De las vitaminas oímos hablar de forma cotidiana. Multitud de anuncios que nos recuerdan que tal o cual alimento es fuente natural o que ha sido enriquecido con algunade ellas. Por tanto, a nadie se le escapa que son fundamentales para nuestra salud.
Estos micronutrientes que podemos obtener de una gran variedad de alimentos son muy importantes no solo para apoyar el crecimiento y desarrollo normales, sino también para ayudar al cuerpo a mantener las funciones adecuadas, como la inmunidad, el metabolismo y la protección contra diversas enfermedades.
Hay trece vitaminas esenciales requeridas por el cuerpo humano, que se clasifican en dos grupos: solubles en agua o solubles en grasa. Sin embargo, hay otra “vitamina” que no aparece en esa clasificación, de la que, probablemente, no has oído hablar: la vitamina U.
La vitamina U es un término introducido a principios de la década de 1950 por Vasily Bukin, para identificar un compuesto en el jugo de repollo. A pesar de su nombre, la vitamina U no es una verdadera vitamina, sino un derivado del aminoácido metionina.
Los ejemplos de derivados de metionina a menudo denominados vitamina U incluyen S-metilmetionina (SMM), metilmetionina sulfonio (SMM) y 3-amino-3-carboxipropil dimetilsulfonio.
Beneficios para la salud
Protección contra las úlceras de estómago. Desde que se comenzó a investigar en la década de 1950, se han encontrado evidencias de que el jugo de repollo ayudaba a que las úlceras intestinales se curaran de 4 a 5 veces más rápido que la terapia estándar contra las úlceras disponible en ese momento. Esto se atribuyó, precisamente, al alto contenido en vitamina U presente en este alimentos.
Pulmones, hígado y riñones saludables. Aunque las pruebas no son todavía concluyentes, hay indicios que apuntan a que la vitamina U puede proteger los pulmones, hígado y riñones de daños, según apuntan algunos estudios.
Por ejemplo, un estudio encontró que este nutriente puede ser útil para revertir, al menos parcialmente, los daños hepáticos. De hecho, también se conoce su efecto lipotrópico -ayudan a metabolizar las grasas-, especialmente en el hígado.
Otro estudio demostró que en caso de lesión renal, la vitamina U ayudó a reducir la inflamación. Del mismo modo, otro estudio sugiere que posee efectos similares cuando se producen daños pulmonares.
Regular el nivel de colesterol. La vitamina U tiene la propiedad de aumentar la cantidad de colesterol útil. En un estudio sobre ello, se demostró que las personas que recibieron 1,5 gramos de vitamina U por día mostraron una reducción de casi un 10% en el colesterol total, afectando, especialmente, al “colesterol malo”.
Protección de la piel. La vitamina U puede ofrecer cierta protección contra los rayos ultravioleta (UV) y las quemaduras del sol, así como acelerar la cicatrización de heridas. Algunos estudios informan que la aplicación de vitamina U directamente sobre las heridas puede acelerar el cierre de las heridas.
Alimentos que la contienen
La principal fuente de esta vitamina es el repollo, pero no se trata del único. También podemos encontrarla en otras verduras como el brócoli, la col rizada, el apio, el perejil, la zanahoria, la cebolla, la remolacha, el pimiento, la alfalfa, los espárragos, los tomates, las espinacas, los nabos, las semillas de sésamo, la yema de huevo, el plátano y la levadura de cerveza.
Como podemos ver, este nutriente está presente en multitud de alimentos, por lo que es fácil consumirlo y, por lo tanto, el riesgo de deficiencia es muy bajo. No obstante, puede darse en personas que no acostumbran a incluir en su dieta productos vegetales. En estos casos, el principal síntoma es la acidez de estómago.