Los expertos de Sanitas (España) proponen seis claves "basadas en la mesura y los buenos hábitos" para "conseguir un equilibrio perfecto entre disfrutar de la comida y mantener el peso corporal" y que estas Navidades sean "igual de disfrutables y no pasen factura en la báscula".
En primer lugar, recomiendan ser conscientes de lo que se come. "Parece una obviedad, pero en realidad, los hábitos alimenticios en Navidad no son racionales", afirman desde la entidad, añadiendo que se come de forma impulsiva. Así, comentan que se debe tomar conciencia del momento presente, "saborear cada bocado, comer despacio y prestar atención a cómo está sentando la comida". "Comer de más no se traduce en disfrutar más, sino todo lo contrario. Genera incomodidad, hinchazón y empeora la calidad del sueño", explica la psicóloga de BluaU de Sanitas, Andrea Trujillo.
En segundo lugar, animan a planificar la cantidad de comida. "Con apenas un par de entrantes, si es posible, que contenga alguna verdura u hortaliza, como patés de berenjena, hummus de remolacha, brochetas de tomates cherrys y gambas, y un plato principal, es más que suficiente para estar saciados", indica la nutricionista de BluaU de Sanitas, Cristina Morillo.
Asimismo, recomiendan evitar el alcohol, pues se dejan de consumir muchas calorías si se evitan el vino, cerveza o las bebidas destiladas. Preferiblemente se debe consumir agua, que ayuda a tener una digestión más cómoda. "Otras opciones de bebida para estas celebraciones pueden ser: agua con gas, limonada sin azúcar añadido ni alcohol, o también algún refresco de tipo zero o light o cerveza sin alcohol", añade Morillo.
Por otro lado, recomiendan reducir el ritmo al que se come. "Una forma sencilla de hacerlo es soltar el tenedor y realizar un pequeño descanso entre bocados. Sin el tenedor en la mano, se mastica y se traga la comida al completo, y se evita una manía muy extendida que es llevarse más comida a la boca cuando aún se tiene la boca medio llena", explica la nutricionista.
De postre, fruta
En este sentido, aconsejan tomar fruta de postre. "Algunas más conocidas, como la piña, por ejemplo, ayudan mucho a hacer una buena digestión. Puedes preparar esta fruta de una manera diferente, como en brochetas o en macedonia con otras frutas, como fresas, kiwi, manzana, aportando así mucho color a tu mesa y haciendo este postre más atractivo" continúa la nutricionista de BluaU de Sanitas.
Asimismo, expone que uno de los peores hábitos que se cogen en estas fechas es el de extrapolar las grandes ingestas de comida más allá de Nochebuena y Nochevieja. "Se genera así una peligrosa inercia cuando, en realidad, se deben seguir manteniendo rutinas alimenticias sanas y equilibradas en el resto de los días, con mucha presencia de frutas y verduras". Además, "el consumo de frutas aporta numerosos beneficios al mantenimiento de la salud de la mucosa oral y las encías. El consumo de dulces navideños, junto con la alteración de nuestras rutinas de higiene predispone un mayor riesgo de aparición de enfermedad por caries", señala la odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, Manuela Escorial.
Por último, recuerdan la importancia de moverse. A pesar del frío o el cansancio, no se debe eliminar de la rutina una pequeña actividad física. "No es necesario que sea una práctica deportiva muy exigente; basta con realizar paseos y estiramientos para activar el metabolismo", concluyen desde Sanitas. A propósito de esto último, recuerdan su iniciativa Healthy Cities, en la que propusieron el reto de caminar 10.000 pasos al día para mejorar la salud y reducir el uso de transportes.