Si por algo es conocida España en el mundo es por su gastronomía y, sin lugar a dudas, uno de los mejores momentos para apreciarla es durante el aperitivo. Esta comida es toda una institución en nuestro país que, por culpa de la pandemia, ahora disfrutamos menos en los lugares públicos. Aunque ahora lo hagamos con más medidas de seguridad o, incluso, en nuestra casa, el pincho de tortilla sabe bien se tome donde se tome.
Los aperitivos más típicos de España no siempre son saludables: la carne procesada es un ingrediente habitual en muchos de ellos o se fríen en abundantes grasas. Sin embargo, contamos con un montón de alimentos saludables para hacer boca antes de la comida, como las aceitunas y los altramuces. Eso sí, nuestro país no ha sido inmune a la invasión de los aperitivos ultraprocesados, cuyo máximo exponente es la patata frita de bolsa.
Estos son, probablemente, los peores por contener grandes cantidades de grasas saturadas y de hidratos de carbono. Esta característica es la responsable de que estos alimentos que gustan a todos tengan un número tan alto de calorías y, en consecuencia, que faciliten al consumidor superar el número de calorías diarias recomendadas. Al no contener nutrientes interesantes para la salud es mejor evitarlos, pues su consumo abusivo se relaciona con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Torreznos y cortezas
Uno de los aperitivos más valorados de nuestro país es el torrezno. Un alimento crujiente y, a la vez tierno, que se elabora con la piel y el tocino del cerdo. Para muchos, un manjar sin igual. Existen quienes confunden este alimento con una corteza de cerdo y es normal porque se elaboran con la misma materia: la piel del cerdo.
Sin embargo, el torrezno es más jugoso, contiene la carne y el tocino, y la corteza, por su parte, es más crujiente porque su elaboración sólo consiste en freír la piel del cerdo después de ser tratada. Los torreznos son aperitivos típicos de bares y restaurantes y las cortezas se pueden obtener en bolsa en el supermercado. De todas formas, ninguno de ellos puede ser considerado como un alimento saludable.
Las cortezas de cerdo y los torreznos se deben consumir en ocasiones esporádicas porque contienen un alto número de calorías procedentes de la grasa que albergan. Lo que no contienen es hidratos de carbono, un macronutriente habitual de los snacks procesados. Por esta razón, las cortezas y los torreznos son alimentos codiciados por los seguidores de la dieta cetogénica o keto. Esto, sin embargo, no debe hacernos pensar que son alimentos saludables.
Una imitación vegetal
Cuando nos referimos a cortezas, es posible que a muchos de nosotros nos venga a la cabeza los Bocabits. Este crujiente aperitivo no tiene nada que ver con las cortezas de cerdo, a pesar de tener un color y una forma similar. De todas formas, es correcto referirse a ellos como cortezas, ya que el nombre de la receta no es otro que cortezas de trigo.
De hecho, en la denominación completa del producto es "producto de aperitivo de trigo frito con sabor a carne". Pero en la lista de ingredientes no se observa ninguno que sea de origen animal: harina de trigo, aceites vegetales, extracto de levadura, sal y bicarbonato sódico. La principal diferencia de los Bocabits con las cortezas es que se trata de un alimento vegetal y, además, que el nutriente más abundante en su composición son los hidratos de carbono.
Este aperitivo no es más saludable por el hecho de ser vegetal. De hecho, 100 gramos de este producto contienen cerca de 500 kilocalorías, es decir, más de un 20% del número total que debemos consumir en un día. Abusar de este producto hace más fácil sobrepasar la cantidad total de calorías al día y, por lo tanto, de aumentar de peso corporal. Más del 50% de este producto está formado por hidratos de carbono refinados, una característica que evidencia que se trata de un frito con un alto índice glucémico.