La polémica entre los defensores y detractores de las dietas basadas en alimentos vegetales ha abierto un nuevo capítulo. En este caso, a propósito de la salud ósea. Y es que, según una reciente investigación, sustituir parcialmente las proteínas animales por otras de origen vegetal puede ayudar a mantener el esqueleto en un mejor estado.
El estudio en cuestión es el que ha realizado la Universidad de Helsinki. Para llevarlo adelante, se trabajó durante doce semanas con 107 mujeres y 29 hombres, entre los 20 y los 69 años, a los que se les asignó de forma aleatoria un tipo de dieta de las tres propuestas. Cada una de ellas incorporaba una proporción diferente de proteínas de origen animal y vegetal, dos de ellas desequilibradas al 70%-30% y la tercera con una proporción del 50%.
En las tres dietas propuestas, las fuentes de proteína animal, provenientes de diversos tipos de productos, como carne roja, carne blanca, así como de productos lácteos, fueron reemplazadas parcialmente por proteínas de origen vegetal al agregar una amplia gama de legumbres, nueces, semillas y productos de cereales en las dietas.
Un dato interesante es que los productos lácteos enriquecidos con vitamina D y calcio fueron reemplazados parcialmente por otros no enriquecidos. Otro dato que debe tenerse en cuenta es que la cantidad de queso fue menor en las dietas que contenían más proteínas de origen vegetal en comparación con la dieta rica en proteínas animales. En cambio, las dietas contenían la misma cantidad de pescado y huevos.
El resultado de la investigación fue que tanto la formación como la reabsorción ósea aumentaban cuando parte de la dieta animal de la dieta, en especial los de origen lácteo, se reemplazaba con alimentos de origen vegetal. Algo que podría dar lugar a pensar que las proteínas vegetales son peores para los huesos; sin embargo, no es necesariamente así.
Según los investigadores, la responsable de esto sería una menor ingesta de calcio y vitamina D, inducida por una la baja cantidad de productos lácteos. "Los resultados podrían ser diferentes si los productos lácteos líquidos se hubieran reemplazado por bebidas de origen vegetal fortificadas con vitamina D y calcio", dijo al respecto la investigadora Suvi Itkonin.
Proteína vegetal y calcio, un buen equipo
De este modo, es frecuente señalar que las proteínas vegetales son de menor calidad y que esto se relaciona con un empeoramiento de la salud ósea. Sin embargo, hay estudios que contradicen esta interpretación.
Como ejemplo, podemos señalar este estudio de la Universidad de Granada, que concluyó que el consumo de proteína de origen vegetal, en especial la de soja, mejora la absorción y el contenido de calcio en los huesos, ya que la pérdida de calcio por la orina puuede ser hasta un 65% superior en una dieta alta en proteína de origen animal.
Pero no solo esto, sino que también se pudo comprobar que la proteína vegetal mejora la absorción de otros minerales que pueden ayudar a mantener en buen estado nuestros huesos.
En esta línea en favor de los beneficios de la proteína vegetal para la salud ósea, también encontramos un artículo que fue publicado hace algunos años, en 2013, en la Korean Journal of Family Medicine. En este estudio, se reconoció que las proteínas son necesarias para tener huesos sanos, pero no manteniendo un cierto control sobre las de origen animal.
Los motivos de tal afirmación se relacionan con la mayor posibilidad de sufrir acidosis metabólica que puede provocar la desmineralización del hueso, siendo un factor de riesgo muy importante para enfermedades como la osteoporosis.
En cualquier caso, para aquellos que eligen reducir la cantidad de alimentos de origen animal, resulta imprescindible garantizar el consumo necesario de vitamina C y de calcio. Por eso, como señala el equipo de la Universidad de Helsinki, es importante, en términos de salud ósea, garantizar una ingesta adecuada de calcio y vitamina D, ya sea de forma natural o mediante alimentos enriquecidos o suplementos.