígeno, dado que la grasa requiere un 10% más de oxígeno para producir la misma cantidad de energía.

Por ello, González y sus colegas sugerirían que tanto en deportistas como en personas con trabajos físicamente extenuantes, desayunar sería beneficioso.

Por otro lado, cabe recordar que en investigaciones anteriores también se habría sugerido que desayunar es útil cuando se va a ejercitar otro tipo de músculo: el cerebro. Cuando se tiene pendiente una tarea cognitivamente exigente, como un examen, no desayunar puede ser incluso perjudicial. Ya en 2005 un trabajo objetivó que los niños en etapa escolar desempeñan mejor sus tareas cuando han desayunado, respecto a cuando no lo hacen.

Omitir el desayuno 

Si bien es cierto que, de media, los individuos que sí desayunan suelen sufrir menos sobrepeso, menos obesidad y menor riesgo de sufrir diabetes, omitir esta comida no siempre es contraproducente. Además, estos datos se basan en asociaciones y no en pruebas causales como tal.

Otro estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition sugirió que omitir el desayuno o saltárselo puede otorgar beneficios, como quemar más calorías durante el día que no se desayuna. Sin embargo, en otro estudio de 2017, las conclusiones fueron algo diferentes, llegando a sugerir que omitir el desayuno puede aumentar el riesgo de inflamación corporal y reducir la sensibilidad de la insulina, dando lugar a su vez a una mala regulación del azúcar sanguíneo.

Por su parte, otros estudios han sugerido que aumentar el tiempo entre la cena de una noche y el desayuno del día siguiente puede ayudar a perder peso: retrasar el desayuno 90 minutos respecto al horario habitual, o cenar 90 minutos antes de lo normal podría dar lugar a una pérdida de grasa de hasta el doble respecto a seguir los mismos horarios.

Finalmente, también hay que recordar que existen otros buenos momentos para no desayunar: si no se tiene a mano comida saludable, es mejor no desyunar que hacerlo.

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