Seamos sinceros: en España, la gente se ha vuelto absolutamente loca con las marcas blancas. Hubo un tiempo en el que estos productos, por lo general bastante más baratos que los que vienen avalados por una marca reconocida, fueron denostados por los paladares más exquisitos. Se pensaba que eran alimentos de una menor calidad. Ya saben lo que dice el refrán: "Lo barato sale caro". Sin embargo, el tiempo ha demostrado que muchos de estos productos merecen la pena. De hecho, alguons de ellos atesoran auténticas legiones de fans.
Ocurre con el yogur griego de Lidl, con los berberechos de Aldi, o con el hummus y el guacamole de Mercadona. Precisamente, la cadena de supermercados dirigida por Juan Roig ha sabido diferenciarse frente a sus competidores apostando por una amplísima gama de productos comercializados bajo la marca Hacendado, que desde hace tiempo goza de la mejor campaña de marketing que se pueda tener: el boca-oreja de la gente. El último pelotazo de la marca también ha llegado en forma de tarrina.
Mercadona ha vuelto a llevar a sus estanterías la crema de yogur griego Tsatsiki, pero esta vez "con una receta renovada". Un producto del que se venden alrededor de 8.000 tarrinas al día y que está fabricado por Resinka, la compañía que dirige el griego George Stavrakakis, que tiene sede en Barcelona (Rubí), y que también provee a Mercadona de sus exitosas variedades de hummus (el hummus clásico, el de guacamole, el de pimientos de piquillo o el de olivas de Kalamata).
"La nueva receta, que ha sorprendido a los clientes, ya se encuentra en todas las tiendas de la cadena en España”, señala Mercadona en un comunicado. "El producto vuelve a los lineales a demanda de los Jefes (clientes), que trasladaron la petición a través del servicio de atención al cliente y en redes sociales", apunta la compañía, que informa también de que se venderá en envases de 220 gramos.
¿Saludable?
Pero, ¿de dónde sale semejante invento culinario? ¿Existe esta crema en alguna parte del mundo? ¿Se trata realmente de un alimento saludable o es en realidad una salsa ultraprocesada más que perjudica nuestra salud? Atendiendo a la tradición, esta crema (que en realidad se escribe con zeta, tzatziki) es una receta típica de la gastronomía griega (y también turca) que se elabora con yogur griego, pepino, aceite de oliva, y puede llevar además algunas hierbas como perejil, pimienta o menta, ajo y jugo de limón.
Así, si nos fijamos en la etiqueta de la crema griega de Mercadona podemos comprobar que contiene una cantidad muy importante de yogur griego. En concreto, el 70% de esta tarrina lo conforma esta variedad de yogur que se caracteriza por tener una cantidad reducida de azúcar, un alto aporte de proteínas (alrededor de 4,5 gramos/100 gramos) y una gran cantidad de grasas saludables (entre 8 y 10 gramos/100 gramos). De hecho, los yogures griegos, junto con los naturales sin azúcar, son los más saludables del supermercado ya que son los que menos azúcar añadido contienen.
El pepino (13,6%) y el aceite de oliva (13,6%) son los otros dos ingredientes que conforman el grueso de la crema. Es decir, el 97% del producto lo integran ingredientes saludables que no sólo no perjudican la salud, sino que la benefician. Además, el tsatsiki de Mercadona contiene también hierbabuena (0,7%), ajo, pimienta, sal, azúcar y ácido cítrico en muy pequeñas cantidades. Por lo tanto, estaríamos ante una crema saludable.
Por otro lado, si atendemos a la información nutricional que se encuentra en el reverso del envase podemos ver que esta crema aporta principalmente grasas saludables (alrededor de 20 gramos por cada 100), 3,5 gramos de hidratos de carbono o azúcares, 1,6 gramos de proteínas y 0,7 gramos de fibra. Así, su valor energético asciende a 213 kilocalorías por cada 100 gramos (el hummus tradicional, por ejemplo, aporta 300 kilocalorías; el hummus de aguacate, unas 255; y el guacamole unas 200).
Por último, cabe señalar que, pese a lo que el común de los mortales suele pensar, la crema de yogur no es una salsa industrial. Ocurre lo mismo que con el guacamole o la salsa de guacamole. De hecho, la mayoría de las salsas de yogur que podemos encontrar en los supermercados son ultraprocesadas y contienen una vasta lista de ingredientes poco recomendables como el aceite de girasol, azúcares, grasas vegetales, jarabe de glucosa o almidones modificados, entre otros. Por el contrario, las cremas como el hummus o el guacamole -o la propia crema de yogur- suelen elaborarse con un puñado de sustancias, todas ellas saludables. Bon appetit.